TRES HISTORIAS

Capítulo 28. Grave

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AIDEN

Cuando llegamos donde nuestros padres, lo único que se puede observar es a un grupo de personas alarmadas; y son nuestros padres.

Mamá sostiene su pecho débilmente y Papá le da un poco de agua. Mientras tanto el padre de Alexia conversa con su esposa, la cual llora mucho.

—¿Qué pasa? —dice Avril.

Me acerco a mamá, ni bien me ve se levanta.

—¿Y tus hermanos?

—En la cabaña.

—Vamos. Quiero verlos.

—Mamá... estamos bien.

Pero no lo creo. Mi costado izquierdo duele mucho... como si ardiera, y no sé porque razón.

—Debemos ir, Ethan. No lo entiendes. Algo está mal.

—Nena...

—Vamos.

—Quiero ir.

—No, Bella. No.

—Damon —llora ella, sostiene su vientre con fuerza. Ema se acerca y soba su espalda.

—Deja que Ethan y Damon vayan por ellos, nada pasará. Debes calmarte.

—Quiero a mi hija, y quiero irme a casa. 

El padre de Alexia se acerca, limpia las lágrimas de sus ojos y besa su cabeza.

—Empaca, cariño. Iré por nuestra hija y luego nos iremos. Traeré a nuestra hija a salvo. No te preocupes, nada pasa.

Amelia lo abraza y salen del lugar, claro que mamá no se iba a quedar atrás. Ella va con nosotros, y de verdad que empiezo a creer que todo esto implica algo malo... quizá devastador.

Abril parece que en algún momento se desmayará, su padre no la deja ir, así que nos encaminamos los demás.

<<Adam>>

Mi pecho duele al mencionar su nombre, él es importante para mí... y algo en mi corazón me lo dice; mamá no se equivoca.

Caminamos por el sendero, cuando ya vamos unos 20 minutos, llegamos al fin. Papá camina por delante.

La puerta de la cabaña se encuentra abierta...

Papá es el primero en entrar, le sigue Damon y al final mamá. Mientras tanto mi preocupación crece ya que Alexia nunca se topó con nosotros en el camino.

—¿Alexia?

Nada.

—¡No puede ser! ¡Mía! —mamá grita tan fuerte que nos asusta a todos, pero ella no se equivocaba. El cuerpo de mi hermana se encuentra en el suelo, y todo su rostro está cubierto de sangre.

Papá la atiende enseguida, sus ojos lucen llorosos, mientras eso pasa Damon llama a una ambulancia...

—No...

Levanto mis ojos al escucharlo decir eso en medio de la puerta que divide la cocina y sala. Enseguida corro hacia él, luego de eso todo de mí se paraliza.

Mi hermano.

Adam.

—No. No —grito con fuerza. Me acerco a él y agarro su cabeza en mis piernas, me percato en la herida a su costado, un cuchillo todavía recae en él.

Las lágrimas ya estaban... sin siquiera verlas.

—Por favor, Adam... despierta.

—¡No es cierto! ¡No! —mamá llora. Sus manos están rojas por la sangre de Mía. El rostro de mi madre es indescifrable... al igual que él mío. Mis hermanos... no podemos perderlos.

La irá crece en mí.

>>!Llamen a una ambulancia! ¡Ethan! —chilla mamá. No puedo decir nada.

—¿Dónde está mi hija? —dice el boxeador. El corre por el lugar desesperado, Alexia puede estar en peligro también, pero ella no está arriba. Su padre se vuelve loco buscándolo.

No tenemos tiempo.

La ambulancia no iba a llegar al lugar.

Aun con la desesperación a flor de piel, Damon, yo y mi padre llevamos a mis hermanos a la cabaña.

Todo desde ahí es un caos, solo sé que debo dejar a mis hermanos porque Alexia también me necesita. Correo junto a su padre, los dos desesperados. Al final encontramos algo que nos pueda ayudar, las huellas de una persona en el piso y un bulto ser arrastrado.

Damon sostiene la tierra, luego de eso empezamos a correr. Es un sendero cercano a la casa y plano en su totalidad, con tierra plana.

Pero hay algo raro.

Hay una mujer ahí.

—Damon. Te eché...

—¡¿Dónde está mi hija?! —grita él y todo parece temblar. La mujer se asusta y retrocede.

—No... no.. solo debes estar tranquilo. Ya podrás ganar, era ella quien lo impedía.

Asombrado observo como el hombre levanta a la mujer por su camisa y gruñe a que le devuelva a su hija. Niego al verla reír.

¿Es ella quien lastimó a mis hermanos?

Doy un pequeño paso hacia atrás, debo buscarla, solo que algo llama mi atención. Hay una pala... y el piso se encuentra de otro color en una parte...más café.

Mi piel se hiele.

Una pala y tierra.

Sin antes de pensarlo empiezo a cavar desesperado, con la pala, con mis manos... con todo lo que pueda ayudarme.

Siento que mi cuerpo tiembla y tiembla.

Gruño molesto al darme cuenta que no tengo resultado, pero justo entonces otro cuerpo empieza a ayudarme. Regreso a ver hacia atrás, él cuerpo de esa mujer yaca en el suelo.

—Por favor... por favor —grito.

Luego de eso y de largos minutos tocamos una pequeña caja de madera. Esquivando toda la tierra logramos abrirlas. 

Alexia parece dormida, sin importarme mancharla de tierra sostengo su cabeza en mis manos.

—Por favor... por favor...

Siento como ella inhala con fuerza, sus ojos se abren y me miran. Enseguida empieza a llorar y se refugia en mí.

—Tranquila. Chsss...todo está bien. Todo está bien.

Alexia se refugia en mi pecho y Damon nos mira raros, pero nos da nuestro espacio.

Todo un lío, un caos total, pero al final aquí estamos. Quizá las consecuencias eran grandes...teníamos que verlas.

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Lindas, una feliz navidad. Es un capítulo corto, pero actualizaré muy seguido en mis vacaciones del trabajo.

Les mando un beso.

Nos leemos más adelante.