1°Noche de Halloween

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FRANK

Es sábado y no tengo ganas de nada, sigo acostado en la cama de mi habitación, veo la hora 12:53 pm. Vaya, me sorprende que no haya entrado mamá a decirme que me levante, que dormir mucho es malo, que no comer a mis horas también lo es, que haga algo productivo, arreglar mi cuarto, sacar al perro, bañarme, bueno, bañarme sí, ya me hace falta.

-Frankie.

Genial, creo que la invoqué, sólo una persona me llama así y es Linda Priccolo, mi mamá, contesto con un "¿Mmh?" y mis padres entran a mi habitación, esperen, ¿mis padres? Por un momento me exalto y no sé porqué presiento que me van a regañar, pienso en todas las tonterías que he hecho los últimos meses.
Me siento al borde de mi cama y los veo en la entrada de mi habitación con un pastel, ¿un pastel? Bueno, por lo menos eso significa que no me van a regañar, hasta ahora, aún así no entiendo nada, observo el calendario que está colgando de mi pared, 30 de Octubre, pero es de ayer, viernes, significa que hoy es 31, es mi cumpleaños. Wow, esta fecha es preciada para mí pues a parte de que me hago un año más viejo es Halloween amigos, la mejor festividad del año y no sé cómo es que lo olvidé, si no fuera porque mis papás ya están cantándome "feliz cumpleaños" olvidaría que están presentes.

-Felices 16 años, cariño- Veo a mamá sentarse en la cama junto a mí y me extiende el pastel en sus manos, pero que linda es.

-Frank, tu madre y yo no sabíamos muy bien qué regalarte así que optamos por darte...-

Y dejo de escuchar a papá, él sigue hablando pero realmente lo ignoro ya que me extiende una hermosa guitarra blanca, la tomo y no lo puedo creer. Mi abuelo y mi papá hace tiempo, cuando yo era mucho más pequeño tenían una banda. Se ponían a tocar en el garaje y yo siempre fui su más grande fan, decidí empezar a tocar instrumentos desde los once años, por un tiempo toqué el saxofón pero me aburrió así que me hice amante de la guitarra, lo cual, para mis dieciséis ya cumplidos diré que soy el mejor, no es por presumir pero soy un as.

-Frank, cariño, ¿te gustó el regalo?

-Me encantó, muchas gracias.

La verdad es que preferí tomar la guitarra que el pastel, ese puede esperar, mamá lo dejó sobre mi escritorio y con un beso en la mejilla de su parte, un abrazo de Cheech, mi papá, se despidieron y me volvieron a dejar solo. Observo la guitarra una vez más, es preciosa, es perfecta pero no sé muy bien qué hacer, no sé si tocar alguna melodía con ella o si mejor la guardo y la conservo intacta, así que mejor la dejo sobre la cama, que por cierto huele mal, ah no, el que huele mal soy yo, eso hizo que recordara que ya tengo que bañarme.

*

En cuanto el agua cae sobre mi cabeza oigo que tocan la puerta principal, no puede ser, cuando por fin decidí ducharme, salgo del baño y veo la hora 03:11 pm. Sí amigos, cuando digo que haré algo solamente lo digo pero tardo hasta horas en hacerlo, como ahorita. Siguen tocando la puerta, ¿pero por qué no abren mis papás? Vale ya, me amarro una toalla a la cintura y tengo que secarme bien porque si mojo el perfecto piso de mamá a pesar de ser mi cumpleaños es capaz de matarme.

Espero un minuto más para secarme bien y bajar, siguen tocando la puerta con tanta insistencia, ahh, ¿serán los testigos de Jehová?, abro y...

-Idiota, ¡feliz cumpleaños!- No alcanzo ni a reaccionar cuando siento que ya me quedo sin aire gracias a unos delgaduchos brazos que me hostigan.

QUÉ ME HICISTE GERARD WAY (Frerard)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora