Mark observaba a Yoon Oh desde la puerta, mientras el mayor empacaba un par de prendas en la maleta, junto con unos implementos de limpieza personal para el viaje que iría por la siguiente semana.
—¿En serio tienes que ir? —Mark le dijo un tanto triste mientras lo observaba—. Es nuestro aniversario...
—Sí, perdón, bebé, pero este viaje es muy importante para mí y para la compañía. Intenté cambiar la fecha, pero me fue imposible —se excusó Yoon Oh mientras continuaba con su tarea. Mark suspiró.
Ese día cumplían 3 años de casados, pero justamente Yoon Oh debía viajar a Japón para tener una reunión con unos comerciantes japoneses que se iban a aliar con su compañía. Mark le había pedido que se fuera el lunes, pero en insistió en irse ese sábado, para poder organizarse de mejor manera.
Claro, que no conocía las verdaderas intenciones de su esposo.
—Te prometo que te llevaré de paseo cuando vuelva, ¿sí? —sonrió amablemente mientras cerraba la maleta. Luego, se acercó a Mark y lo besó suavemente. Mark solo asintió y sonrió tristemente. No quería pasar ese día solo.
Luego que Yoon Oh se fuera, Mark fue a dejar a Ilayda a la casa de sus vecinos, para que jugara con su hija pequeña. Incluso si él no era feliz, quería que Ilayda tuviese una infancia normal. O, claro, hasta donde fuese posible.
Pasó un par de horas limpiando la casa, tratando de distraerse mientras Johnny llegaba, pero cuando se dio cuenta que era medio día y aún no llegaba, decidió mandar un mensaje.
Mark
Oye, ¿sí vas a venir hoy, o vas a dejarme plantado? 😩
Esperó varios minutos, hasta que recibió una respuesta que lo hizo sonreír.
Johnny
Jamás te dejaría plantado, Mark. Perdón por el retraso, pero llevaré pizza para compensarlo. 😉
Luego de enviar el mensaje a Mark, Johnny dejó el teléfono a un lado y suspiró. No había llegado a la casa de Mark, porque pensó que estaría de viaje con Yoon Oh. Él había dicho que no estaría por una semana porque iría de viaje a Japón, y Mark ya le había dicho que ese fin de semana era su aniversario, así que supuso que Yoon Oh había llevado a Mark a un viaje para celebrar.
Aunque no le sorprendió del todo, porque justamente esa semana Dong Young estaría libre esa exacta semana. Quiso creer que era sólo una desafortunada coincidencia, pero ahora se daba cuenta que estaba mal. Se sintió mal por enésima vez, pero decidió que iba a hacer algo al respecto.
Ya habían cruzado la línea, así que, ¿qué más daba? Mark estaba en todo su derecho, especialmente si Yoon Oh se atrevía a engañarlo justamente el día de su aniversario. Había llegado muy lejos esta vez.
Condujo a la casa de Mark y, como prometió, llevó la pizza para ambos. Llevó de pepperoni y hawaiana, porque sabía lo mucho que a Mark le gustaba.
Cuando llegó a casa de Mark, empezaron con su rutina de ver películas juntos, que iban de películas románticas hasta películas de terror. Johnny amaba las películas de terror y las veían juntos porque al mayor le gustaba molestar a Mark, y, a decir verdad, le gustaba cuando Mark se asustaba y se aferraba a su brazo.
—¿Te imaginas que te dejen plantado en tu propio aniversario? —Mark se quejó mientras le daba una mordida a un pedazo de pizza y se desplomaba en el sillón—. Tengo la peor suerte de todas, por dios. Dime, ¿qué haré solo por una semana? —Johnny solo rió suavemente y se encogió en hombros.
—Puedes hacer lo que quieras. No habrá nadie que te diga qué hacer, ni quien te observe. Cualquier cosa que hagas, nadie más lo sabrá —le dijo el mayor con una sonrisa. Claro, estaba intentando convencer a Mark de repetir lo de aquella noche, pero no quería decirlo directamente, para no asustarlo ni forzarlo.
Mark lo pensó detenidamente. Realmente, Johnny tenía razón. No tenía miedo de que Yoon Oh volviese y le gritase por alguna tontería, y que mucho menos lo golpeara por esa misma tontería. Era libre. Al menos, por esa semana, era libre. Libre de hacer lo que quisiese sin remordimientos, y sin miedo a que Yoon Oh se enterara.
—Cierto. Soy libre, al menos por ahora —rió suavemente y miró a Johnny detenidamente. Si pensaba en cometer una estupidez, debía hacerlo bien, ¿no? Nadie se enteraría.
Sería su pequeño secreto. Y pensaba que, después de todo lo que pasó, merecía algo bueno.
Tragó un poco fuerte y se acercó lentamente a Johnny, mientras tomaba su mano. Sintió un poco de remordimiento cuando pensó en Yoon Oh, pero luego sólo pensó que era ahora o nunca. Debía hacerlo, y podía arrepentirse luego.
Se armó de valor y besó a Johnny. El mayor no se había movido en todo ese momento, porque quería darle la oportunidad a Mark de tomar la iniciativa. No quería obligarlo ni presionarlo de ninguna manera, así que dejó que él se encargara de todo.
Compartieron un beso lento y romántico, sin miedo a nada, sin miedo a terminar lastimados.
Porque ambos querían eso, y eso era lo que importaba.
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Línea de Fuego | JohnMark
FanfictionMark Lee es el esposo de Yoon Oh, uno de los empresarios más importantes de Corea. Pero, lo que Mark ignora, es que es también uno de los mafiosos más peligrosos y buscados del país. Debido a sus actividades ilegales y que la vida de Mark se encuent...