Sinsajo (Peeta Mellark y Tu )

Epilogo

—¡Emma! ¡Peter! ¡Venid aquí! —Grito desde la cocina al ver el desastre.

—¿Que pasa amor? —Dice Peeta entrando a la cocina. — Pero... ¿qué ha pasado aquí? Parece que haya pasado un terremoto...

Le lanzo una mirada de obviedad.

—Oh... Serán traviesos... —Dice dándose cuenta de quienes han sido los responsables del desastre. —Ya te ayudo yo...

Veo a Emma y Peter asomarse por el umbral de la puerta con caras de arrepentimiento. Los muy traviesos han llenado la cocina de harina y barro intentando hacer pastelitos como su padre.

Ahora, viendo a mis dos ratoncillos traviesos, no puedo evitar acordarme de hace unos años atrás, recién comprometidos, como Peeta me describió una escena similar a esta. No puedo evitar reírme y sentir nostalgia al recordar ese momento.

—¿Como es posible que hayan llegado a coger la harina? ¿Todo ese barro de donde ha salido?

—Estaban haciendo pastelitos de barro en el jardín muy tranquilos. Los he dejado unos minutos solos para ir a coger el teléfono y cuando he ido a echarles un vistazo, sorpresa, no estaban dónde los había dejado. He pasado por la cocina y he descubierto su desastre. Y los muy traviesos, a sabiendas de lo que habían hecho, se han escondido antes de que los pille. —Le explico.

Estoy cansada y un poco adolorida, cualquier otra madre se enfadaría al ver el desastre, y aunque si que es verdad que es más trabajo para nosotros, no me puedo enfadar con ellos, después de todo son niños y es normal que hagan travesuras. Me hacen sacar más de un suspiro de desesperación, pero los amo con mi vida.

—Son igual de rebeldes que su madre. —Dice Peeta manchándome la cara de harina.

Han pasado 4 años desde que la guerra acabó. En estos 4 años, han pasado muchas, muchas cosas.

Emma ha crecido mucho y se ha vuelto aún más bonita. Tiene un largo pelo rubio como su padre que le cae por los hombros. Sus ojos siguen siendo igual de preciosos que cuando la vi por primera vez.

Dos años después de tener a Emma quedé embarazada del segundo travieso de la casa, Peter. Cuando se lo dije a Peeta, le ilusionó mucho la noticia. A demás, estuvo todo el embarazo pendiente de mí y el bebé. Después de todo, le hizo muy feliz estar presente en este embarazo y disfrutarlo de principio a fin, sin juegos y ni guerras de por medio.

Si Emma ya era traviesa, Emma y Peter son un terremoto juntos, pero a pesar de todo, son muy buenos niños. Van a la escuela con todos los niños del Distrito, y están teniendo una infancia muy buena, teniendo en cuenta como era la situación antes.