13.

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No se dieron cuenta de cómo o cuándo, pero pronto ambos se encontraron en la habitación de huéspedes de la casa. Habrían estado en la habitación de Mark, pero él se había rehusado a entrar allí, porque aún se sentía mal por hacer eso. Pensaba que no era justo para Yoon Oh.

Entraron a la habitación aún con sus labios conectados, y Johnny rápidamente jaló a Mark a la cama, donde se sentaron y besaron aún más, mientras sus lenguas se enredaban en su típica lucha por poder.

—E -espera, Johnny —Mark interrumpió el beso poco después, mientras empujaba a Johnny gentilmente—. Es que no sé si debamos hacer esto, ¿sabes? Cualquier cosa podría salir mal. O sea, cualquiera podría entrar a la habitación y vernos aquí, y se haría un lío terrible porque sabes cómo es Yoon Oh de celoso y posesivo y cosas así —se detuvo nada más cuando notó que Johnny sólo lo observaba—. ¿Qué?

—Hablas demasiado —comentó Johnny con una sonrisa burlona, a lo cual Mark respondió con una risa nerviosa.

—Perdón, es que estoy nervioso —Mark rió nerviosamente. Le recordaba a su primera vez con Yoon Oh. No dejó de hablar ni por un segundo durante todo el acto, pero a Yoon Oh no pareció importarle, porque no le ordenó que se callara e, incluso, reía con él y de las tonterías que decía.

—No estabas nervioso la primera vez que lo hicimos —le dijo Johnny mientras se acercaba a dejar un pequeño beso en los labios de Mark.

—Porque los 5 tequilas que tomé en la fiesta hicieron maravillas y me relajaron. Pero ahora estoy completamente sobrio y consciente de lo que voy a hacer contigo y aquí, digo, en la cama de huéspedes, lo que me recuerda que tengo que lavar las sábanas luego de esto y.... —no pudo continuar porque los labios de Johnny lo obligaron a callarse. Estaba temblando y se aferraba a la camisa del mayor.

No le asustaba el hecho que pudiese lastimarlo porque sabía que Johnny jamás lo haría, pero no dejaba de pensar en su esposo, en el hecho que estaba a punto de dormir con su guardaespaldas por segunda vez, que era su aniversario, y miles de cosas más. Su mente estaba hecha un desastre total, y eso no le dejaba seguir. Su conciencia no paraba de decirle que estaba mal y que estaba engañando a Yoon Oh, cuando él se encontraba trabajando.

—Tranquilo —susurró el mayor sobre sus labios y sonrió—, nadie se va a enterar de esto —le aseguró y tomó su mano—. Pero si te sientes mal no tenemos que seguir con esto. No voy a forzarte a hacer algo que no quieres —sonrió de nuevo y se alejó del menor, quien jugaba con el borde de su camisa y mordía su labio.

—Es que... Sí quiero hacerlo —susurró el menor nerviosamente, tomando la mano de Johnny—. Pero tengo miedo de que alguien se entere de eso. Me hará ver como un infiel, y Jaehyun podría lastimarte.

Johnny acarició su mejilla y tomó su barbilla gentilmente para que levantara su cabeza y lo mirase.

—Yo me encargaré que nadie se entere de esto, ¿sí? ¿Confías en mí? —Mark asintió tímidamente—. Entonces no hay nada que temer, Mark. Todo va a estar bien.

Mark tragó fuerte y respiró hondo para relajarse. Confiaba en Johnny, y si él decía que nadie se iba a enterar, le creería. Y ya estaban aquí, ya no se podía retractar.

Asintió lentamente y se acercó a Johnny para besarlo de nuevo. El beso se profundizó poco después, y Mark solo empujó a Johnny a la cama para ponerse sobre él mientras sus lenguas se enredaban en una pelea por dominación. El mayor sonrió suavemente y puso sus manos en la cintura del menor, moviéndolas hacia el borde de su camisa. Comenzó a subir la lentamente, esperando a que Mark lo detuviera, pero no lo hizo.

Línea de Fuego | JohnMarkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora