# ¿Pero Cómo?

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¿Ahora si me dirán que se traen entre manos? - pregunte por décima vez en el día. Odiaba sentirme frustrada y excluida de los planes de esas dos pillas y mucho más si eran contra mí - Nada, no traemos nada - se apresuró a contestar Christie - Yo si… - nos volvimos hacia la pequeña Zowi - Mi juguito - sonrió inocente, mostrando el recipiente de uva. Role los ojos, valla bromita - Hablo enserio Zowi - le reprendí quitándole el líquido y dejándolo sobre la mesa, con más fuerza de la necesaria, tanto que el jugo brinco por la boquilla del recipiente y mancho la mesa - Tranquila - se rio la pequeña - De acuerdo, no me digan - ahora sí, ya me había molestado y cuando me molesto no soy nada agradable, créanme. Me levante de la mesa mientras me colgaba la mochila. Tony ya me estaría esperando en el estacionamiento frente al instituto - Mia - me llamaron las otras dos, pero ya era tarde. ¡Agh! Si tengo un orgullo muy grande también. Estaba tan ocupada echando rabietas que algo se atravesó a mi paso. Sus brazos me cogieron por los codos evitándome así caer.

¿Estás bien? - pregunto una voz ronca. Me obligue a ver arriba, al parecer el chico era mucho más alto - Si eso creo - estaba algo aturdida por el golpe - ¿Moore, cierto? - Enarco una ceja - Si… - ¡Oh dios! ¡No, no podía ser el! No el chico más popular del instituto, no Kellan - ¿Y tú Kellan no es verdad? - Trate que la voz no me fallara en su nombre - Si ¿Cómo lo sabes? - Sonrió mostrando su blanca dentadura - Bueno, digamos que todo el instituto te conoce - solté unas risitas - ¡Claro! - Sonrió para sí mismo mientras me soltaba - Si, eres un poquito famoso - volví a reír, acomodándome la mochila - ¿Te han dicho que tienes unos ojos preciosos? - susurro a escasos centímetros de mi rostro, tal vez diez, mientras apartaba un escurridizo mechón rojo de mis ojos. Me mordí el labio - Algunos - confesé - Me pondré celoso - susurro con voz sensual. ¿Qué rayos le pasaba a este chico? ¡Me acaba de conocer y ya me coquetea! ¡Agh! ¡Esto se sentía tan asquerosamente bien!

¡Estúpida Perra! - Fue entonces que mi cerebro reacciono, aunque para entonces, alguien me tenía de los cabellos - ¿¡Que mierda quieres con mi novio estupida!? - pregunto con ojos desorbitados y rostro rojo a causa de la ira. ¡¿De qué mierda hablaba esta?! Al instante su mano golpeo mi mejilla derecha, antes de que pudiese volver a golpearme, la aparte con un fuerte empujón, a lo que apenas se pudo sostener. La larga cabellera negra le tapaba el rostro - ¡¿Qué rayos te pasa?! - Me sobe la mejilla - ¡¿Qué que me pasa?! Que tú te le arrastras a mi novio! - grito histérica para volver a lanzarse contra mí. Antes de que pudiese llegar la tome por el cuello y la estampe en el muro mar cercano - ¡A mí no me vuelves a poner una mano encima! - le escupí prácticamente en la cara, mi palma se enrosco más en su cuello, la chica forcejeaba con debilidad, mientras el aire le empezaba a faltar - ¡Y por mi puedes quedarte a tu novio y meterlo…!

¡Mia! ¡Basta! ¡Suéltala! - Christie estaba a mi lado, halando con fuerza mi brazo - ¡Ya! - me ordeno. ¡¿Pero qué diablos estaba haciendo?! Parpare varias veces antes de tomar conciencia y separarme de la jadeante y morada chica tirada sobre el piso, auxiliada por dos de sus estéticas amigas. Recorrí el lugar con la mirada, todos tenían los ojos y boca bien abiertos - Mia - me llamo la pequeña Zowi tomándome del brazo… - Estas… estas hirviendo - comento llena de preocupación. Trague con dificultad, sentía el calor recorrer por completo mis venas, para después helarse totalmente, todo empezó a darme vueltas - Necesito… Tengo que irme - antes de que volviera a retenerme cruce el campus prácticamente volando. Tony ya se encontraba esperándome, como todos los días.

El camino fue como siempre, tedioso a causa del tráfico y bastante caluroso, ya que tomemos encuentra que estamos a mediados de Julio. El calor no era mi clima favorito, aunque tampoco el frio, tan solo prefería una llovizna con nubes cubriendo los cielos ¿Era mucho pedir? Al parecer sí. Corrí escaleras arriba, importándome poco quien me viese y hubiese ignorado, no estaba de humor.

Azote la puerta tras de mí, mientras lanzaba la mochila al suelo - ¡¿Qué mierda has hecho, Mia?! ¡¿Qué?! - Me reprendí halando mi cabello con fuerza - ¿Mia? - la aterciopelada voz de mi madre llamo a la puerta. Tenían que llegar en el momento menos indicado - ¿Mia, te encuentras bien? - alguien más subía por las escaleras. ¿De cuándo acá tenía tan buen oído? - Sí, quiero estar sola - grite tratando de controlar el volumen de voz - ¿Segura? - Volvió a preguntar - ¡Sí! -volví a gritar, sentía la cara arderme - Mia, abre la puerta - ordeno forcejeando con el picaporte - ¡Estoy bien! ¡Lárgate! - me mordí la lengua. El sabor a metal me inundo la boca, al parecer me mordí con demasiada fuerza - Mia ¡HABRE ESA MALDITA PUERTA! - La ronca y profunda voz de mi padre hizo compañía - ¡Lárguense! - ¿Por qué mierda no lograba tranquilizarme? Me lleve ambas manos a la cabeza apretándola con fuerza ¿Qué me pasaba? ¡¿Qué me pasaba?!

Al instante mi puño estrello en la fría pared y la puerta se abrió repentinamente- ¡Mia! - grito mi madre con voz sofocada, me volví a ella; tenía las manos cubriendo su boca abierta y los ojos vidriosos. Entonces un dolor me recorrió desde los nudillos hasta el hombro, con bastante rapidez, la pared se hallaba cuarteada, un poco más de la mitad, y mi mano sumergida dentro de ella ¿Pero cómo?

 

¿Licantropo, Híbrida o Vampira? ✔✔ [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora