- "Shikka, ese es el nombre de la escuela en donde asisten Zina y Alek " - pensó el rubio frunciendo el ceño, no quería ver a ninguno de sus familiares en esos momentos - lo siento, pero yo no puedo ir ahí.
- ¿Por qué? Tus llamas regresaran pronto y ademas eres el mejor de tu generación - le pregunto ladeando un poco su cabeza, acariciando el lomo del zorro blanco - no tienes excusa para faltar.
- ... - agacho la mirada soltando un suspiro, tenia razón Zivon, no tenia razón para faltar. Viejo terco - esta bien, usted gana... iré a su escuela - murmuro con resignación, sacando una pequeña risita de parte del hombre mayor.
- ¡Genial! - festejo el mayor despertando al cachorro de zorro que antes dormía a en sus brazos - ahora escucha, no necesitas llevar nada. La escuela te dará todo lo que necesitaras - le dijo felizmente, entregándole a Led de vuelta a su dueño.
- ¿Podre llevar a Led? - le pregunto mirándole con suplica.
- Claro, pero luego tendrás que firma un documento en donde dice que te responsabilizas de lo que le pase al zorro - le dijo tendiéndole la mano derecha con una sonrisa amable - chico, fue un gusto volverte a verte. Te vendré a buscar en tres semanas.
- Lo mismo digo, fue un placer volver a verle - le dijo estrechando la mano de Zivon, quien sonrió amablemente antes de desaparecer en la niebla.
- Ku~ - Led le miro confundido, levantando su pálida cabecita para lamer la mejilla de Lori con cariño.
- No te preocupes, no dejare que nada te pase en esa escuela de salvajes - le dijo sonriendo con pena, él sabía que Shikka es una escuela en la que los más fuertes mandan y los débiles obedecen; en esa escuela es muy común los asesinatos ya que de ahí solo salen vivos los más fuertes. Los Cielos son enviados ahí con la esperanza de encontrar a unos buenos guardianes, en Shikka también hay alianzas en las que los débiles pueden apoyarse - solo espero salir vivo de esta.
Tres semanas después
Lori se encontraba sentado en las escaleras de su cabaña esperando pacientemente a que Zivon apareciera, su cabello rubio estaba húmedo y desprendía un delicioso aroma a rosas y sus ojos brillaban con nerviosismo, realmente no quería ir a esa escuela. Led miraba a su amo con preocupación, Lori le sujetaba en brazos con firmeza, pero aun así podía sentir el aroma del miedo viniendo de él. El joven vestía una remera negra y sobre esta llevaba una camisa a cuadros roja, también usaba unos jean claros y una zapatillas negras. En su cuello llevaba una fina cadena dorada, no estaba acostumbrado a no llevar su anillo con él, es por eso que se consiguió otra cadena, sin ella no se sentía cómodo.
- ¿Has esperado mucho? - le pregunto una voz jovial al momento que una luz se hacia presente, Lori se tapo los ojos con la mano derecha mientras soltaba todo el aire que había estado conteniendo a causas de los nervios.
- No, señor - le respondió levantándose de su lugar con Led en brazos, sonriendo tensa mente al anciano, quien le miro con curiosidad.
- ¿Por qué estas tan nervioso? - le pregunto acercándose al chico, colocando su mano izquierda sobre el hombro del muchacho.
- Por nada, señor - le respondió intentando tranquilizarse.
- Bueno, si no quieres decírmelo esta bien - le sonrió tranquilizadora mente, luego miro su muñeca, justo adonde se encontraba un finísimo reloj de oro, y cambio a una mueca de sorpresa - ¿Tan rápido pasa el tiempo? ¡Rápido! Tenemos que apurarnos - dijo chasqueando los dedos, haciendo que la ropa de Lori cambiara como por arte de magia: ahora vestía con zapatos marrones, pantalones khakis de color crema, una camisa blanca junto con una chaqueta Cardigan gris oscuro - ese es el uniforme de la escuela - decía admirando cuidadosamente el como le quedaba al joven - bueno, vamos, ya es hora de irnos.
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Armonía y Discordia.
FantasíaEn un mundo en donde la posición social depende mucho de las llamas que poseas, un grupo formado por los genios del siglo intentan proteger al único Cielo que les permitió caminar a su lado, no detrás como un perro ni adelante como un amo, sino a su...