Mark despertó a la mañana siguiente, un tanto adolorido y cansado. No había dormido muy bien, lo cual era ya algo bastante usual, y sabía que todo tenía que ver con Yoon Oh. Su matrimonio se estaba cayendo a pedazos y estaba consciente de ello. Lo odiaba, porque había dejado todo atrás para casarse con él. Admitía que había sido muy feliz al principio, pero todo había tomado un camino un tanto siniestro luego de unos meses, y ahora no sabía si quería seguir con esto o no. Donghyuck le había dicho varias veces que lo dejara, pero estaba asustado y sinceramente aun amaba a Yoon Oh, y esperaba que todo fuese como antes otra vez.
Con un poco de dificultad, se levantó de la cama y caminó hacia el baño. Lo primero que notó al ver su reflejo en el espejo fue el moretón en su pómulo. No era la primera vez que Yoon Oh lo golpeaba durante una discusión, pero aún no dejaba de odiar eso. Ni siquiera sus padres le habían puesto una mano encima cuando era niño, y ahora su esposo hacía lo que quisiera con él. Lo golpeaba a voluntad, lo obligaba a tener sexo con él y lo obligaba a quedarse en casa todo el tiempo, como un esclavo o algo parecido. No era como si él fuera un fanático de salir todos los días, pero apreciaría tener su propia libertad.
A veces, realmente se preguntaba cómo seguía con él, pero luego recordaba que no tenía a donde ir, ni familia a quién recurrir. Estaba solo.
Luego de tomar una larga ducha, se vistió y sacó el maquillaje para cubrir su moretón. Sabía que había algunas personas del personal estaban conscientes de las atrocidades que hacía Yoon Oh, pero él personalmente odiaba ver los moretones, porque le recordaban cuan miserable era su vida. Por un momento quería imaginar que su vida no era un desastre, que era feliz con su vida y con su matrimonio, y el maquillaje le ayudaba con ello.
—Hola, amor. Buenos días —escuchó que hablaron detrás de él, y por el reflejo del espejo, pudo ver a Yoon Oh con una sonrisa. Lo vio acercarse y lo abrazó por la espalda antes de darle un beso en la mejilla. Siempre era así; a la mañana siguiente, pretendía que nada había pasado, y volvía a ser esa amorosa persona de antes. No sabía que le enfermaba más, si su actitud violenta, o su actitud hipócrita—. ¿Cómo estás?
—Bien —respondió un tanto desganado. La única vez que le había reprochado su hipocresía, había terminado con varios moretones en el rostro, llorando y en su cama, sangrando por el desgarre. No quería que pasase eso de nuevo, ni loco, así que simplemente le seguía ese juego macabro.
—Qué bien —besó su mejilla de nuevo y comenzó a quitarse la ropa—. Oye, hoy iré a trabajar un rato y luego le pediré a Youngho que te lleve a un lugar especial. Te tengo una sorpresa —le dijo con una amplia sonrisa, mientras Mark se limitaba a sonreír un poco y a asentir como respuesta.
Se apresuró a terminar se cubrir el moretón y salió de la habitación para ir directo a la cocina para conseguir su desayuno. No quería siquiera verlo.
—Buongiorno —saludó a la cocinera italiana mientras entraba a la cocina y tomaba una manzana. Por alguna razón, a Yoon Oh le gustaba tener personal de todas las partes del mundo, así que había gente de Italia, Francia, Ucrania, Colombia, Estados Unidos, China y muchos países más trabajando para ellos. Era un tanto difícil la comunicación, ya que la mayoría no hablaba coreano, pero lograba comunicarse un poco con ellos en inglés, además que ellos empezaron a aprender más coreano mientras estaban trabajando en esta casa.
—Buenos días, mi niño —la señora respondió con una gran sonrisa, en un inglés con ligero acento. Era una mujer de unos 60 años, y era como su madre. Siempre había sido amable con él y lo cuidaba mucho, además de ser la única que no lo llamaba joven Lee. Ella siempre le comentaba que le recordaba a su nieto—. ¿Cómo estás? —preguntó un tanto preocupada. Mark jamás le había comentado nada sobre el abuso de Yoon Oh, pero ella lo había supuesto, por el maquillaje la actitud del joven. Ella había trabajado con Yoon Oh desde mucho antes que se casara con Mark, primero trabajando para sus padres y luego para él, así que había conocido la actitud del chico canadiense antes que los problemas con su esposo comenzaran.
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Línea de Fuego | JohnMark
FanfictionMark Lee es el esposo de Yoon Oh, uno de los empresarios más importantes de Corea. Pero, lo que Mark ignora, es que es también uno de los mafiosos más peligrosos y buscados del país. Debido a sus actividades ilegales y que la vida de Mark se encuent...