- Profesor - llamo Ricardo levantando su mano en alto. Lori le observo curioso desde su lado.
- Habla - ordeno mirándole directamente.
- ¿Qué asemos nosotros? - le pregunto algo aburrido, no le gustaba estar sin hacer nada y menos en clases, sentía que era una perdida de tiempo imperdonable.
- Lo primero es que materialicen sus llamas - les dijo acercándose a los de primer año - las armas son más efectivas cuando son usadas por las llamas para las cuales fueron echas - decía dirigiéndose hacia su maletín, sacando una lista con un bolígrafo negro - llamare por la lista, cuando mencione su nombre materializaran sus llamas internas para que pueda anotar el tipo de elemento que tiene cada uno - les explico alzando su voz, los alumnos gritaron un fuerte "Si" mientras se acomodaban - bien, Meng Lóng.
Un joven de 16 años dio un paso a delante con las miradas expectantes de todos puestas en él, de largo cabello negro trenzado y ojos color ámbar, de hermosos rasgos asiáticos y con un raro pendiente de oro en su oreja derecha. Aquel muchacho de nombre Meng levanto su mano derecha y materializo con toda la calma del mundo una llama verde que desprendía chispas de electricidad del mismo color. Era una llama bastante fuerte por la intensidad que concentro en su mano, era un muy buen elemento para las alianzas, y eso lo sabían los de tercero que observaban todo desde sus lugares. Lori lo sabia, este era un muy buen momento para impresionar a las alianzas, solo esperaba que él no llegara a captar la atención de nadie, quería pasar desapercibido.
- Muy impresionante señor Lóng - le felicito el profesor escribiendo en la lista, Meng asintió con una sonrisa zorruna y luego volvió a su lugar - Dobrilo Mattsson - llamo aun joven de cabello anaranjado, este bostezo con aburrimiento mientras daba un paso adelante.
Dodrilo es un joven de 16 años, de corto cabello anaranjado, ojos verdes amarillentos y piel pálida. Este levanto su mano derecha y condeso su llama, con el pasar de los segundos una flama azul índigo comenzó a aparecer bailando tranquilamente en la palma de su mano. Aquella llama era muy fuerte y brillante, lo que decía que su amo era igual de fuerte que ella.
- Lo felicito señor Mattsson, de seguro sera aceptado en una muy buena alianza - dijo Arthur con una media sonrisa, Dodrilo asintió desinteresado y regreso a su lugar con pereza - Ricardo Schell - llamo soltando un suspiro de resignación.
Ricardo murmuro algo con fastidio y luego dio un paso adelante, levanto amabas manos y activo sus llamas. Muchas de las chicas soltaron un chillido emocionado al ver la hermosa llama de Ricardo que era tan fuerte y hermosa como la mismísima luna. La flama interna de Ricardo es una llama plateada que brilla cual plata danzando elegantemente entre las manos de su descuidado usuario.
- Muy bien, señor Schell - le felicito escribiendo en su lista, él rubio sonrió orgullosamente mientras regresaba a su lugar - Santino Rizzo - llamo el profesor con un tono severo.
Un joven de cabello castaño oscuro y ojos color cafés dio un paso adelante; aquel italiano tenia el ojo izquierdo, el cuello y las manos vendadas por una venda roja. Santino levanto con parsimonia su mano derecha y activo sus flamas internas, mostrando una llama Lunar igual de hermosa que la de Ricardo, pero un poco más débil que la del rubio.
- Bien - le dijo anotando en su lista - Canon Abab.
Un hermoso rubio platinado dio un paso adelante con una sonrisa coqueta, miro a las chicas con sus ojos violetas azulados y luego les guiño un ojos con chulería haciendo que estas chillaran emocionadas. El niño era todo un don juan. Arthur suspiro y volvió a llamas a Canor, quien regreso su mirada al frente y levanto su mano derecha formando una llama blanca azulada de Nevada. El profesor la observo con ojo critico antes de asentir con una sonrisa, el rubio platinado cancelo sus llamas y regreso a su lugar con un aire elegante y soberbio.
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Armonía y Discordia.
ФэнтезиEn un mundo en donde la posición social depende mucho de las llamas que poseas, un grupo formado por los genios del siglo intentan proteger al único Cielo que les permitió caminar a su lado, no detrás como un perro ni adelante como un amo, sino a su...