Mesa para dos

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El apuesto alfa lleno de aburrimiento, había recargado la barbilla sobre su pupitre. Sin nada mejor que hacer comenzó a jugar con un lápiz, resoplando aire a través de su boca y haciéndolo rodar algunas veces. Tomo el lápiz nuevamente y lo coloco frente a sus labios una vez más, sin embargo antes de poder soplar, alguien le interrumpió.

―Oye toma esto― habló Reficul mientras dejaba sobre el pupitre de Satanick dos boletos.

El Alfa se irguió de nuevo para mirar a la chica de cabello blanquecino con aire dubitativo, a la par que fruncía el ceño hasta casi juntar sus dos cejas y convertirlas en una sola. No entendía nada de lo que estaba pasando. ¿Para qué o porqué le daba esos boletos? La chica de ojos rojizos, noto el aire de incertidumbre que tenía en el rostro su compañero, por lo cual fue un poco más específica.

―Idate te anotó en un concurso de Literatura. No sé por qué, seguramente sólo quería molestar. El asunto es que ganaste el segundo lugar. Ese es tu premio― dijo señalando los boletos sobre la mesa ―. Una comida para dos en uno de los restaurantes de mi familia.

―Felicidades Satanick. Eres un gran escritor― comentó con una linda sonrisa Sin a espaldas de Reficul ―. No desperdicies el premió, es algo que te ganaste.

―Bueno, en realidad no sabía que estaba escrito en un concurso para empezar.

―Estas diciendo que el restaurante de mi familia no es lo suficientemente bueno― Con los brazos cruzados sobre su pecho, Reficul miro a Satanick como si quisiera matarlo con sus fulminantes ojos rojos ―. Porque eso me estás haciendo pensar, más te vale hacer uso de los boletos. Son especiales.

― ¿Y con quién voy a ir? Sabes, es deprimente ir a un restaurante solo― respondió Satanick mientras tomaba los boletos y comenzaba a inspeccionarlos. Por supuesto que no creía que aquel restaurante fuera malo, es más, recuerda que hace dos años su familia fue a ese mismo restaurante para celebrar el cumpleaños de su hermano mayor. Era bonito... Pero ir sólo, no sonaba nada bien.

― ¿No tienes todo un séquito de locas fans para acompañarte?― preguntó Reficul.

―Si salgo con alguna va a ser problemático. Me gusta el sexo sin compromiso― canturreo ―. Salir con alguna chica, podría tomarlo a mal. Qué tal si piensa que quiero algo serio y me pide ser su novio― habló colocando una cara de espanto horrible, como si lo que acabará de decir fuera algún cuento de terror... Bueno, para él, el mantener un compromiso con alguien de forma sería era terrorífico.

―En ese caso... No me importa lo que hagas pero no desperdicies los boletos― sentenció la chica de cabello blanquecino.

Fue así que la semana transcurrió con Satanick preguntándose una y mil veces, ¿A quién llevaría al restaurante? ¿Decirle a Idate? Aunque era su amigo, la idea de salir con él todo un día como si fueran pareja, simplemente no podía convencerlo, ¿Decirle a alguna fan? Ni loco, ¿Decirle a su cucaracha? Por supuesto que lo pensó y era la mejor opción. Pero en toda la semana, no había tenido ni una sola oportunidad para hablar con Ivlis. Él chico parecía huir constantemente de Satanick, ¿Sería que tuviera que ver con lo que le comento durante la excursión? Estúpido omega escurridizo. Ya sabía el alfa que su presencia no era del total agradó de Ivlis, por eso es que salir con él era la mejor opción, cero complicaciones, una tarde agradable y quizá con algo de suerte un final feliz... Pero no podía hacerlo si seguía huyendo como si Satanick fuera algún tipo de leproso.

Ahora había llegado a viernes, faltaban pocas horas para que sonará la campaña anunciando el fin de las clases, y de nuevo no había podido ver al omega, este juego de busca y encuentra ya lo estaba cansando. No tenía más opciones, quisiera o no, el estúpido omega iba a salir con él, sería descarado por supuesto, pero la verdad nunca le importó ser una persona recatada. El fin de semana pondría en marcha el plan que había tejido sin mucho esfuerzo.

Completamente Mío [OMEGAVERSE] [SATANIVLIS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora