12° Primogénito.

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Velkan cortó la llamada algo confundido, su padre le pidió que fuera hasta su casa para firmar algo y ahí le explicaría mejor las cosas. Se tomo su tiempo cerrando sus ojos, imaginando un montón de posibilidades y en un suspiro mientras guardaba el celular en su bolsillo se dignó a volver a su habitación sintiendo un aire de satisfacción que no provenía de él, sino del Omega a lo que sonrió mientras lo buscaba con la mirada notando el lugar vacío, mirando sus sabanas manchadas de rojo. La sangre se secó por lo que las tomó y las llevó a su nariz, olían a sexo, a flores, a sangre y a él.

Se dirigió al baño, sabiendo que estaría ahí la fuente de todo lo bonito en su interior y así fue. Sintió regocijo al ver la silueta de Sabone a través de la cortina de baño, así que se apoyo en el marco de la puerta como de costumbre sonriendo.

-Hey lindura~ tengo que salir ahora. ¿Podrás quedarte solo?

Sabone estaba más que entretenido bañándose cuando sintió la voz de SU Alfa, volteando en dirección al sonido para responder:
-¿Ahora me llamo lindura?.- Bromeó con el tono de voz enjaguándose:-... No hay problemas. Soy un chico grande~... Solo... procura regresar ¿Si?- Dijo un tanto tímido, con las mejillas tiñéndose de rojo, dejando que el agua intentase quitarle el rubor de la cara antes de cortarla y sacar la mano a buscar la toalla a tientas.

Velkan sonrió ante las palabras de Sabone, paso de ser un niño asustado con su "no me mates" del inicio a un tierno "procura regresar" y se acercó a darle la toalla en sus manos. -Si... Tomaré un baño antes de salir. No puedo presentarme oliendo a sangre y a Omega. -le sonrió divertido mientras trataba de espiar a través de la cortina.

El chico rió suavecito, avergonzado, sintiéndose culpable de que el otro estuviese en esas condiciones, aceptando la toalla, secándose a la rápida y envolviéndose en ella antes de darle el paso:
-Todo suyo, Señor Velkan.- Dijo señalando la tina:- Te traeré toallas limpias, ya regreso.- Dijo yendo al cuarto a secarse bien y ponerse sus boxers.

Velkan lo miró un poco avergonzado con eso de Señor Velkan y solo asintió cuando salió el muchacho. Se desvistió en cuanto se encontró solo y se adentró al agua tibia, casi fría. Sería una ducha corta por la falta de tiempo.
Ya podría tomar otra más tarde...

Sabone no tardó mucho en regresar al baño con una toalla limpia en brazos:
-¿Dónde te dejo esto Vel?- Preguntó lo suficientemente fuerte cómo para ser oído aún con la ducha encendida.

-¡Dejarlo cerca! Ya estoy por salir. -respondió fuerte y claro para luego cerrar el agua. Se tomó un poco más de tiempo antes de salir, lo más rápido que pudo, tomando la toalla que Sabone dejo ahí. La sujetó a sus caderas y salió con aires de pereza buscando al muchacho entrando en cuenta del seudónimo que uso en él.
-¿Qué con eso de Vel? -lo miró divertido.

El chico estaba sacando las sábanas sucias de la cama, dejándolas en el cesto de la ropa sucia y disponiéndose a hacer la cama completamente de nuevo con sábanas limpias (lo cual le daba un poco de penita ya que no olían al Alfa ...) en cuanto escuchó al otro reprocharle entrando al cuarto:
-¿Ah?... No se. Suena bonito, creo... ¿Te incómoda?.- Preguntó poniendo el sobre colchón mientras hablaba.

-...Es sólo que mi padre me llama así. Es todo... -Se dirigió a su closet sacando un jeans negro y una polera blanca de esas pegadas al cuerpo.

El muchacho quedó en silencio mientras seguía armando la cama, subiéndose a esta en cuando estuvo lista, mirando al otro a punto de irse:
-Entonceees... ¿Te incómoda que te llame así?.- Preguntó alzando una ceja curioso, mirándole de arriba a abajo, con un latir extraño en su corazón... ¿Le estaba gustando?

-Omm... Sería raro. Es todo, prefería el amo -dijo con sorna mientras se ponía un poco de perfume para ocultar al Omega en su cuerpo. -Ya, voy... Procura dormir algo. -dijo saliendo de la habitación con algo de velocidad con chaqueta en mano.
Caminó por la sala raudo tomando los papeles del muchacho en sus manos más el resto de cosas, cerrando la puerta a toda velocidad.

El Coste de la Sangre // OMEGAVERSEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora