Min Yoongi es un joven que a pesar de sus malas experiencias amorosas aún cree en ese amor perfecto que sólo se puede ver en los cuentos. Es así como cae totalmente enamorado por SeokJin.
Pero para SeokJin las cosas del amor no son tan simples, él p...
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Al entrar a su hogar lo esperaban con ansias su padre y hermana menor que ya era toda una adolescente de quince años obsesionada con las redes sociales.
— Hey Olivia que haces, vamos no me grabes en estas condiciones — Tapó su rostro para no ser grabado por su hermana que seguro subiría esas imágenes a todas sus redes sociales ya que siempre presumía con sus amigas lo guapo que era su hermano mayor.
— Querido hermanito volviste y debo documentar todo este momento, mis seguidoras lo agradecerán — Mientras decía esto lo abrazaba debido a lo mucho que lo había extrañado durante estos años.
Mientras los hermanos se abrazaban fuertemente el señor Min observaba la escena con emoción, muchas veces había soñado con este reencuentro y poder estar nuevamente los cuatro reunidos. El hombre se unió al abrazo que aun mantenían sus hijos, sonreía de felicidad de tener a su hijo de regreso.
Nunca estuvo de acuerdo con enviar a Yoongi al extranjero y mucho menos que estudiara algo que no le gustaba, pero su mujer era la que tomaba aquellas decisiones y el muchas veces sólo asentía. Se arrepentía de no haber dado su opinión al respecto en ese momento. Agradecía profundamente que su hijo haya tenido las agallas para replantearse su futuro.
Olivia se había ido al colegio luego de los múltiples abrazos y la breve conversación en la cual quiso indagar si había conocido a algún chico en el extranjero. Su hermana siempre ha soñado con un chico sexy y guapo para su hermano, pero aquel hombre aun no ha llegado.
Su padre lo invitó a su despacho el cual se encontraba en el segundo piso de la casa, ese lugar era el espacio donde su padre se inspiraba para escribir sus libros. Yoongi tiene buenos recuerdos junto a su padre en aquella habitación. El hombre siempre le pedía que tocará alguna pieza musical en aquel viejo piano de su abuelo paterno que se encontraba en aquella habitación.
El pelinegro jamás se negaba ya que tocar aquel instrumento musical era su gran pasión, su padre agradecía aquella relajante melodía que acompañaba sus días de inspiración para la creación de un nuevo capítulo de sus novelas.
— Yoongi ven acércate — Golpeó suavemente el sofá indicándole que se sentara a su lado — No creas que te daré la charla que de seguro tu madre ya te dio camino a casa. Sólo te diré que tomes este nuevo comienzo como un impulso para seguir tus sueños. Lamento no haber apoyado tu iniciativa de estudiar música, me alegro que te hayas dado cuenta que aquella carrera que eligió tu madre para ti no era lo que realmente llenaba — Lo abrazó mientras unas lágrimas caían por sus mejillas.
Yoongi valoraba cada palabra que su padre le dedicaba. Intentó no llorar frente a aquel hombre al cual tanto había extrañado pero no emocionarse con esas palabras era casi imposible, apenas podía hablar de la emoción sólo pudo darle las gracias por entender los motivos de su regreso.
Su padre es su ejemplo a seguir, siempre ha admirado su dedicación en cada novela que se empeñaba en crear. También admiraba la tenacidad que poseía su madre a pesar de ser una controladora empedernida. Precisamente esta particular característica la había ayudado a obtener un gran éxito en el rubro empresarial, ocupando un lugar que pocas mujeres habían logrado alcanzar. Todas estas características lo hacían sentir profundamente orgulloso de las personas que tenía por padres.
