#El tal Edward Cullen.

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¡Tres días Danieel! - Le espeto a mi hermano con tono malhumorado - Llevo tres malditos días y no puedo convertirme - estoy ofuscada. Y las malditas carcajadas del patán de Jacob atascadas en su garganta no me dejan concentrarme en lo absoluto - Ya lo harás - me dice con tono calmado - ¡Claro! Cuando sea una anciana - y ahora sí, el patán suelta la carcajada. Lo fulmino con la mirada ¡Maldito Perro Faldero! Púdrete; le grita mi subconsciente pero me muerdo la lengua y las palabras se quedan atascadas. Algún día no muy lejano se me derramara la bilis.

Sin despegar la mirada de Jacob, observo por el rabillo del ojo como uno lobo se acerca a mi hermano, parece hablarle con la mirada - Voy para allá - le dice y el perro se aleja corriendo - ¿Pasa algo? - pregunto girándome. Parece preocupado ¿Qué le habrá dicho? - Nada importante, Sam quiere verme ¿Podrías quedarte con ella Jacob? - le hecho una rápida ojeada al moreno. Y una vez más vuelven a comunicarse con la mirada - De acuerdo - asiente sin protestar. ¡No! Todo menos el patán. ¿Por qué Seth tenía que ir precisamente hoy con su madre?

No te separes de ella - y por si fuera poco me deja con la palabra en la boca. ¡Danieel las pagara! - Ya escuchaste pecosa, no separarme de ti - de pronto su brazo esta sobre mis hombros. Doy un salto inconsciente, tomo el brazo y lo volcó con dificultad hacia un lado. Si eso pesa su brazo, ni siquiera me gustaría saber cuánto pesa su cuerpo entero - Solo mantente alejado ¿Quieres? - Le advertí comenzando a caminar - ¿O si no que? Te convertirás en una feroz lobuna y me encajaras los colmillos - dijo burlón.

Ni en broma, no deseo tener tu asqueroso sabor en mi boca - mustie haciendo una mueca llena de asco. Si se trataba de arrogancia, yo podría ser la más arrogante de las personas si me lo proponía de eso no había duda, cualquiera que me conociese lo afirmaría. Sentí como mi cuerpo se estrellaba contra el tronco grueso el árbol más cercano e instintivamente mis ojos se cerraron, para cuando estuve consiente el perro faldero estaba a escasos centímetros aprisionándome contra este.

¿Estas segura? - susurro demasiado cerca de mi rostro. ¿Pero qué estaba haciendo? - Más que segura - espete zafándome de su agarre. ¿Era mi imaginación o había más fuerza en mis manos? Gire comenzando a caminar de vuelta a la cabaña, quería averiguar lo más pronto posible que pasaba por allá - ¿Sabes una cosa Moore? Comienzas a cansarme - ¡Ja! ¿Y qué pensaba él? ¿Qué yo estaba en un lecho de flores conviviendo con él? - Pues si comienzo a cansarte deberías correr con Isabella Swan, supongo que de ella nunca te cansas ¿No es así? - sus ojos se abrieron grandes.

¡Ja! ¿A que no te la esperabas Black? Antes de continuar mi andar su enorme mano me sostuvo el brazo con fiereza ¡Au! Lo perfore con la mirada, como hubiese deseado tener rayos en ese momento - Suéltame - ordene con los dientes apretados sintiendo una calor recorrer mi cuerpo - ¿Quién te ha hablado de ella? - gruño, su piel comenzaba a arder más de lo normal. Conviértete cerca de mi perro y te juro que yo haré lo mismo.

Ya sabes, contactos - dije dedicándole una sonrisa cínica. Apretó la mandíbula y sorprendentemente sus ojos se tornaron aún más obscuros. ¡Dios comenzaba a dejarme de circular sangre por el brazo! Un gruñido sordo nos hizo volvernos - ¡Seth! - mi alegría podría haberse visto a kilómetros. Finalmente Jacob me soltó y agradecida corrí a acariciarle el lomo al chico lobo - Me alegra que estés aquí - susurre y pude observar la mirada lesiva que le lanzaba a Black - Esta bien Seth ¿Quieres llevarme?

En menos de medio segundo me encuentro sobre este, montándolo como a un caballo. Hundí los dedos en el pelaje espeso, y así, emprendimos la carrera.

Era increíble como el paisaje se distorsionaba, aun no podía creer la velocidad en la que se podía correr. Y aunque no estaba de lo más a gusto ahí arriba, el aire me reconfortaba, ayudando a no marearme. Deseaba tener una memoria fotográfica y evaluar hasta el más mínimo detalle del bosque. Al llegar no pude evitar dar un tras pie al bajar de Seth -  ¡Wow! Creo que debería acostumbrarme... - el lobo parece sonreír y entonces unas voces interrumpen.

Tengo que hacer solo unas pruebas, no puedo asegurar nada, pero su comportamiento no es de un licántropo - asomo la cabeza y todos parecen horrorizados cuando me ven entrar - Mia - me sorprendió ver al doctor Carlisle ahí, de pie, muy cómodamente junto con otro de su mismo linaje. El chico levanto la vista, observándome como si me evaluara, cual científico a un animal sumamente extraño. ¡Santo Merlín! Sus ojos, eran de un color ámbar hipnotizante, que comenzaban a tornarse a un rojo carmín. Un escalofrió me recorrió la espalda. 

Creí que seguías con Jacob - hablo Danieel llamando mi atención - Ah... Seth me trajo - respondí dándole una mirada fugaz - ¿Qué hace por acá doctor Carlisle? Pensé... bueno, que ustedes... ya saben, no cruzaban el lago - balbuce. El rubio y joven médico sonrió mostrando sus relucientes dientes - Eso es correcto, solo quería comprobar que estuvieses bien - sonreí  con un asentimiento en forma de agradecimiento. A pesar de ser vampiro, era demasiado amable y... humano.

¡Edward! - grita Seth abrazando efusivamente al vampiro de cabellos broncíneos. ¿Con que ese es el famoso Edward Cullen? - ¡Seth! Hermano - Bueno, pero cuanta efusividad - Mia, él es  Edward, Edward ella es Mia - el coreano se apartó de en medio, dándole paso al vampiro más joven, tendría 19 a lo mucho y unos 17 a lo poco - Hola Mia - me ofrece su mano ¡Dios! tiene una voz profunda y sumamente seductora que por poco y me doblan las rodillas.

Tomo su helada mano como tempano de hielo y él le da un ligero apretón a mis dedos haciéndome estremecer - Ho... hola - sonreí.

¿Licantropo, Híbrida o Vampira? ✔✔ [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora