Capítulo 22

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Al día siguiente, ________ estaba de nuevo en su mesa, como si la noche con Jimin no hubiera acontecido nunca. Salvo por los verdugones en el trasero y en los muslos que la hacían sonreír. Le encantaba la sensación de que la hubiera usado sexualmente.
Entonces, ¿por qué se sentía tan agitada hoy?
Reparó en que repiqueteaba con las uñas el borde del teclado y se obligó a parar.
Solamente llevaba una hora en el trabajo, pero no había hecho nada de nada. Ni siquiera había respondido los correos electrónicos. Lo único que había hecho era darle vueltas a la cabeza.
Se dio la vuelta en la silla para mirar por la ventana que tenía a sus espaldas. El cielo era oscuro y el agua caía en una suave llovizna que prometía intensificarse a medida que pasaran las horas. Las nubes y la lluvia solían hacerla sentir arropada, pero hoy la sensación era de... soledad.
¿Pero qué le pasaba? Habia pasado una noche maravillosa con Jimin. En su despacho, en el restaurante, luego en su apartamento. Tampoco habían jugado demasiado duro porque él le había dicho que quería guardarse las fuerzas para el club aquel sábado por la noche. Y ella ardía en deseos de ir. La sola idea era emocionante.
Entonces ¿Por qué estaba tan contrariada?
Se había levantado con el pie izquierdo una hora antes de que a Jimin le sonará el despertador. Como siempre, él la había dejado en su casa para que pudiera prepararse para ir a trabajar. Y como solía hacer cuando quedaban entre semana, había dejado el coche aparcado en el garaje en frente del trabajo; de modo que cogió un taxi para ir a la oficina. Pero durante el trayecto, recorriendo las calles grises y mojadas, se sintió malhumorada y taciturna.
Si lo pensaba bien, ya se había levantado así, en cuanto se despertó. Jimin seguía a su lado; su cuerpo estaba inmóvil. Se le acercó para oírle respirar y sintió una pizca de tristeza.
¿Podría ser el bajón que solía sentir tras esos juegos y que se había extendido demasiado?

Sacudió la cabeza y volvió a girar la silla para apoyarse en la mesa. Tenia que dejar de pensar, dejar también esos sentimientos y ponerse a trabajar. Nunca había sido de las que se pasa todo el día pensando en un hombre y no estaba por la labor de empezar ahora. Si era algo relacionado con el sexo podría aguantarlo, igual que soportaba lo que fuera que la vida le lanzará. Ser sumisa no significaba ser débil.
Jimin se lo había dicho también.
Quizá debería llamarlo para contárselo. Alargo la mano para coger el teléfono pero la dejó suspendida en el aire. Suspiró y la bajó.
Jimin. Todo llevaba hacia el últimamente y eso no le gustaba nada.
Se mordió el labio y fue a coger el teléfono otra vez, aunque para llamar a Sofia.

-Luscious.
-Sofia, soy yo.
-Ah, ________, hola. ¿Qué es de tú vida? He pensado varias veces en llamarte pero he estado liadísima con las reformas de la cocina. Casi hemos terminado pero esto es una locura.
-Yo también quería llamarte, Sofia. Siento haber estado tan... abstraída.
-Mhhh, ¿por qué me da a mí que no hablas de trabajo?
-No hablo de trabajo, no. He estado quedando con Jimin. Sé que dije que no lo haría pero he pasado mucho tiempo con él y la cosa me confunde un poco ahora. ¿Puedes quedar para comer? -preguntó ________-. Necesito hablar con alguien.
-¿Pero las cosas van bien?
-Sí y no. Es que hoy me lo cuestiono todo y me estoy volviendo loca. ¿Tienes
tiempo para quedar?
-Hoy vienen a verme unos contratistas para terminar un proyecto y tengo que estar
aquí -contestó Sofia-. ¿Puedes venir tú? Compraré unos bocadillos o algo así.
-Eso sería estupendo. ¿Va bien a la una?
-Perfecto. Entonces, nos vemos luego.
-Gracias, Sofia.

________ colgó el teléfono. No tenía del todo claro cómo abordar el tema y contarle las
cosas que Jimin y ella habían estado haciendo juntos. Y las cosas que tenían previsto
hacer. Tampoco sabía cómo explicar sus sentimientos. ¡Si ni siquiera podía explicárselos ella misma! Pero esperaba que, al poner toda la información en la mesa, Sofia pudiera ayudarla a averiguar qué podía hacer y qué sentir. Cómo armarse de valor de nuevo y volver a ser la de siempre.

~El límite del deseo~ (Jimin y tú) +18 (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora