Prostituta VIP (TERMINADA) En Edición

malas decisiones

Al día siguiente me despertó corcho para ir al aeropuerto.

No fue un sueño.

Me vestí de negro, siempre pensé que eran unos exagerados al vestirse de ese color en los funerales pero hoy día es el único color que me identifica.

Salimos en el auto para el aeropuerto. Cuando llegamos estaba lleno de gente con carteles y cintas del pésame.

La gente fue a darme el pésame. “Córdoba esta de luto” decía un cartel.

Varias fotos de mi mama y mi hija ilustradas también en carteles.

Varios medios de comunicación y demás.

Todos tratando de darme un poco de apoyo.

Me pare al frente de los periodistas.

Tn: no quiero preguntas. Solo quiero decir que el encargado de esto que se muy bien quién es va a pagarla. Escuchaste? Vas a haber deseado nunca meterte conmigo gilipollas.

En el avión me tome un alplax el cual no me hizo nada de efecto así que fui al baño y pique uno para luego inhalarlo por la nariz.

Al rato me dormí y desperté cuando ya habíamos aterrizado.

Ya todo estaba listo en la sala velatorio,  los cuerpos coronas y el lugar de entierro. Venía toda mi gente y conocidos en el avión,  era el Jet privado de mi tío.

Cuando llegamos a la sala velatoria no podía entrar. Una angustia en mi pecho me lo oprimía sin dejarme respirar. Mis pasos eran cortos y débiles.

Cuando vi el pequeño ataúd blanco no pude más y me deje caer de rodillas para luego comenzar a llorar.

Corcho se posicionó al lado mio y lloramos juntos de tristeza.

Mi hija no fue buscada pero la amaba con mi vida. Había sido madre y padre de ella.

En este momento me arrepiento tanto de algunas decisiones mías.  Tendría que haberla disfrutado más a mi bebe.

No pude acercarme en ningún momento. Hasta que ya llegaron los hombres para cerrar los ataúdes.

Tn: esperen necesito despedirme. Necesito que todos salgan por favor.

Y así fue, todos salieron.

Me acerqué a mi tío, estaba golpeado, acaricie su frente y luego la bese.

Tn: gracias por tanto tío,  voy a vengar tu muerte y esos hijos de puta pagarán lo que hicieron.

Seguía el ataúd de mama, ella estaba tan bella como un ángel,  solo faltaba su color en las mejillas. Me acerqué y bese su mejilla, acaricie su pelo cara y manos. Extrañaría a esta mujer a pesar de nuestras diferencias.

Tn: perdón por todo mamá,  siempre te la hice tan difícil y tu siempre ahí al pie del cañón para conmigo. Descansa en paz vieja.

Y ahora lo difícil.  Ella se veía en paz e iluminada. Mi bebé ahí, no podía creerlo. Ya no me pediría más ir a los juegos o dormir conmigo, amaba a esta niña más que a mi vida.

Agarre su mano y estaba fría, no aguante más y saque su cuerpito de el cajón para luego tomarla en mis brazos y abrazarla.

Necesitaba sentirla en mis brazos por la última vez. Bese su frente mejilla nariz y labios. Ella era el ser más cariñoso que había en la tierra.

Estuve un rato así con ella en brazos hasta que entro corcho.

Corcho : Tn ya es hora cariño.

La tomo en sus brazos para darle un abrazo, beso su coronilla y la puso en el cajón. Acomodo la manta que la cubría y acomodo sus peluches favoritos.

Saque mi cadena con su nombre y fecha de nacimiento para enredarla en su manito.

No aguante más y me fui de ahí. Tome mi auto y salí disparada de ahí.  Sabía lo que necesitaba.

Courtny era mi solución.  Fui a su casa y joder que debo verme fatal porque cuando me vio parecía haber visto un fantasma.

Courtny: tn lo siento mucho – corrió y me dio un fuerte abrazo, ya no había lágrimas para llorar así que sólo asenti – que paso necesitas algo?

Tn: cocaína eso necesito y de la buena – le di un buen fajo de billetes-

Courtny: estás segura de donde te estas metiendo? Sabes que no puedo no hacer que lo hagas pero si aconsejarte.

Tn: tranquilo sólo será por hoy.

Entramos a su casa, pero antes me dio mi dinero y dijo “la casa invita querida amiga”

Había una mesa repleta de cocaína.

Me arrodillé para tomar una tarjeta de mi billetera para hacer unas líneas. Courtny me paso un cañito y por lo que se veía era de oro. 

No dude ni tres segundos tapó un orificio de mi nariz y en el otro introduje el cañito para inhalar las 3 líneas de un solo tirón.

Al principio sentí que mi nariz quemaba, hacia mucho que no sentía esta sensación.  Y mierda que había olvidado que se sentía tan bien.

Cuando salía a robar tomaba cocaína esto me mantenía alerta. También me hacía olvidar de todo.

Courtny me acompañó en mi odisea y también se dio tres líneas.

Pero yo estaba sedienta de porquería, quería mas y así fue. Tome mierda con Courtny por horas, el exterior no importaba, no sentía dolor no tenía tristeza sólo estaba en mi nube de mierda con mi mente en blanco. Era lo que necesitaba en este momento.

Pero lo que no tenía en  cuenta fui que al día siguiente hice lo mismo y así pasaban los días y yo seguía consumiendo.

Corcho había tratado de hacerme recapacitar y llevarme con el a argentina. Pero no había caso yo quería la mierda y la mierda me quería ami.

Le hice prometer a corcho que no me daría dinero para porquería.  Solo para mis gastos como ropa y demás.

La mierda era cara y que mejor que estar con un traficante. Comencé a ser la amantes de Courtny ya que el tenía esposa pero como ella sabía de nuestra amistad de años no desconfiaba de mi.

Si supiera la muy cabrona que me montaba a su macho todos los días por cocaína.

Me estaba volviendo en una mierda de persona, me la pasaba todo el día dura de tanta cocaína. Y muy pocas veces tomaba pastillas para bajar el efecto.

Hasta que llegó el punto que quería más y más.

Sabían que si ponen cocaína en recipiente arriba del fuego esta se derrite?  Y en esos restos quedan lajitas intactas que es la mierda más mierda y pura que hay.

La ponía en una pipa y la ardía, esa mierda si que te pegaba y te hacia viajar.

No se hace cuanto estoy aquí pero si saco cuentas creo que más de 5 meses.

Courtny era muy buen amante, no era el mejor pero me conformaba. Lo  había llevado a la perdición.  El antes consumía para molestar pero ahora era dependiente de esa mierda igual que yo. El estaba enamorado de mi, en reiteradas ocasiones quiso dejar a su mujer pero yo lo convencía de que no lo hiciera.