Capítulo 26. Mal

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ALEXIA

Jadeo mientras Aiden menea sus caderas, sostengo su espalda mientras él gruñe cerca de mi oído. Finalmente cuando su ritmo se hace mucho más fuerte puedo tener un increíble orgasmo que me deja más que saciada.

Aiden besa mi boca y sale lentamente de mí.

Me acomodo en su pecho, él besa mi cabello y lo acaricia despacio. Poso mis labios en su pecho y mis yemas repasan cada uno de sus abdominales.

-¿Todo bien?

-Sí. Ha sido increíble -menciono riendo, sus dedos sostienen mi mentón y me besa.

-Bueno, bendita sea esa doctora. El condón es solo un estorbo.

Río con más fuerza y el me abrazo mucho más.

-¿Nos bañamos?

-Sí, debemos ir por Adam y luego a ese concierto.

ADAM

Arreglo mi chaqueta una vez más, el negro nunca fue mi color favorito, pero debo de admitir que está vez me agrada.

Golpeo la puerta de nuestra habitación, Aiden sale con Alexia, los dos con unos vaqueros y una chaqueta azul marino. Empezamos a caminar a la salida, mis ojos enseguida buscan a Avril, ella sigue sin pasarme palabra y cada vez me afecta más. He tratado con todas mis fuerzas de entender que quizá estoy yo mal, pero cuando el corazón es necio nada puede contra él.

Aiden abre su coche, dejo que Alexia vaya adelante. Miro por el retrovisor para ver si la veo, pero una vez más, todo se esfuma.

******

-Hola, cariño. -Mamá besa mi mejilla tiernamente mientras nos sentamos en la sala de la casa.

-¿Las gemelas?

-Con tu padre. Les ha prometido ir al cine.

-¿Por qué no fuiste tú?

-Bueno, estaba con unas amigas.

-Me agrada ver que te diviertas.

Mamá me da una hermosa sonrisa, bebé su café y suspira.

-Hemos decidido salir el otro fin de semana. Ema tiene una pequeña finca fuera de la cuidad, Amelia también irá. Debes verla, Adam. Se ve tan hermosa embarazada.

-¿Quiere otro bebé? -bromeo. Mamá me mira negando.

-No, pero algún día quiero nietos.

Toso.

-Lo cual seguramente me los dará el pícaro de tú hermano, ya que con lo que Ethan cuida a Mía y a las gemelas lo dudo mucho.

Abrazo muy fuerte a mi madre.

>>¿Cariño, todo bien?

-Sí.

-¿Irás conmigo a esas cabañas?

-¿Te haría feliz eso?

-Claro que sí. Estar con ustedes me hace feliz.

-Entonces iré mamá.

AIDEN

-Que sí, papá. Ahí estaré.

Alexia cierra el teléfono y me mira.

-¿Todo bien?

-Sí, es solo que mi padre quiere que vaya el otro fin de semana con ellos, a unas cabañas o algo así.

-Tú padre es un poco...

-¿Molesto? ¿Sobreprotector?

-Solo un poco -bromeo.

-Es por lo que le pasó a mi madre hace unos años.

-¿Fue muy malo, verdad?

-Alguien atacó a mi madre hasta casi dejarla muerta -menciona eso con dolor.

-No lo sabía...

-Tranquilo. Ella está bien, perdió algunas cosas, pero mamá es fuerte.

-Lo sé. Es muy hermosa también. Como tú.

Alexia me abraza.

-Mamá es mi vida entera, Aiden. La amo demasiado.

-Son valiosas para tu padre, Alexia, por eso las cuida tanto. Yo también lo haría, mi madre y hermanas son lo más hermoso que tengo... y ahora tú.

-Eres un cursi, pero me gusta. -Besos sus labios y ella esconde su cabeza en mi cuello.

Levanto mis ojos hacia el pasillo y veo a Mia, lleva unos lentes de sol enormes y por lo que veo luce mucho más pálida.

-Dame unos minutos.

Camino hacia mi hermano y le saludo.

-Aiden. No te vi.

-¿Todo bien? Luces un poco... enferma.

-No he dormido bien. Son casi vacaciones de navidad y los deberes y trabajos por entregar son muchos.

-Puedo ayudarte...

-¡No! Solo necesito descansar. Por cierto, mamá me escribió, quiere que vayamos con ella y sus amigas a una finca o algo así.

-¿Con que amigas?

-La mamá de Alexia, creo. Se conocieron en la noche de gala.

-Oh.

Bueno, quizá sea una época para convivir con el padre de Alexia... y que el me aceote.

-Iré.

-Bien. Nos vemos luego.

MIA

-¿Ves eso de ahí?

-Sí... - hablo con miedo.

-Está muy bien. Luce sano, solo me preocupa tu peso, estás más delgada.

Muerdo mis labios. Sí el supiera.

-Trataré de comer más.

-Y sano. Quiero verte mucho más fuerte en estos meses.

Bajo mi blusa despacio y camino.

-Tengo un poco de nauseas.

-Podemos intentar con galletas de jengibre, pero si son muchas te recetaré algo.

-Está bien.

>>¿Cuándo sabré qué es?

-Quizá en unas 2 semanas más.

Agarro los papeles de la consulta y salgo de ahí.

Era tan cobarde, mis padres no lo sabía, Max no respondía. Me iba a hacer cargo de mi bebé, pero no sé cuándo iba a estar lista para soltar esta gran verdad.

Mis hermanos no lo creerían.

Mamá estaría feliz pero tendría muchas dudas.

....y papá, ¡Jesús! Papá iba a enloquecer por completo.

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Solo quiero decirles que muy pronto entraremos a capítulo finales. Falta poco para que concluya.

Besos

TRES HISTORIASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora