# Buscando explicaciones.

2.3K 167 6
                                    

Baje las escaleras a trote lento, tampoco quería matarme solo por obtener respuestas que ni siquiera deberían de importarme. Di un salto en el último escalón y me arrepentí enseguida, la estancia estaba infestada ¡Rayos! Varios pares de ojos terminaron puestos rápidamente en mi - Buenas noches Mia ¿Quieres cenar? - Pregunto Emily desde la minúscula cocinita - Ah yo... - tartamudeé sin saber que decir. No quería parecer mal educada - verdaderamente, ah, no tengo hambre - negué.

Ahora entiendo tu figura - murmuro una voz gruesa y carrasposa. Gire mi mirada y entonces me topé con sus ojos mirándome coquetamente mientras se pasaba la lengua por sus labios. Corrí la mirada a cualquier otra cosa que estuviese cerca, los panes de canela sobre la mesa por ejemplo; tome uno y lo examine ignorando al chico - ¿Han visto a Seth? - cuestione examinando la mesa. Él no estaba. ¿Había salido hacer guardia también?

Uno de los muchachos que se encontraban alrededor de la mesa soltó una torpe carcajada, casi atragantándose con su panecillo. Fruncí el cejo extrañada ¿Qué le causaba tanta risa? - El pequeño cachorro te quita a la chica Paul. Lastimoso - hablo burlón el chico de cara redondeada y cabello ligeramente rizado. Emily negó con un suspiro - Esta en la parte de atrás - hizo una seña con su cabeza mientras seguía con las manos en aquel tazón lleno de mezcla para cocinar.

Gracias - sonreí y me encamine hasta la puerta del otro lado de la habitación, sentí varios pares de ojos seguirme hasta finalmente salir de ahí. El frio aire me llego hasta los huesos en cuanto puse un pie fuera. Me enrosque con mis brazos en un intento de producir calor para mí misma, pero eso parecía inútil. Entonces ¡¿Dónde diablos quedaba mis dotes de licántropo?! Suspire.

Estaba obscuro y apenas se podía ver más allá del pequeño círculo de pequeñas piedritas que rodeaba la choza, afiance la vista en busca del lobo más pequeño. Lejos, allá donde los arboles comenzaban a poblar estaba el, sentado sobre unas rocas, me sorprendió lo lejano que podía llegar a ver mis ojos. Me encamine hacia el - ¿No estabas dormida? - su repentina pregunta me hizo brincar. ¡Estúpido don de lobo!

Desperté - hable más alto de lo normal, lo cual era sumamente estúpido teniendo en cuenta que su oído era estupendo - ¿No cenaras? - calcule el volumen de mi voz conforme llegaba junto a el - No tengo hambre - negó sin dejar de mirar, hacia donde quiera que estuviese mirando - ¿Te encuentras bien Seth? - fruncí el entrecejo, parecía, ido.

Claro. ¿Dime que haces a estas horas fuera de la casa? - hablo como si de un padre se tratase. Su sonrisa se ensancho y mi sonrisa apareció al instante; todo parecía más fácil y cómodo con Seth que con cualquier otro de la manada - Yo... no podía dormir - confesé sentándome junto a el - ¿Y eso? ¡Ya se! El catre es incómodo para ti, preferirías una cama matrimonial con sabanas nuevas y delicadas... - parloteo - No es eso Seth -reí al ver sus ademanes y gestos - Quería... bueno... quería hacerte unas cuantas preguntas ¿Puedo? - me mordí el labio.

Siempre y cuando no sean preguntas de Preparatoria todo estará bien - sonrió ampliamente haciendo rasgar sus pequeños ojos - ¿Preparatoria? ¿Qué edad tienes? - pregunte extrañada - 15 - susurro. Abrí los ojos y sentí mi mandíbula caer hasta el suelo - ¡¿Qui...Quince?! - balbuce sorprendida. Si admitía que se veía pequeño, pero nunca llegue a creer que tuviera solo quince años - Si ¿Hay algo de malo? - Entrecerró los ojos - No, no es eso - negué rápidamente - es solo que... eres muy joven para esto - hable por lo bajo - No hay edad especifica Mía, ni decisión, solo ¡Lo eres! - eso no parecía molestarle. Hasta había un toque de orgullo en su voz.

Pareces muy orgulloso - mustie fijando la mirada en el panecillo que llevaba medio pellizcado pero sin devorar - ¿Por qué no debía de estarlo? Por algo soy lo que soy, tal vez y tenga una misión, tal vez tu tengas una misión ¿No lo crees? - Sentí sus ojos sobre mí, pero ignore su pregunta, volviendo al tema que venía - ¿Tú no has salido de guardia esta noche? - ahora si lo mire. Sus ojos parecieron inspeccionarme y dieron en cuenta que no quería hablar del tema del orgullo y todo eso así que respondió.

No, Sam dice que soy muy pequeño para hacerlo - puso los ojos en blanco - ¿Sabes por qué hacen eso de la guardia? Sé que hay peligros en el bosque pero, bueno - me ruborice un poco - son más fuertes ¿No? - Simplemente no podía usar el término "SOMOS" - Hay distintos tipos de peligro Mia, ni siquiera nos preocupamos por los animales, con solo vernos huyen - se rio ligeramente - pero hay otros - su rostro se tornó serio. Sabía bien a donde iba con esto; Vampiros.

Pero ¿Qué los Cullen no eran inofensivos? - Pellizque ligeramente el pan y me lleve a la boca las pocas migajas que había obtenido - Ellos si - asintió - ¿Hay más? - Sofoque un jadeo de sorpresa - Los nómadas, los no vegetarianos - prosiguió mirando a la obscuridad del bosque. La piel se me erizo - Pasan por aquí de vez en cuando, no con frecuencia, pero bueno... - pareció titubear ante lo que quería decir ¿Pero bueno que? Lo mire fijamente - siempre hay que estar alerta - me miro y curvo sus comisuras ligeramente hacia arriba. Entrecerré los ojos aun observándolo; algo me estaba ocultando y lo iba a averiguar.

¿Pastelillo? - ofrecí tratando de ocultar mi "perverso" plan. Pareció contrariado con mi repentino cambio de tema, pero gustoso acepto - ¿Qué le pasa a él? - cuestione observándolo comer - ¿El? - hablo con la boca llena, en cualquier otra ocasión eso me hubiese parecido asqueroso y gracioso a la vez, pero ahora ni un poco importaba - El que me salvo del vampiro - recordaba su nombre a la perfección, pero no quería ser demasiado obvia, ni mostrar mi repentino interés hacia el guapo pero irritante chico.

Jacob - me recordó el nombre - El - asentí inocentemente, verdaderamente nunca se me había echo difícil mentir, diría que era un experta en hacerlo - Rencor, ya te lo dije - meneo la cabeza de arriba abajo como si estuviese bailando - Pero... ¿A quién le tiene tanto rencor? - enrolle mis piernas sobre la roca, cosa que solía hacer cuando estaba intrigada o curiosa ante una situación.

Se supone que no debería de hablar de esto - negó haciendo una ligera mueca, observándome fijamente - No le diré a nadie que tú me dijiste, lo prometo - jure elevando mi palma derecha, ¿Así es como se hacía jurar no? - Ese es un problema - sonrió con sorna - ¿Por? - no lograba comprender su vocabulario a medias - Bueno, nosotros; los licántropos, solemos oír los pensamientos del otro, cuando nos transformarnos - explico.

¡Ay no! Eso no era verdad ¡Ni siquiera tendría privacidad! Bueno, no tendría que pasar por eso, porque cuando aprendiera a controlarme, nunca más volvería a transformarme - Ese no es un problema - negué sonriente - Aun no puedo convertirme y cuando lo haga será mi primer y última vez - Seth lo medito durante unos instantes. ¡Como hubiese deseado leerle la mente gusto ahora!

De acuerdo - suspiro reacomodándose en su asiento. Sonreí victoriosa y me gire completamente hacia el - ¿Recuerdas los nombres de los Cullen? - seriamente, solo el del doctor - Algunos; Alice, Carlisle y Edward - confesé con los ojos hechos rendija. Nunca había sido buena recordando nombres ¿Lo había mencionado ya? - Edward, él es más que un enemigo ancestral para Jacob - ¡Y una vez más venían sus frases incompletas!

¿Cómo? - hice una mueca ¡Ojala viera mi controversia! - Digamos que Edward tiene algo que Jacob desea - sonrió divertido - A Isabella Swan, la hija del Sheriff de Forks - Forks. Así se llamaba este lugar, lo había visto precariamente sobre la carretera en la que veníamos - Ah - dio un suspiro - Es una larga historia Mia, enserio no quieres escucharla - negó haciendo gestos - ¡Por favor Seth! Claro que quiero, además tenemos toda la noche - asegure firmemente - ¡Por favor! - pestañe repetidas veces haciendo un ligero puchero.

¡Está bien! - Rodo los ojos con una sonrisa en el rostro - Ponte cómoda - aconsejo.

¿Licantropo, Híbrida o Vampira? ✔✔ [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora