Línea de Fuego | JohnMark

14.

Mark despertó una hora después, un poco sobresaltado. Se sentó en la cama y miró alrededor, dándose cuenta de que estaba en su habitación, solo.

¿Habría soñado todo eso?

Por un momento ese pensamiento cruzó su cabeza porque se dio cuenta que tenía su ropa puesta también.

—¿Johnny? —preguntó mientras se levantaba de la cama lentamente. En ese momento, la puerta de su habitación se abrió, y Yoon Oh entró a la habitación. Se veía claramente molesto—. J -Jaehyun —el menor tragó fuerte, nervioso ante el semblante de su esposo.

—Eres una maldita zorra —le dijo y azotó la puerta tras él, acercándose a Mark—. Te estás acostando con John Seo, ¿no? —cuestionó mientras se acercaba y el menor se alejaba de él rápidamente. Mark estaba aterrado, sabía que era una pésima idea acostarse con Johnny, y había sido un idiota por creer que Yoon Oh no se enteraría. Tenía muchos contactos y conocía a mucha gente, claro que se iba a enterar.

—¡RESPÓNDEME, ZORRA! —le gritó furioso y se abalanzó sobre Mark, golpeándolo sin piedad—. ¡Yo te lo di todo, y me traicionaste! ¡ERES UN MALDITO, NIÑATO DE MIERDA! —Yoon Oh continuaba gritando mientras golpeaba a Mark en el rostro, pecho, abdomen, por todos lados. Estaba furioso, quería matarlo.

Mark se limitaba a gritar y a suplicar que parara y que lo disculpara por engañarlo, diciendo que no lo haría de nuevo, pero Yoon Oh no lo escuchaba, y solo continuaba repartiendo golpes hasta que se sintió débil.

Sabía que moriría allí mismo, y no pudo evitar pensar en Johnny...

—¡Mark, despierta! —Johnny continuó moviendo a Mark, hasta que el menor abrió los ojos de golpe y jadeó.

Temblando de terror, Mark miró de nuevo a sus alrededores y se dio cuenta que aún estaba en la habitación de huéspedes con Johnny.

Había sido una pesadilla.

—Are you OK? —le preguntó el mayor, preocupado ante su reacción. Había salido de la habitación por un momento, pero cuando volvió, vio a Mark llorando y gritando aún dormido, e intentó despertarlo.

Mark no respondió y sólo comenzó a llorar, abrazando a Johnny y aferrándose a su camisa. Se había sentido tan real, pudo jurar que sintió a Yoon Oh sobre él, golpeándolo sin piedad. Johnny acarició su espalda y se sentó a su lado para acercarse a él.

—Ya está... Ya pasó. Él no está aquí —el mayor susurró para calmarlo, porque Mark había estado gritando el nombre de su esposo, así que supuso que tuvo una pesadilla con él—. No te puede hacer daño.

—P -pensé que s -se había enterado —susurró, aun temblando por las terribles imágenes que aún pasaban frente a sus ojos.

—Tranquilo, nadie se ha enterado de nada —Johnny susurró y besó la frente del menor. Ahora se daba cuenta lo realmente asustado que Mark estaba. Le temía a su esposo, y eso no estaba bien, en ningún sentido.

Continuó acariciando su espalda y susurrando palabras tranquilizadoras por un poco más, hasta que sintió que Mark ya no temblaba de miedo. Se separó un poco del abrazo y miró al menor, aún preocupado.

—¿Estás bien? —le preguntó de nuevo y se acercó un poco para dejar un pequeño beso en sus labios.

—Sí... Gracias, perdón por asustarte —le dijo Mark, sonriendo un poco por el beso.

—No te preocupes, solo me preocupaba que te hubiese pasado algo —respondió Johnny con una sonrisa. Mark negó con la cabeza y suspiró. Abrazó a Johnny de nuevo y aspiró el olor de su ropa; era muy agradable y bastante adictivo. Quería quedarse allí toda la vida, si pudiese. Se sentía protegido y seguro, incluso más que cuando estaba con Yoon Oh.