Capítulo 1

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(...)

–¿Estás seguro de que es esa chica la que buscamos?

–Completamente. Mira su perfil, Melany, mujer, 16 años, y observa su aspecto: pelo negro, ojos azules... Es la misma descripción que nos dieron.

–De acuerdo, prepara todo lo necesario, tiene que estar aquí hoy mismo.

–Entendido. Esto... ¿Qué crees que harán con ella?

–No tengo ni idea. Pero la jefa no va a permitir que ella siga arruinando sus planes.

–No querrás decir que...

–Seguramente... Esta chica no dure mucho aquí.

(...)

MELANY

–Bien, saquen sus cuadernos, vamos a hacer las páginas 80 y 81.

Saqué el cuaderno como dijo el profesor y empecé a hacer los ejercicios.

Me gusta hacer las tareas al lado de la ventana, ya que puedo observar el exterior mientras oigo a los pájaros, las hojas de los árboles moviéndose y los gritos de las personas que están jugando en el patio. Me suelo sentar en la última fila de la clase, tanto, que se ha convertido en costumbre. No me gusta estar delante. Sentir como un montón de personas pueden estar observándome es algo que me da escalofríos.

La verdad no me gusta relacionarme mucho, soy una chica un poco cerrada con las personas. Prefiero observarlas sin hacer daño a nadie. No considero a muchas personas mis amigos, pero sí a dos personas muy especiales para mí. Uno de ellos se llama Kevin Martínez, que está en la misma clase que yo. Tiene el pelo corto, castaño y los ojos miel. La otra es Carla Fernández, que se encuentra en la clase de al lado. Tiene el pelo largo, rubio y los ojos avellana.

He pasado muchos años con ellos, y son algo muy valioso para mí.

Como ya dije, no soy una persona sociable, ya que tengo mis motivos, los cuáles a veces me gustaría olvidar, pero claro, eso es difícil en mí.

Debido a que tengo el don de memorizar las cosas nada más verlas u oírlas.

Sí, por extraño que suene, es así.

Todo lo que escucho y veo se queda guardado en mi mente y lo puedo recordar como si fuera un hecho que hubiera surgido ayer.

Gracias a esto puedo sacar buenas notas en las materias, pero claro, no todo son ventajas.

Este don no fue algo que conseguí al nacer. Fue a los 11 años, una edad y una época que es difícil de superar.

Yo antes era una niña que le gustaba relacionarse, es más, tenía muchas amistades. Pero con el paso del tiempo las fui perdiendo.

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