¿Licantropo, Híbrida o Vampira? ✔✔ [Terminada]

#Epilogo; Ponzoña.

El dolor es desconcertante.

Y es exactamente eso: me sentía desconcertada. No podía entender, no le encontraba sentido a lo que estaba ocurriendo. Mi cuerpo intentaba rechazar el suplicio, pero entonces llegaba la obscuridad que me evitaba y después la agonía, que me absorbía una y otra vez, haciendo aún más difícil mantenerme en contacta con la realidad. Intente hacer que se separaran; dolor y realidad. Pero no lo lograba, era como si me rebanaran a la mirada, me atropellara un camión de carga, me golpeara un boxeador, me pisoteara una horda de rinocerontes y me sumergieran en acido una y otra vez. La realidad era sentir retorcer mi cuerpo y enloquecer, aunque posiblemente no podía moverme debido al mismo dolor.

La negrura se había apoderado de todo y me había arrastrado a una ola de tortura. No podía respirar. Me ardía la garganta. Me estaba haciendo pedazos, partiéndome, cortándome…

¡Quédate conmigo Mia! ¿Me oyes? ¡Aguanta! - ¿Jacob? ¿Esa era la voz de Jacob?

Intente sentir mi corazón, ponerle en marcha, pero me hallaba completamente perdida. Seguí empujando contra la obscuridad, pero eso era solo como un acto reflejo, pues no podía más.

Mia - alguien más hablo, quizá dentro de mi cabeza, quizá no. Ahora todo se resumía a esa irritante palabrilla "Quizá" - Mia resiste - ¿De quién diablos era esa voz? Aquella quemazón infinita volvía abrazarme antes de poder contestarme a mí misma.

Pudieron haber pasado segundos o días, semanas o años, pero en algún momento el tiempo volvió a adquirir significado. Pude sentir como recuperaba el control de mi cuerpo poco a poco. Aunque el incendio no disminuyo ni un solo grado. De hecho, más bien comencé a observar y saborear cada lengua de fuego que atravesaba en mi interior. Continúe sintiéndome fuerte y mis pensamientos se aclararon. Luego, percibí ruidos nuevos y me puse a escuchar atentamente. Eran pasos ligeros, una respiración más pesada y el susurro del aire colarse por una ventana o puerta. Los pasos se acercaron más y sentí presión sobre mi muñeca izquierda.

¿Todavía no hay cambio? - Pregunta - Ninguno - contestan.

Supe, sin duda alguna que si destrababa cualquier parte de mi cuerpo, fuera la que fuera (brazo, dedos, boca, ojos) sería el final de mi autocontrol y me pondría a gritar como loca arrojada a la hoguera - Escucha su corazón Jacob… nunca había escuchado nada tan lleno de vida - ¡Carlisle! ¡Esa voz era la de Carlisle! - Debe estar pasando un verdadero calvario -murmura otra voz que no logro reconocer.

Diez mil novecientos cuarenta y cinco minutos más tarde, unos pasos más ligeros y rítmicos entraron en la habitación - ¿Cuánto más falta? - Pregunto Jacob - Ya no debe ser mucho - contesto las campanillas aturdidoras de Alice. El daño en mí, cambio veintiunmil novecientos diecisiete y medio minutos más tarde: el fuego asfixiante comenzaba a retirarse. Pero después llegaban las malas noticias: el fuego de mi garganta no era igual que antes, porque ahora también me hacía sentir muerta de sed… Tan sedienta. Mi respiración acelero más su ritmo, como si eso fuera posible, y después despego en una hélice hasta desaparecer.

El fuego se encogió, lanzo su última llamarada que sonó como a hueco y ya no hubo ni un sonido más. Ni siquiera una respiración, ni siquiera la mía. Durante un momento, lo único que pude comprender fue la ausencia de aquel fuego abrazador que me había dejado sola y libre al fin.

Y entonces abrí los ojos y mire maravillada hacia arriba.

Y como verán… esto no termina aquí ni ahora y me complace decir, que esto tendrá continuación. No sé cuándo, no sé en donde, pero la tendrá. No os desesperáis… veras que más pronto que tarde, estaremos por aquí. Para más información pasad al grupo oficial:

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