Poesía Nocturna

Cuántas tumbas

Cuántas tumbas podemos llenar,
de largo, de ancho.
Cuántas tumbas puede llenar
la vida de un hombre.

Un agujero, oscuro el fondo,
con vistas eternas a ninguna parte.
Una cuna, tan mullida o más
como la que contuvo antes nuestra infancia.

Cuántas tumbas podemos llenar,
de pena, de silencio.
Cuántas tumbas puede llenar
un cuerpo, un nombre.

"No somos nadie", exclamarán
a los huérfanos que pronto correrán la misma suerte.

Y tienen razón,
nadie ahí abajo.

Con suerte unas flores mustias,
una frase fría en el mármol.

Cuántas tumbas podemos llenar,
palas oxidadas, abrigo de tierra.
Cuántas tumbas no podrá llenar
quien tanto vacío deja.

Cualquiera, si se lo propone,
podrá cavar un millón de ellas.
Sin embargo, a la hora de llenarlas,
solo una, si cabe;

a veces ni eso.