CARLA
–Sí, ya está todo bien.–dijo Sofía.
Ya era el día, el día en el que Kevin se confesaría y mi mundo se vendría abajo. Sofía vino con nosotros hacia el instituto, hablando de lo que a Alex y a ella les había pasado estos días.
–Entonces... Vosotros dos sois... ¿Novios?–dijo Kevin señalándolos.
Sofía sonrió colorada. Alex asintió con una sonrisa. Que suerte tenían algunos.
Dirigí mi mirada a Melany, que sonría y les felicitaba por su relación.
Ella, mi mejor amiga, la que conocía desde que era una cría. La envidiaba, mucho, demasiado. No sabía la suerte que tenía, Kevin es una gran persona, siempre se preocupa por ella, siempre la cuida, la ayuda, la hace reír...
El único milagro que puede ocurrir es que ella lo rechace y con el tiempo lo supere y...
Se fije en alguien que sí lo quiere de verdad.
Llegamos al instituto y me despedí de todos.
–Hey,–Kevin me detuvo agarrándome del hombro.
–¿Q-Qué?
–Ocúpate de que todos bajen y me quede solo en el aula, por favor.
–Ah, sí.–entré en mi clase bruscamente.
–Oye Carla.–dijo y me giré hacia él de nuevo.
–¿Sí?
–Gracias.
–D-De... De nada...–dije tímida, Kevin se giró y entró en su clase.
(...)
Iba al servicio, quedaba poco para que sonara el timbre del recreo. Quería refrescarme la cara y asimilar un poco todo lo que iba a pasar.
–¿Qué piensas?–me detuve en la puerta al oír la voz de Melany, estaba dentro.
–No lo sé... Pero si te gusta Kevin, no puedes evitarlo.
¿Qué?
–Pero no quiero que Carla y yo tengamos un problema...
No puede ser.
–Ay, Mel... Carla lo tendrá que entender, habla con ella.
–¡No, Karol! Todavía no...
Sonó el timbre del recreo, me fui corriendo a mi clase, cogí las cosas y me puse la mochila.
No puede ser verdad...
¿Desde cuando a Melany le gustaba Kevin?
¿Cuánto tiempo llevaba ocultándome eso?
Sentí un nudo en la garganta, estaba claro que ellos dos estaban hechos el uno para el otro y yo simplemente... Sobraba.
Se acabó. Ya no puedo hacer nada.
–¡Hey, Carla!–Me giré hacia la puerta y ahí estaban Kevin y los demás.–¿Vienes?
Intenté calmarme durante unos segundos para que ellos no tuvieran que preguntarme qué me pasaba.
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Imborrable
De TodoYo sólo observaba sus acciones, pero nunca les tomaba importancia. Esas personas dejaron de verse, pero nunca me preocupé. Mi mejor amigo por el que descubrí tener sentimientos hacia él, desapareció sin dejar rastro, nadie se acordaba de él, no habí...
