Prólogo

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Nunca digas "Nunca" porque no sabes si en un futuro terminarás haciendo o diciendo ese algo que alguna vez dijiste "Yo nunca" lo haría o diría. ¿A qué voy con esto? Verás, desde que tengo memoria me educaron para ser un hombre hecho y derecho y hacer lo típico ¿no? Terminar mis estudios, graduarme, tener una carrera, quizá casarme, tener hijos y ahora sí me tocará a mí educarlos de la mejor manera posible. Recuerdo que toda mi vida la estudié en colegio, incluso mi universidad fue en un colegio muy prestigiado, mis padres siempre quisieron darme lo mejor a cambio de que yo también les diera lo mejor de mí y ellos vieran que todo su esfuerzo valía la pena. Creí que estaba haciendo bien las cosas pero no, hasta cierto punto no.

Soy un chico que tiene ciertos complejos con si mismo y no lo digo por mi físico, es sólo que nunca fui bueno haciendo amigos, la verdad es que mi carácter es muy temperamental y mi forma de pensar siempre fue muy distinta a la de los demás. Me enfocaba mucho en mí mismo, hay muchas cosas que ni siquiera se me cruzaban por la mente, cosas que las personas de mi edad las consideraban "parte de la etapa" y no había nada malo en ello, por ejemplo, hacer trampa en un examen o salir corriendo a la cooperativa de la escuela para comprar primero que todos tus alimentos eran cosas insignificantes de un niño, a lo mejor de primaria o secundaria, de un chico de preparatoria o universidad, fácil, ir a fiestas, tomar alcohol hasta perder la conciencia, drogarse, tener sexo o incluso enamorarse también eran cosas insignificantes y más en un lugar como lo es Belleville, Nueva Jersey, pero para mí claro que tenían importancia.

Creo que yo era el "raro", pero no me dejaba llevar por el qué dirán, no hasta que conocí a alguien, ahí toda mi vida dio un giro de 360 grados, pasar demasiado tiempo en mi propia burbuja hacía que en ocasiones desconfiara de los demás, pero lo que me decían no me convencía o no le daba importancia, eso hizo que sólo una vez yo me llegara a enamorar y no me arrepiento de ello pero si me costó mucho trabajo enamorarme y hacerlo de quien creo yo, la persona indicada, ambos sufrimos mucho pero, vamos, jamás creí que se enamorarían de mi persona, de alguien sin chiste, alguien tan diferente a los demás, alguien que según no se enamora de nadie, alguien como lo soy yo, Frank Iero.

QUÉ ME HICISTE GERARD WAY (Frerard)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora