Capítulo 23. (Salidas fuera)

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ALEXIA

Mamá besa mi frente y yo sobo su estómago, papá me da algunas advertencias más y finalmente, me deja ir. El autobús de la Universidad está por Salir, camino despacio y busco un asiento disponible.

No veo a Aiden por ningún lugar, el autobús empieza a salir y triste miro por la ventana.

No es más de 1 hora de camino que nos detenemos en una estación de gasolina. Mi celular suena, contesto.

—Aiden.

—Mira detrás de ti.

Río al verlo en su auto, despacio baja de él y camina hacia mí. Enseguida nos besamos y él gruñe.

—¿Tus cosas?

—En el auto.

—Iré por ellas.

Sin decir nada más, lo veo irse y volver con mi maleta. Luego de eso agarra mi mano y seguimos el camino en su auto.

Llegamos caso 1 hora antes de bus, en ese tiempo salimos al pequeño pueblo y buscamos un hotel para nosotros. Unas pequeñas cabañas pequeñas encontramos, según la mayoría de personas son las más bonitas del lugar, y estoy de acuerdo. El sitio es tranquilo, cada cabaña es una mino casa, que conecta con una pequeña piscina individual, de unos 5 metros como máximo.

Dejo mis cosas en el lugar. Aiden besa mis labios y alistamos todo, salimos enseguida al lugar de acogida con los chicos. Las personas empiezan a distribuirse en grupos, nuestro grupo empieza con una pequeña investigación de campo para el análisis de los proyectos.

Es un día cansado, pero productivo. Los chicos trabajan duramente mientras los profesores están detrás de cada cosa que realizamos.

Con Aiden decidimos irnos antes de las 6, ya que queríamos cenar en las cabañas. Llegamos a nuestro lugar de hospedaje, enseguida contesto los mensajes de mis padres y les envío algunas fotos de este día. Me da una pena horrible tener que mentirles, pero tendré que hablar con mamá y que ella me ayude con la gran Bestia Roja.

Bebo el delicioso batido de coco, Aiden casi acaba su cerveza cuando nuestros filetes de carne llegan. Comemos en silencio.

—¿Quieres ir a la piscina?

—Sí, me gustaría.

No había empacado un traje de baño, soy sincera en eso, pero busco entre mis pertenecías algo de ropa que pueda usar. Mía me envió algunas prendas que ella eligió, algunas incluso muy provocativas.

Al final, decido irme por mis bragas negras de algodón y un bra sencillo con algunos tejidos de rosas color rojo. Agarro mi cabello en un moño y salgo. Lo bueno de este lugar es que es sumamente privado, puedo ver a Aiden nadar, el lugar es frío, por lo que la piscina es muy caliente y sale vapor de ella.

Aiden, quien ya se encontraba dentro, sonríe y besa mi mano. Me ayuda a ingresar, gimo por la exquisita sensación del lugar ¡Me encanta!

Los labios de Aiden besan los míos, mis manos agarran su cuello y delineo sus labios con mi lengua, un gruñido sale de él.

—Nademos un poco.

Beso por última vez su boca y lo empujo.

—Te voy a ganar.

—No debiste hacer eso, Alexia.

Río y él me sigue, chillo cuando sus manos agarran mi pie en el agua y empieza a jugar conmigo. Pasamos como 2 horas ahí antes de decidir salir. Me ducho mientras escucho la puerta sonar. Salgo con mi gran bata de baño, Aiden me ve y señala la mesa.

TRES HISTORIASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora