¿Licantropo, Híbrida o Vampira? ✔✔ [Terminada]

#La vida de Mía Moore... mi vida.

Mi vida nunca había sido plena, pero tampoco la peor. Mis padres; grandes empresarios. Mi casa, una bonita choza… o debería decir, enorme y lujosa mansión, justo en una privada; dos plantas, cochera y un jardín, cubierto por césped verde y un camino de piedras cruzándolo. Todo esto rodeado por un muro de grandes bloques… ¿Cárcel? No, yo no la llamaría así, tal vez una fortaleza estaría mejor. La típica nana que cuida de mi desde que tengo memoria  y un hermano mayor… un hermano mayor que me había abandonado sin razón alguna.

Party Rock Athem de LMFAO resonaba en mi cabeza a un volumen considerable, mi cabeza se movía de un lado a otro mientras tarareaba aquella melodía, sobre aquel sillón de cuero color beige. Cualquiera que me viese, juraría que estaba loca, pero gracias al cielo los vidrios estaban polarizados y solo las delanteras iban abiertas. El único que podía verme y catalogarme como tal, era mi chofer; Tony, pero era bastante educado como para evidenciarlo, además llevaba la vista fija en la carretera sin distraerse un minúsculo segundo, el sí que se tomaba su trabajo enserio.

Finalmente después de unos minutos nos detuvimos frente aquella peculiar mansión, Tony abrió la puerta animándome a salir. Tome la colorida mochila a mi lado y baje de un salto de la enorme camioneta blanca. Como de costumbre le dedique un "Gracias Tony" y tras un asentimiento de su parte entre a aquella mansión. Nana apareció al instante por la puerta bajo las escaleras con una amplia y cálida sonrisa de bienvenida.

Hola nana - le sonreí devolviéndole la sonrisa mientras empezaba a subir las escaleras a paso veloz - ¿Merendaras pequeña? - Su voz me detuvo - Hummm… ¿Papa y mama vendrán? - le pregunte recargada en el frio barandal, aunque la respuesta era de esperarse me anime a preguntar después de todo - No hoy querida - su cara se mostró compasiva. Odiaba cuando hacia eso, tenerme pena. Torcí el gesto - Tal vez mas tarde - le dedique una última sonrisa y seguí hasta mi habitación.

Avente la mochila a la cama y yo detrás de ella quedando colgada ligeramente de los tobillos y pies, tome el libro más cercano "Romeo & Julieta" por William Shakespeare y empecé a leer sumergiéndome completamente en un mundo Medieval. No supe cómo o cuando el paisaje comenzó a cambiar y tomar colores refulgentes, llamativos, misteriosos, completamente fuera de lo normal, algo alucinante e imposible de creer. Las texturas se podían percibir a la perfección, los aromas y colores eran real y únicamente exquisitos, me encontraba extasiada. Un crujido sordo me hizo volver a la realidad.

Me revolví en la cama, ahora estaba levemente cubierta por una frazada, el libro se encontraba en la mesita de noche, donde alumbraba una bonita lámpara, mis pies ya no colgaban, había caído la noche y solo la luna llena era notoria en el obscuro cielo que se filtraba atreves  del ventanal ¿Había dormido toda la tarde acaso? Observe el pequeño reloj de madera situado en la pálida pared sobre la puerta; 12:00 exactas. Adormilada, camine escaleras abajo, me adentre en la cocina en busca de un bocadillo. A tientas llegue hasta la nevera que tan solo abrirla ilumino no menos que media cocina. Tome una soda y camine  hacia el microondas. Los ojos se me alumbraron tan solo abrirlo ¡Pollo Frito! ¡Mi Favorito!. Al parecer nana sabía que despertaría con bastante apetito. Saque el plato completo y empecé a mordisquear la primera pieza con lentitud hasta finalmente terminar…

¿Mia? - Alguien me movía - ¡Pequeña despierta! - entonces inconscientemente gire y una sensación de pánico me invadió - ¡Eh! - Pegue un salto y abrí los ojos aterrorizada - ¡Tranquila! Soy yo pequeña - nana se encontraba a mi lado con su mano sobre mi hombro - ¿Dormiste aquí? - ¿Qué? ¿De que hablaba? Parpare varias veces antes de darme cuenta que estaba en la cocina, sentada en el mismo lugar de la noche anterior; la soda o mejor dicho la pequeña lata estaba tirada vacía sobre la encimera y un poco más lejos el plato que horas antes se encontraba lleno de piezas de pollo solo tenía huesos y migajas, me retorcí e inconscientemente me lleva una mano a la espalda, ¡Auch! Me dolía todo - Eso creo - me sentía entumida - ¿Y te comiste toda las piezas tu sola? - señalo el plato con ojos grandes llenos de sorpresa - No - negué. Nunca sería capaz de terminarme 5 piezas completas y mucho menos en una noche, pero… ¡Agh! No recordaba nada - creo - ni yo misma estaba segura de lo que decía - Iré a ducharme, ya es tarde - comente observando el reloj del microondas.