—Rápido, hay que correr. —Grita Katniss haciéndonos reaccionar a todos.
Comenzamos a correr por los túneles. Llegamos a unas escaleras que nos llevan a un piso inferior. Las empezamos a bajar, pero tengo que pararme a medio camino porque el horrible olor me hace vomitar. Finnick me coge de la cintura y me empuja para seguir descendiendo con él las escaleras.
Nuevamente los susurros invaden los túneles y cada vez se escuchan más fuertes, indicativo de que están más cerca de nosotros. Me sobresalto y me pongo en alerta al escuchar el grito de Gale. Al levantar la mirada frente a mí, veo a Messalla en medio de un rayo de luz mientras se descompone en pequeñas partículas de polvo.
Por acto reflejo me suelto de Finnick y me lanzo a correr hacia Messalla, aunque internamente sé que ya no hay nada que hacer por él. Peeta se interpone, y como puede con sus manos esposadas, me coge de los hombros y me empuja hacia delante para que siga corriendo.
—Ya no se puede hacer nada por él, tenemos que continuar. —Me dice él al resistirme.
Me sorprende que ahora mismo sea él el más cuerdo de todos. Mis pensamientos son interrumpidos por una serie de disparos que vuelan por encima de nuestras cabezas e impactan en las paredes. Miro a mi alrededor buscando la vaina, pero en vez de eso, me encuentro con un pelotón de Agentes de la Paz. Gale, Jack, Jackson y Cressida disparan en respuesta hacia ellos. Cuando más de la mitad de los agentes están muertos, un nuevo pelotón aparece por la esquina.
—Gale, hay más allí. —Le advierto.
Desde lo de Messalla estoy en una especie de trance, así que estoy siendo protegida por Gale y Peeta.
—Esos no son agentes, son mutos. —Dice Peeta.
En cuanto lo dice me percato de que es cierto, unos horripilantes lagartos con cuerpo de humano verde empiezan a venir en nuestra dirección.
—Hay que salir ya de aquí. —Grita Peeta.
—Pollux, sácanos de aquí. —Le suplico.
Nos disponemos a salir de aquí, pero me quedo hipnotizada al ver cómo los lagartos se comen al pelotón de agentes, tanto los vivos como los muertos. Ahora es Katniss quien me hace reaccionar y me agarra para correr hacia delante. Peeta está corriendo delante de mí y Katniss está detrás, quedando así la última.
Pasamos con cuidado de no activar una vaina que detecta el Holo. Katniss la activa una vez hemos pasado por ella y veo como del suelo emergen unos dientes gigantes de metal que empiezan a triturar los azulejos en nuestra dirección, sirviendo de barrera entre los mutos y nosotros.
Me paro unos instantes para comprobar si los lagartos saltan hacia nuestro lado o no. Katniss pasa hacia delante y me quedo la última.
Me reclamo a mí misma, no sé qué me está pasando, no sé si es que finalmente la situación me ha superado o si me he vuelto una inútil, pero estoy dejando a los otros combatir contra lo que yo tendría que estar combatiendo. Me giro y me dispongo a salir corriendo, pero me paro al ver a Peeta tirado en el suelo en posición fetal. Inmediatamente sé que está entrando en pánico.
—Peeta, Peeta, ¿qué ocurre? —Le llamo para que me preste atención cuando llego a su lado. Acuno su rostro entre mis manos para que me mire.
—No puedo, no puedo más. Dejadme aquí, yo los distraeré, dejadme, por favor. —Me mira suplicante con los ojos llorosos.
—No Peeta. Peeta escúchame, quédate conmigo, quédate con nosotras, por favor quédate. —En un impulso, al ver que lo estoy perdiendo, acorto la distancia y le beso.
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Sinsajo (Peeta Mellark y Tu )
AcakTercera temporada de "Los juegos del hambre (Peeta y Tu )" (TN) y su bebé han salido de la arena con vida y han sido llevadas al distrito 13 junto con Finnick y Beetee. Pero no todos han corrido la misma suerte y ahora estan a merced del Capitolio. ...