¿Licantropo, Híbrida o Vampira? ✔✔ [Terminada]

#Ataque.

Si está destinado a pasar; pasara.

Repetí inconscientemente. Esme me apretó el hombro para decirme "Estoy aquí" Y después, las dos perfectas líneas que formaban todas las casacas grises, se acuclillaron, ensañaron los colmillos y fueron lanzados como balas hacia nosotros. El escudo se me vino abajo entonces, gruñí y lo volví a lanzar como pocos minutos antes; se disparó en forma ovalada hacia lo largo. Los Cullen, tal como los lobos corrieron agazapándose a mis lados, me aferre al núcleo que emanaba de mi cuerpo y seguí a todos con la mirada caminando yo también hacia adelante. Esme me siguió el paso rozando espalda con espalda por si alguien deseaba atacar como un vil traidor que fuera.

Las rocas toparon fuertemente unas con otras y los rugidos tampoco se hicieron esperar. No podía distinguir a nuestro bando; sus movimientos eran tan rápidos y precisos que parecían un borrón. Ocho de los once lobos que nos acompañaban se encontraban luchando, pero ¿Qué pasaba con los otros tres? Me anime a mirar de reojo y di, con qué; Jacob, Leah y ¿Embry? Nos protegían a  Esme y a mí la retaguardia también. Los ojos obscuros de Jacob me miraron fijamente; sentí un golpe suave amortiguarme en las costillas así que como pude aleje la mirada y sacudí en respuesta. Jane barrió con su malvada mirada a cada uno de los integrantes Cullen, pero no obtuvo resultados. Sonreí ladinamente y pude observar como Aro se le colocaba enfrente para interrumpir nuestro tremendo choque de miradas.

Su piel blanquecina parecía la de un muerto ya que la observaba bien. No era guapo como se suponía eran los vampiros; era totalmente opuesto a ello - ¡Jacob! - grito Esme a mis espaldas, gire como torbellino y entonces un vampiro de aproximadamente dos metros de alto se le lanzo encima seguido de otros dos más flacuchos, pero no por eso menos fuertes. El gigante perro se sacudió y opto por colocarse en dos patas. Leah se apresuró a su compañero enterrándole los colmillos afilados al primer vampiro que encontró. Se escuchó un aullido escalofriante y no logre distinguir de quien venía hasta que Leah cayo de costado retorciéndose; mi concentración viajo a el muchacho lobo siendo atacado. ¡No podía dejarlo solo! Y además Embry no ayudaba ¿Qué era lo que le ocurría?

¡Embry! - le grite, el lobo pareció reaccionar y se agazapo al igual como lo había hecho Leah. Esta vez le toco lidiar con el vampiro más gigante, quien logro lanzarle por los aires - ¡Mia! - Jadeo Esme pero yo no pude quitar mi mirada de ellos. Algo me tomo de la chaqueta, tiro de mí y arrastro a tiempo en que el perro caía en mis pies. Gruñí al sentir su peso aplastarme los tobillos. El vampiro, de al parecer origen asiático salto por encima del cuerpo de Embry inerte y se lanzó con los colmillos abiertos hacia mí. Esme dio un salto cruzándome y cayó encima de este amortiguando en el golpe.

Entera las uñas en la nieve y tire de mis piernas logrando solo quedar más adolorida - ¡Mierda! - gruñí sin éxito alguno. Palpé en mi interior; el escudo había caído conmigo y parecía también dañado. Rogué porque ni Alec o Jane lo notaran. Necesitaba salir; con un último intento tome del pelaje al gigantesco lobo y lo alce, rodé ligeramente hacia un lado y lo deje caer entonces - ¡Oh dios! - un gemido de escapo de mis labios al tocarme el tobillo izquierdo, parecía lastimado. Como pude me reincorpore y observe a mi alrededor; Jacob estaba devorando a su atacante, pero Esme no se encontraba por ningún lugar ¡Ay no!

¡Esme! - grite llamando la atención de Black. Se movió con lentitud olfateando el lugar y movió el osico en negación - No puede ser, no puede ser - me murmure a mí misma jadeante y con las piernas doloridas - ¿Se te ha perdido algo cariño? - cuchicheo una voz a mis espaldas. Me gire con brusquedad y tope con el aniñado rostro de Jane ensimismado en la tranquilidad - ¿Dónde está Esme? - Espete - En un lugar seguro. Ahora… - alzo la cabeza para observar sobre mi hombro y concluyo con un- Es su turno - supe a lo que se refería, pero fue demasiado tarde. Las patas de Jacob se achicaron y después alargaron para saltar por encima mío - ¡Jacob no! - "Dolor" había murmurado ella. El lobo cayó de lleno y comenzó a retorcerse gimoteando.