Fanático

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Ivlis abrió su casillero para tomar algunos útiles... Grata sorpresa la que se llevó. Pues sobre los cuadernos, pendiendo de un hilo, una hoja roja garabateada con letras casi ilegibles y... ¿Era sangre? Vaya, sí que se habían esforzado. El omega tomó la hoja roja y la desprendió del hilo. Era una carta amenazadora, entre comillas. Su mensaje con recortes de letras en varios tamaños decía lo siguiente:

Aléjate de Satanick, él es nuestro.

Atte: tu peor pesadilla.

Al terminar de leer la carta, Ivlis comenzó a reír sin ningún tipo de preocupación.

<<Peor pesadilla. Niñas jugando a ser gansters no me van a quitar el sueño>> pensó el omega antes de hacer bolita el papel y tirarlo. Mientras lo tocaba, se dio cuenta que aquello rojo que escurría del sobre, no era más que pintura barata. Un punto menos para sus bullies, si es que a eso se le podía llamar bullying. Después de los últimos dos meses al lado de Satanick, Ivlis había adquirido un alma de hierro, y para ser sincero, aquellas chicas todavía carecían de malicia. A su pensar, el reciente acto fue muy inocente. Si de verdad querían hacerlo sufrir, les faltaba un largo camino por recorrer.

―Buenos días Ivlis― habló Rieto a espaldas del omega. Su nariz ya casi se desinflamaba del todo, poco a poco volvía a adquirir la delgadez natural que tenía antes de la disputa con Satanick (afortunadamente lo habían intervenido justo a tiempo, y no necesito de cirugía para enderezar el poste chueco que le había dejado el golpe).

―Buenos días Rieto― contestó el hermoso omega sin muchas ganas.

Ver a su amigo con la nariz lastimado, y los estigmas que de a poco se difuminaban hasta casi desaparecer, le hacían sentir fatal. Uno de los motivos, era porque en parte, él sabía que aquella golpiza tuvo que ver de alguna forma con la relación que mantenía en secreto con Satanick. El otro motivo y aún más importante. Se sentía terrible por haber pasado una tarde agradable al lado del alfa que había lastimado a su amigo y no sólo eso, también lo había besado como si fuera un jodido enamorado, o una estúpida fan más. ¿Qué demonios pasaba con él? Desearía poder haber controlado aquel impulso antes de que pasará, anhelaba poder frenar los acelerados latidos de su corazón cada vez que pensaba en Satanick, pero últimamente se había vuelto más difícil. Ya no sólo ocurría cuando Satanick estaba cerca y lo tocaba o le proponía alguna estupidez, ahora aunque Satanick no estuviera presente, el sólo hecho de pensar en él, hacía que su corazón palpitara de forma frenética mientras una calidez indescriptible llenaba su cuerpo. Pero; estaba mal, él lo sabía, sabía que Satanick no era la mejor persona del mundo, sabía lo dañino que podía llegar a ser si se lo proponía, y sin embargo le comenzaba a agradar la compañía del más alto, de alguna forma esperaba cruzarse con él por el pasillo, había estado buscando alguna excusa tonta para poder hablar con el alfa aun sabiendo que quizá el tema del beso robado saliera a flote... era un idiota, un completo idiota, que sin querer continuaba deslizándose bajo las redes de Nick.

―Ivlis, ¿Pasa algo, te encuentras bien?― preguntó el chico pelirrojo notoriamente preocupado. Ivlis nunca fue el tipo de persona que hablará hasta por los codos, como Etihw. Pero tampoco era alguien tan retraído y menos cuando estaba con él, Ivlis siempre había sido más abierto con Rieto y aquello le regocijaba. Sin embargo desde que lo encontró frente a su casillero lo noto extraño, distante como si no estuviera realmente presenté.

―Todo está bien, es sólo que no he dormido suficiente. Ya sabes, los exámenes están próximos― habló restándole importancia a la preocupación de su amigo.

―Hey chicos ¡Buenos días!― gritó Etihw a la distancia mientras movía su mano de un lado a otro a modo de saludo. Detrás de ella venían Rockma y Emalf, Rockma se limitó a levantar la mano sin moverla, un saludo bastante peculiar. Emalf por el contrario se aproximó a los chicos para saludarlos de forma más íntima.

Completamente Mío [OMEGAVERSE] [SATANIVLIS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora