Armonía y Discordia.

Capitulo 11: Extraño encuentro.

 Salio del salón y se dirigió hacia las escaleras, encontrándose con un chico de largo cabello negro y ojos amatista que llevaba la cara cubierta por una larga bufanda negra que ondeaba levente hacia tras, su uniforme lo llevaba desacomodado y le observaba fijamente sin decir ni una palabra; el rubio ya había reconocido a ese pelinegro como parte de la alianza Aigan. Lori bajo la cabeza y paso a su lado, intentando parecer lo más inofensivo posible, no quería buscar pelea. Cuando camino por su lado, aquel joven le agarro del brazo y con un rápido movimiento lo giro, haciendo que se vieran directamente a los ojos. Los fríos ojos amatistas tenían un brillo extraño, parecían aliviados y a la vez felices por algo que él desconocía. Lori le miro extrañado, no quería involucrarse en ninguna clase de pelea, y lo bueno es que ese pelinegro no parecía querer problemas, solo parecía estar saciando su curiosidad.

- Menos mal... no has cambiado - susurro con un tono extrañamente aliviado levantando su mano izquierda y acariciando con ella la pálida mejilla de un sorprendido Lori. Iba a decir algo pero un fuerte viento que salio de la nada se lo impidió, cubrió sus ojos con sus ante brazos y luego cerro sus parpados sintiendo como la presencia de aquel sujeto se desvanecía con el aire, como un fantasma o una ilusión que nunca fue real.

 Cuando volvió a abrir los ojos aquel pelinegro ya no estaba, había desaparecido y no habia rastros en el pasillo. ¿Qué quería ese miembro de la poderosa alianza Aigan con él? No lo sabia, pero de algo estaba seguro: ese chico es la Niebla de la alianza. Antes que se marchara pudo ver como unas llamas color lavanda cubrían gentilmente el cuerpo del ilusionista. Parpadeo algo confundido y luego simplemente suspiro siguiendo su camino a la aula de Defensa. Hace rato había visto el horario, tenia con los de tercero por separado pero en la misma aula. 

 Subió las escaleras y se adentro en el pasillo de la izquierda, caminando hacia una aula que tenia un letrero de madera que decía "Defensas" escrita en ella con una letra clara, elegante y en negro. Se adentro y observo a su alrededor con una ceja alzada, esta aula también había sido agrandada por el elemento niebla haciéndola tan grande como el salón de drama, llena de pupitres y sin ninguna ventana. Los de tercer año se encontraban amontonados en la esquina derecha, separados por alianzas y hablando amena mente con sus compañeros, los de primero se encontraban del lado Izquierdo, callados y mirándose con desconfianza o timidez entre ellos. Que gran contraste. Sonrió con optimismo y luego se acerco a los de primero, quienes aun no poseían ninguna alianza o vinculo elemental. Con pasos tranquilo se acerco a la pared del lado Izquierdo y se apoyo en ella, dejando la mochila sobre un banco que tenia su nombre. Al parecer en esa escuela tenían ya los pupitres asignados al igual que las sillas y el lugar, todo estaba hecho con una fuerte llama de la Niebla, seguramente del director.

- Led... - llamo en un susurro a su compañero peludo, quien asomo su cabeza peluda para mirar a su amo con sus grandes ojos zorrunos - ¿Estas bien? - le pregunto en voz baja, el zorrito asintió y volvió a ocultarse en el interior de la mochila.

- Hola - hablo una voz jovial a sus espalda, él se giro ocultando su mochila con su propio cuerpo.

- B-buenas - saludo mirando al intimidan te joven que tenia en frente, su cabello dorado como el sol y sus ojos bicolor le llamaron la atención - ¿Necesitas algo? - le pregunto sonriendo con amabilidad.

 El intimidante joven que tenia en frente tenia el cabello rubio oro, con un corte bastante corto, casi al estilo militar. Su ojo izquierdo es de un profundo azul rey y el derecho de un hermoso verde esmeralda, ambos tan filosos como dagas; debajo de su ojos izquierdo tiene una pequeña cicatriz en forma de Z que le hizo preguntarse a Lori el como se la hizo. Vestía algo desaliñado su uniforme escolar y llevaba en su mano izquierda un hermoso anillo de oro que tenia grabada la palabra "Vorab", aquel anillo lo llevaba en su dedo anular con orgullo. En sus hombros llevaba una mochila azul con un broche con las letras "RC", letras iniciales de su nombre.