Capítulo 14

1.2K 96 51
                                    

El capítulo puede contener escenas que no son aptas para los menores de edad.

Capítulo 14

Narra Daniela

—Oye... Ya se cumple el mes desde que no me has tocado.

No contesta. Tras cambiarse en pijamas, ocupa su lado de la cama ¡encima de espaldas a mí! Yo sigo sentada en el mío, obligándome a aguantar su silencio y la idea de que hoy tampoco me va a hacer el amor. Pero ya transcurrieron unos días desde nuestra última discusión, debería pasarle el enojo. Se lo expliqué y pareció entenderlo. Se me hace que en realidad sigue molesto por esos rasguños y por la pequeña herida hallada en su labio superior. Pero si me provocó... ¡Ay! Además, últimamente casi no sale, quizá no debería preocuparse por si alguien lo ve así...

Giro la cabeza en su dirección, considerando la idea de abrazarlo y acariciarlo, de seducirlo de alguna forma. No hago nada. Primero necesito unas explicaciones.

—Eduardo, te estoy hablando.

— ¿Qué quieres que te diga? Tienes razón.

— ¡Dime por qué! ¿Ya no te parezco atractiva? ¿Hay alguien más?

Lo oigo chasquear la lengua. Debe ser por la última pregunta pero ni pienso insistir con eso, ni yo misma me lo creo. Actúa cada vez más extraño y siempre luce deprimido. Y en su celular no encontré nada comprometedor, ni llamadas, ni mensajes, ni correos ni nada.

—No entiendo qué tienes. Andas muy deprimido, ausente... Dejaste de hacer un montón de cosas... Desde que se acabaron las grabaciones para esa película, no te oí mencionar ningún otro proyecto.

—Eso porque me tomé una pausa.

— ¿Y a ti quién te entiende? Te encantaba tu trabajo. No comprendo el cambio.

—Mira el lado bueno. Tengo más tiempo para nosotros.

— ¿Y de qué me sirve si actúas así? Eduardo, tal vez debería verte un médico.

Silencio.

—Mira, si sigues así, tendré que buscar en otros lados lo que tú no me das.

De pronto voltea hasta quedar boca arriba y me mira fijamente. Está en shock. En el fondo me consta que estaría mal cumplir con la amenaza pero... si no me deja ninguna otra alternativa... Yo no puedo seguir así, tengo mis necesidades.

—No te creo capaz. —afirma a cabo de unos momentos

Lo siguiente que siento son sus labios pegados en los míos, luego su lengua tratando de deslizarse... Mi boca se abre en búsqueda de aire, dado que mi respiración se detuvo y él consigue iniciar un beso al que correspondo. Creo que por unos milisegundos. En algún momento logro comprender lo que está ocurriendo y logro rechazar el deseo físico y guiarme por la razón. Así que me aparto.

Técnicamente, lo fui. Unos milisegundos o unos minutos... da igual. Correspondí. Pero lo importante es que yo no quería, que no tuve control. En cambio ahora que tengo motivos, corro el riesgo de caer en los brazos de otro. Y de no apartarme como ese día.

Ese otro podría ser Santiago. Sólo somos amigos, por suerte él no volvió a faltarme al respecto pero si así lo decido, las cosas pueden cambiar. Dudo que a él le afecte.

—Igual no podemos seguir así —advierto, volviendo a la realidad—. Quiero que hagamos el amor, como cualquier pareja...

—Así será.

Llámalo infierno © |COMPLETA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora