¿Licantropo, Híbrida o Vampira? ✔✔ [Terminada]

#Pruebas.

Dos semanas después...

 

¡Qué tal chicos! No se si aún estén molestos conmigo por venir a Volterra, quieran mantener su distancia o la carta se haya perdido pero... todo va de maravilla acá; los Vulturis se han portado muy bien hasta ahora, parecen buenas personas cuando les conoces; me tratan bien, lo juro. Aro, tiene una asquerosa voz melosa, pero con esa sonrisa sínica si que da miedo; Cayo ¡Cayo necesita su media naranja! Es todo un limón desabrido, parece que me odia, pero por lo que eh logrado escuchar entre los de la guardia siempre es así, Marcus por el contrario es tranquilo y apacible. No tendrá una sonrisa en el rostro siempre, pero es el que mejor "sangre" tiene, jaja, me parece un chiste pero es verdad. ¿Saben algo? Creo que está cansado de vivir ¿Los vampiros llegan a un punto donde se cansan de ser vampiros? Me gustaría saberlo. Felix y Dimitri juegan conmigo partidas de pocar, soy un asco en ello y bueno, después de todo, estos dos tienen milenios de experiencia, ¿Cómo una chica de 16 años tendría oportunidad de ganarles? Quiza si tuviera la lectura de mentes como Edward o la Vision del Futuro como Alice.

Hace un par de días conocí a las esposas de los "reyes"; Sulpicia y Athenadora, ya sé que la esposa de Marco murió hacia años, el mismo me lo ha contado y me ha sorprendido de sobre manera. También a una tal Heidi quien trae la "comida" ¿Pueden creer que son pobres turistas del mundo? Me da impotencia y asco de tan solo pensarlo. La primera vez que me entere de esto pase toda la noche llorando en la esquina de una habitación, al día siguiente le reproche a Aro, tuve una plática de  "razonamiento" no quise tener problemas, así que, volví a encerrarme en la habitación. Por cierto ¿Es verdad que una tal Renata tiene un poder? ¡Hay Jasper! No sabes cómo te necesito. Nadie aquí me ha querido decir su don.

La tal Renata, parece una vulgar mafiosa con aires de grandeza y últimamente se la ha pasado pegada como chinche a Aro y siempre que asisto con él, la tipa le susurra cosas inteligibles al oído ¡No sé qué mierda le pasa! Nadie trata de robarle el lugar. Y además me ve con cara de asesina. Aunque esa mirada no se compara con las de los gemelos macabros Jane y Alec. La rubia me mata con sus ojos rojos, tampoco parece contenta de que este aquí. Y Alec ¡Ese asqueroso chupasangre! El odio de su hermana se queda corto al lado de él. Sus ojos; navajas puras como hierro inoxidable se clavan en mi cada que estoy cerca de él. Ardo en fuego en sus pensamientos y sé que planea hacerme daño en cualquier momento. Es el peor de todos hasta ahora. Pero no se preocupen, estoy bajo protección de otros cuatro ¡Oh! Y la pobre asistente humana, me da pena en realidad.

En fin, espero esta carta si  llegue a sus manos; como siempre la mando a la dirección de la casa de Seth, no quiero que termine perdida en el bosque tratando de encontrar la casa Cullen o la chocita Quileute. Los extraño demasiado ¿Seth y Danieel estan bien? ¿Todos lo están? Espero que así sea, ya verán que pronto volveré y esto será una mala experiencia.

Con cariño y besos para todos; Mia Moore.

Posdata: ¡Los Vulturi compraron un guardarropa especial para mí! ¿Pueden creerlo? Aunque tienen pésimo gusto.

 

Doblo la carta, la echo en el sobre y salgo de mi habitación rumbo a la estancia del recinto Vulturi. Elsa, la asistente, que al fin eh descubierto como se llama, después de acabar todo un diccionario Italiano; me recibe con una sonrisa - ¿Un'altra carta? - asiento mientras se la entrego. Elsa es la responsable de entregar las cartas al buzón; a veces creo que las pierde por tan despistada que es, pero luego reacciono y sé que al cometer una imperfección será tragada por los Vulturis. De tan solo pensarlo me vuelven los escalofríos.

¿Otra carta rojita? Para mí que esos ya se han olvidado de ti - ruedo los ojos. Alec se inclina sobre mí y observa la carta - Ese es mi problema, no tuyo. Tu solo limítate a mis practicas ¿Quieres? - lo dejo ahí parado recibiendo una pequeñísima risita por parte de la asistente. Toco la enorme puerta, recibo un adelante por parte de Aro quien espera sentado como siempre ¿Qué acaso no se cansa? En fin - Bien querida, puntual como siempre - hago una mueca aceptando su cumplido - Hoy comprobaremos las dotes que te rodean - eso se oye realmente interesante y prometedor. A los pocos segundos Alec entra - Ahora si me permites tengo que tocarte para ver tus pensamientos y de ahí descubrirlos ¿De acuerdo? - mis músculos se tensan, no estoy muy convencida ¿Y si ve lo de las visiones?

Me acerco con cautela hacia el viejo. Suspiro estirando mi mano, Renata aparece de entre las sombras y se apresura a tocar el hombro de su amo. Aro le susurra algo para que se aleje un poco de nosotros, me mira mal, como siempre y entonces tomo la mano de Aro. Sus ojos conectan con los míos, pero es como si no tuvieran vida ¡Ni siquiera tienen color puro! Los segundos pasan, minutos y ya me eh impacientado; le arrebato mi misma mano - ¿Y bien? - Los diminutos ojos de Aro parpadean rítmicamente - Yo... no eh visto nada - murmura algo irritado. ¿Cómo que no ha visto nada? - Es como si... algo bloqueara tu mente - una vez más Jasper vuelve a aparecer en mi mente; Jasper no podía controlar mi estado de ánimo, al igual que Edward no podía leer mi mente. ¿Había algo mal en mí? Le había preguntado al rubio. Eso era lo que ocurría ¿Estaba bloqueada? - Jane...

Si amo - no es cierto - Solo será una pequeñísima prueba querida... solo un pinchazo... - Respiro hondamente, "no me hará daño" "no me hará daño" trato de convencerme pero no estoy lista. Aun y con eso me planto firme en el piso. Observo a Jane mientras sonríe torcidamente con esa sonrisa malvada como la de su amo. Sus labios murmuran sobre si mismos ¿Y si la muy bruja me mata? Sus ojos fijos en mí, sus labios van perdiendo aquella sonrisa ¿Qué es lo que pasa? ¿Acaso no va a dañarme? Me muerdo el labio y miro hacia los lados, todos parecen ensimismados en sus pensamientos aun viéndome - ¡Fantástico! - Aro pega un aplauso y me hace salir de trance. ¿Ya ha acabado? - ¡Eres inmune a nuestros dones! Eres igual a Bella - dice esta vez más bajo. Si ya me lo han dicho, no necesita repetirlo.

Se gira, me da la espalda. Marco me sonríe desganadamente como felicitándome, mientras Cayo se mira las uñas como una vil diva. Después de unos segundos el "rey" vuelve a girar - Oh quizá no ha todos - ¿Qué? ¿De qué habla? - Alec - las piernas me tiemblan al escuchar su nombre. Lo que me temía - ¡No! No lo hare con el - intervengo dando pasos en falso hacia atrás. Aro parece extasiado ante mi actitud - Eres nuestra arma más fuerte pequeño... haz tu trabajo - el de cabello graso parece no haberme escuchado, pues sigue con su estúpido plan. Vuelvo a negar aunque esta vez más alterada. "Te priva de los sentidos" me había contado Jasper "Es la peor muerte que puedes tener" y yo no quería morir así. Doy vuelta sobre mis propios talones dispuesta a huir, pero entonces Felix y Dimitri me toman fuertemente como ellos solo saben.

¡NO! ¡No lo hagas Alec! ¡Por favor! - Para entonces el nombrado esta junto a su amo y a la puta de Renata que sonríe maliciosa - Pero padre - murmura el chupasangre con cara compungida - ¡Hazlo! - le grita "su padre" haciéndome brincar a mi también. Los otros dos me arrojan al suelo y caigo de cara a los pies de Alec. Le ruego una vez más con la mirada, sus manos se elevan un poco y de ellas un humo negro comienza a Salir. ¡NO! Mientras el humo avanza yo me arrastro a la puerta soltando jadeos. En un punto dado la bruma me alcanza los pies, las rodillas, la cadera, los codos y finalmente todo el cuerpo. Siento como si fuera acido, un ácido ¡Espantoso! Me quema y cose la piel - ¡No! ¡Basta! ¡Para, para, para! - en el suelo aun me hago un ovillo. No creo soportar por mucho tiempo - ¡YA BASTA! ¡BASTA POR FAVOR! -  no logro ver nada. Es como si me hubiese quedado ciega. Ya ni siquiera tengo tacto y el olor, la nariz se me ha sido cremada al igual que todo mi cuerpo. Lo único que me queda es la voz; la voz que poco a poco comienzo a perder.

Padre... ¡Padre tengo que parar! - llega a mí un repicoteo de abeja. El conocimiento se me va, las pocas fuerzas que quedan se agotan y no aguanto más - Te necesito Jacob - susurro antes de caer en un abismo sin fin.