Un aroma dulce y sutil, como la fragancia que despiden las rosas al abrir sus capullos por primera vez.
Ella no sólo era hermosa, también poseía atributos que cualquier otra podría envidiar: inteligencia, carácter soez sin rozar lo vulgar y una capacidad inherente para envolver a las personas. Un demonio disfrazado de ángel en pocas palabras.
Satanick fue uno más de los tantos que habían caído ante sus encantos. Sin embargo, el alfa adolescente de aquel entonces también era diferente al resto, lo suficientemente diferente para lograr que la diosa sucumbiera al grado de bajar sus defensas. Lil le quiso y atesoro como nunca antes había hecho con alguien, hasta el día que Carol decidió interferir.
La madre de Satanick guiada por las lenguas viperinas de sus conocidas, se enteró de la desmesurada vida sexual que vivió la joven omega.
Lil era una mujer que se sabía hermosa, y utilizaba aquel encantó para satisfacer el apetito sexual con el cual había nacido. No podían juzgarle, era una omega que no entendía porque debía mantener una moral heterónoma. Si su cuerpo le pedía coito en épocas de celo, ¿Por qué negarlo y encerrarse en su cuarto cómo si estuviera enferma? Los alfas podían buscar betas, incluso existían compañías insidiosas que se dedicaban a proporcionarlos como si fuesen dulces. Entonces, ¿Por qué mantenerse al margen?
Aquella fue la principal razón para que Carol la enviará lejos, ofreciendo un trato que no pudo rechazar.
Lil sufrió la separación tanto como el alfa.
Aunque sabía que no podía recuperar lo perdido, todavía podía disfrutar del momento.
Finalmente llegó hasta Satanick quien le miraba como si estuviera presenciando un fenómeno sobrenatural -y tal vez así era-, Lil por su parte no pudo evitar sonreír complacida de que el alfa no la olvidará. Sin perder más tiempo estiro su mano hacía el apuesto joven.
-Es que no piensas invitarme a bailar -cuestiono al momento de tomar la mano del alfa y guiarlo a la pista de baile.
Fue Lil quién dio los primeros pasos, no obstante, en cuanto Satanick comprobó que eso no era un simple sueño, comenzó a tomar las riendas.
Giró con Lil en sus brazos, haciendo que su falda se extendiera con grácil elegancia, dio un par de pasos más antes de que ambos comenzarán a bailar siguiendo la música de la pequeña orquesta que subía en barítono. Sus violines parecían lamentar el fatídico desenlace que habían tenido antiguamente y ahora los guiaban hacía el deleite de un nuevo comienzo.
Satanick volvió a girar con Lil alrededor de toda la pista, los pies deslizándose como si estuvieran flotando en medio de un ensimismamiento. La pareja se complementaba tan bien que incluso algunas personas se apartaron de la pista para verles bailar, girar e intercalar con pasos que reflejaban un anhelo oculto. El mundo les pertenecía, podían devorarlo si así lo deseaban, envueltos en música y fragancia de rosas combinada con nuez. Satanick continuó su travesía con la hermosa omega a lo largo de toda la pista, incluso en una parte embriagado por el momento, tomó a Lil de la cintura y la levantó mientras daba un giró, ella por su parte se sujetó de los hombros de Satanick y sonrió, la falda de nuevo se extendió y las piedras swarovski dispersas en su vestido negro brillaron, deslumbrado a los presentes. Creando una escena digna de plasmar en algún cuadro. Cuando la música empezó a menguar ambos fueron parando poco a poco hasta que terminaron estáticos en medio de la pista, acompañados por un resuello constante. Segundos después algunos presentes aplaudieron embelesados por el espectáculo que acababan de presenciar.
Satanick y Lil intercambiaron una mirada que no necesito palabras para explicarse. Ambos desaparecieron de la pista de baile, caminaron en dirección al jardín principal ya que ahí no había tanto jaleo y podrían hablar todo lo que quisieran sin ser interrumpidos.
ESTÁS LEYENDO
Completamente Mío [OMEGAVERSE] [SATANIVLIS]
FanfictionEl hilo rojo del destinó, puede estirarse, enredarse pero nunca romperse... ¿De verdad no puede romperse? ¿Qué pasaría si alguien que no es el destinado de un Omega, lo marcara como suyo? ¿Sera que existe algo más fuerte que el destinó?