TRES HISTORIAS

Capítulo 2. Convivencia

ALEXIA

Me gusta el campus, es un lugar sumamente amplio, con espacios verdes y comodidades a cada lado, algunas cafeterías, la gran biblioteca, canchas de deportes... es increíble. Además de que existe un gimnasio y yo ya estoy deseando ir para golpear ese duro saco de box.

Reviso mi horario, he recibido introducción a la publicidad y diseños digitales, mi materia ahora mismo es: psicológica general. Tengo algunas materias mezcladas y por lo que tengo entendido son asignaturas generales y obligatorias en todas las carreras... o en su gran mayoría.

Papá está feliz con esta nueva aventura, no deja de escribirme al celular, pero honestamente no quiero responderle porque esto será una conversación sin fin. Llegaré a casa y hablaré con él.

El aula de clase es en uno de los bloques administrativos, como todas las aulas, existe un auditorio lleno con enchufes para las computadoras y un gran proyector en lo alto.

Un poco apenada busco alguna de las sillas libres, la tercera fila está casi vacía. Puedo ver a dos hombres y una chica conversar. Ellos lucen muy idénticos, pero cada uno a su estilo y la chica por su parte es hermosa, con un largo cabello castaño y ojos azules. 

Dejo mis libros al lado de ellos y enciendo mi computador, justo entonces se cae uno de mis papeles de la beca. Resultó que cuando rendí mi examen logré un buen promedio y ahora soy una becaría que obtiene un descuento que sobrepasa la mitad de la paga.

—Uyyy —Bajo mis ojos hacia el material que se cayó, una mano masculina toca la hoja y le leo.

>>!Oye. Eso es mío!

—¿Eres becada?

—Aiden, déjala —interviene la chica.

—No me gustan las becarias, solo roban los puestos de quienes si pueden pagar.

—Ese no es tu asunto —interviene el otro chico—. Es mejor que te comportes, a mamá no le gustaría saber cómo te comportas.

—Seré quien te haga la vida imposible, pelirroja —gruñe, le arrancho el papel de sus manos y tomo asiento.

—Eres un idiota. Mamá sabrá de esto. —La chica me mira y sonríe en son de disculpa—. Lo lamento mucho, Aiden no suele ser así.

Río despacio y empiezo a poner mí contraseña en mi laptop.

El profesor llega con una cara de enojo. Empieza a conversar sobre el tema en clase y presto la mejor cantidad de atención.

—Si tienes una computadora porque no la usas. Luces como una tonta tomando apuntes en un libreta. 

—¿Y a ti qué... que te importa? —tartamudeo. ¿Por qué tartamudeo? Este chico solo logra sacarme de mis casillas.

La castaña golpea su estómago y él levanta las manos. La clase concluye más lento de lo que me imaginé, empiezo a guardar todo en mi mochila cuando siento un cuerpo a mí lado.

>>Tu cabello huele a menta, ¿acaso tus padres son tan pobres como para no poder comparte algo más decente?

—Oye —menciono, mi mano quita la de él y lo miro.

—Bienvenida a la Universidad Alexia Wood.

Me tenso al saber que dijo mi nombre, después recuerdo que el profesor me nombró cuando tomo lista, pero aun así esto luce muy extraño.

Si así empieza esto no quiero ni imaginar lo que me espera.

MIA

—Eso no está bien, Aiden. No puedes tratarla de esa manera por tener una beca.