- Pequeño Lori, felicidades, ahora eres un Cielo completo - le felicito Dean con una sonrisa, entregándole una pequeña cajita anaranjada del tamaño de la palma de su mano. Él la tomo y la inspecciono con curiosidad, haciendo sonreír divertido al científico de cabello violeta - es algo que te ayudara a llevar tu objeto de pacto - le informo entregándole de mala gana a los otros tres otras cajas pero de diferentes colores.
- Eres un maldito astuto - dijo Licerio abriendo la caja roja que el Rayo le había entregado, observando con una ceja alzada la cadena dorada con un pequeño dije con la forma de una cabeza de un león con la boca abierta que tomo entre sus manos, era curioso por los pequeños y hermosos detalles que aquel dije tenia - ¿Qué hacemos con esto?
- Engancha tu objeto de unión a la boca del león - le explico armándose de paciencia mostrando a los presentes su propio collar con un dije con forma de águila en donde se encontraba incrustado su rayo verde justo en el pecho del ave.
- Gracias... - agradeció Lori observando con ojos brillantes el dije con forma de cabeza de zorro con la boca abierta en donde coloco la pequeña esfera multicolor, dándose cuenta que encajaba de las mil maravillas. Dean sonrió acercándose para ayudarle a ponérselo en el cuello.
- De nada - dijo alejándose un poco para no incomodar a su Cielo observando satisfecho su trabajo.
- Al menos supiste que animal usar - susurro Shaoran observando fijamente el dije con forma de panda que abrazaba su esfera dorada - aunque se parecen mucho a las mascaras de animalitos que usan los de Besta - murmuro malhumorado recordando la pelea de la noche anterior.
- ¿Tú crees que Besta o cualquier otra alianza puede tener collares hechos con las nueve llamas mezcladas con oro puro? - le pregunto levantando elegantemente una ceja, Shaoran lo pensó y luego negó con la cabeza, eso era demasiado elegante para basuras como esas - entonces deja de quejarte y cállate.
- Me agrada - dijo Van sin expresar emociones que delataran su emoción, solo Lori sabia lo que sentía debido al fuerte lazo que ahora los unía y por el cual podía sentir los sentimientos del otro. El dije de el peliblanco era un hurón dorado que se aferraba al pequeño copo blanco con fuerza.
- Eso esta bien. Y no se preocupen, los collares son fuertes así que no se romperán con facilidad - decía pedante cruzándose de brazos - por cierto, tienen un sistema ¨anti robos¨, nadie más que el usuario y el Cielo pueden tocar los collares - les informo con una sonrisa orgullosa, siendo observado por los otros.
- ¡Oh! ¡Ya me tengo que ir! - dijo viendo la hora en el reloj que se encontraba colgado en la pared, despidiéndose de los mayores con un movimiento de mano mientras corría hacia la salida del edificio - ¡Adiós!
- ¡Cuídate! - grito Licerio viéndole marcharse del lugar con el entrecejo fruncido.
- ¿Quienes patrullan la escuela hoy? - pregunto Shaoran con una ceja alzada ligeramente preocupado por la seguridad del menor.
- Raito y Van - dijo Dean recordando el horario que Leonzio había impuesto para mayor protección del menor de la alianza y actual Cielo de los Again.
- ¿Entonces que rayos haces tú aquí? - gruño Shaoran al peliblanco, este le miro de reojo sin ninguna clase de emoción.
- ... - le ignoro por completo, marchándose del lugar con un andar tranquilo, dejando atrás a los otros muchachos que se miraron entre ellos con asco antes de tomar caminos diferentes.
Lori corrió hacia los limites del bosque chocando en el camino con un peliverde muy conocido para él que iba acompañado con un escoces de cabello negro e intimidan tes iris dorados. Jace abrió grandes los ojos cuando cuando se topo con la mirada apenada del Cielo menor. Lorne sonrió ayudando al menor a ponerse de pie con gentileza, sintiéndose extrañamente observado por bestias sedientas de sangres.
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Armonía y Discordia.
FantasyEn un mundo en donde la posición social depende mucho de las llamas que poseas, un grupo formado por los genios del siglo intentan proteger al único Cielo que les permitió caminar a su lado, no detrás como un perro ni adelante como un amo, sino a su...