TRES HISTORIAS

Capítulo 6. (Avance)

ALEXIA

Como el estofado de mamá, papá no deja de atenderla como si ella fuera lo único que quiere ahora.

Y es tan raro... bueno, papá siempre fue sobreprotector con ella, solo que esta vez exagera.

—¿Por qué siento deben decirnos algo?

—Es fácil.

Todos acabamos la cena y salimos a la sala, Jay me empujó despacio y empezamos a pelear como dos niños. Lucas nos separa despacio, luego se sienta en el medio. Los peques están viendo una película en la sala de arriba.

—¿Qué pasa?

—Están extraños —sigue el menor de los tres.

—Ya diles, Damon.

—Bella, no toleraré otro desprecio de tu parte. —Mamá ríe y se mueve hacia adelante pero papá la lleva en brazos, besa despacio su frente y ella sonríe.

—Bueno. Su papá aquí presente, me embarazó de nuevo.

Abro mis ojos.

Jay se queda mucho.

—No puedo creerlo, pensé que Jay sería el último.

—Te dije que serían cuatro.

—Damon... no sé cómo lo lograste.

—¿Mamá no es broma?

—Jay, calma. Serás el peque siempre —menciono y mi hermano mueve la cabeza. Corro a los brazos de mis padres y los abrazo.

—Así que tendremos un nuevo bebé.

—Será el último, Damon —habla mamá cansada.

—Sí bella, será nuestro último pedacito de amor. —Papá la refugia entre su pecho y puedo sentir el amor que borda de él, mis hermanos se acercan y el amor fluye más.

Un nuevo hermano. Eso me gusta.

******

Preparo mi mochila de clases, dejo mi hoja borrador en la banca y sigo estudiando para mi exposición. Entro antes que todos y repaso las líneas en mi mente.

—Becada.

Ay no.

Lo ignoro y sigo repasando. Cada palabra en mi mente, pero me distrae su presencia. Siento sus manos en mi cabello, me hago para atrás y el me agarra, sus ojos tan cerca de mí que tiemblo. Pupilas verdes me miran, sus ojos clavados en mi boca.

Me deja lentamente en el sitio, luego de eso desvío mi atención a mis notas. El silencio se forma, una compañera de clase llega y enseguida camina hacia el gemelo. La pelinegra de ojos grandes empieza a coquetear, desvío mis ojos hacia ellos.

—¿Se te perdió algo, querida?

—No, mi blusa está completa —menciono, su escote por poco y no tapa nada.

—Las chicas que sí tenemos un buen cuerpo podemos vestirnos como queremos.

—Supongo... dudo mucho y funcione igual para tu cerebro.

La risa de Aiden suena, sigo estudiando. Cada vez los chicos empiezan a llegar, la sala se llena en minutos.

—Ey, Alexia.

Doy la vuelta, un compañero de clase me mira.

—Hay fiesta este viernes en mi casa. Estás invitada —sonrío y él agarra mi mano, deja un beso ahí y se va.

—Iré —apenas y se escucha.

Adam saluda conmigo, se sienta a mi lado y empieza a conversar sobre su fin de semana. Aiden se sienta delante nuestro con la chica de hace rato.