¿Ella está bien? - Pregunto una voz bastante conocida - Si, tan solo sufrió una impresión muy grande - ahora una voz femenina - Esto ayudara - al instante un asqueroso aroma me inundo la nariz llegando hasta la cabeza. Me revolví, me ardía la garganta y todo me daba vueltas - Mia - suspiro la primera voz - ¿Qué…? ¿Qué paso? - Tartamudeé enderezándome - Tranquila - susurro la segunda voz ayudándome. Una chica de unos veintitantos; morena, cabello obscuro, ojos color café y una cicatriz cruzándole el rostro, bastante fea a decir verdad.
Da…Danieel - llame a mi hermano buscándole con la mirada. El chico estaba justo al pie de la cama - Los dejare para que hablen - susurro la morena saliendo de la habitación con una sonrisa amable - Lo lamento - soltó con voz queda rodeando la minúscula cama y sentándose en el borde de esta, justo a mi lado. ¿Qué era lo que lamentaba? - No - le acaricia la mejilla - Tú no eres el culpable de que aquel animal se me echara encima - Sentí pavor al recordarlo ¿Cómo había salido viva? - Por cierto… ¿Cómo es que…? ¡No me lo explico! - parpare con una sonrisa nerviosa.
Mia - me freno poniéndose de pie - ¿Qué? - Fruncí el entrecejo contrariada - La cosa que te ataco… no era un animal - sacudí la cabeza de lado a lado - ¿Cómo? - lo imite y me pose frente a el - Recuerdas - tomo aire - ¿Recuerdas días antes a mi partida? - la pregunta me saco de onda ¿Qué tenía que ver ello en esto? Asentí con los brazos cruzados - Dormías mucho, comías en exceso sin engordar, algo que me molestaba enserio - reí divertida, él también lo hizo - Y… aquellos ataques de ira tan… repentinos, dabas miedo - admití con la cabeza gacha. Aun lo recordaba - ¿Mamá y papá te contaron algo?
Dijeron que tenías estrés - me encogí de hombros - Típico de ellos - bufo caminando a la salida y de regreso - No estaba pasando un buen momento Mi -susurro - Esos cambios me llevaron a lo que ahora soy - ¡No estaba entendiendo NA-DA! - ¿Pues que eres? - enarque una ceja ¿Tan malo era? - Un hombre lobo - soltó de repente - ¡Estas bromeando verdad! - reí divertida ¡Valla ocurrencias de mi hermanito! ¡Ser un hombre lobo! ¡Claro y yo era caperucita roja! - No Mia, no estoy bromeando - contesto serio cruzándose de brazos - Y tú lo eres también - sentí un peso caer en el estómago y el mareo volvió, la sonrisa se me borro al instante - ¿Qué pretendes? - Tartamudee atontada - ¡Deja de bromear así Danieel! - Le reprendí - No estoy bromeando en nada - insistió - Tu madre es el responsable de ser lo que somos, ella nos lo heredo - su voz se volvió despechada y empezó a encararme - ¡Estas mintiendo! - grite exasperada ¿Cómo culpaba a nuestra madre? No sería la mejor del mundo, pero al fin y alcabo nuestra madre - ¡No! ¡Tú lo eres y lo sabes! Tienes esos ataques de hambre, de sueño y aquella pelea en el Instituto - Lo mire hacia arriba dando un paso en falso hacia atrás.
¿Cómo sabes lo de la pelea? - fue perdiendo estatura - Nunca te deje, siempre estuve ahí, aunque tú nunca me viste - relato con voz más suave y una ladina sonrisa en sus labios - Esto es lo que eres - dicho esto su cuerpo empezó a vibrar rápidamente, echo su cuerpo hacia adelante y se rasgó por completo; me hice a un lado por puro impulso y reflejo cuando sus garras cruzaron por mi cara. Orejas, rabo, hocico y un espeso pelaje café obscuro.
Esto debía ser una mala broma.
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¿Licantropo, Híbrida o Vampira? ✔✔ [Terminada]
FanficMia es una chica común y corriente, o al menos eso cree hasta que se ve envuelta en un mundo sobre natural. Un mundo de cuento de terror, rodeada de lobos y vampiros, siendo ella el blanco principal. _________________________________________________...