33.- Secreto mejor guardado.

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-¡Es suficiente! - dijo Velkan llegando junto a Adán y Annie, quienes venían tras sus pasos un poco más atrás:- ¿Es esto un espectáculo? ¡La fiesta acabó! -Ordenó Velkan elevando sus feromonas cubriendo por completo a las de los Omegas. Adán y El resto de los Omega comenzaron a sacar a la gente al rededor, mientras Velkan caminaba hasta el lado de Sabone sin reparos en mirar a su padre sino enfocándose en el pelirrojo quien parecía un gato arrinconado. Se acercó pasando de Marchal y Sabone tomándolo por el cuello sin dudar, elevándolo sólo con una mano del suelo:
-¿Quién te crees para entregar a mi Omega? ¿En hablarle así a Marshall? -Dijo serio manteniendo sus ojos fijos sobre los verdes asustados y llorosos del pelirrojo.

-¡Velkan! -Llamó su padre siendo ignorado completamente.

-¡Velkan! ¡¡Lo vas a matar!! -pidió Marshall acercándose a Velkan quién también lo ignoró.

-Tan frágil, pequeño y engreído... Sonarás como un mondadientes...- Comentó apretando su agarre.

El Omega miró fijo la desesperación del pelirrojo, acercándose por la espalda al Alfa, sujetándose de su hombro para poder ponerse de puntitas, hablarle al oído a su novio, y soltando sus feromonas dulces con fuerza alrededor de este:
-...No vale la pena que te manches haciendo otro espectáculo Velkan... Ya todos saben lo patético que es Ariel. Y tu padre ya alzó su voz lo suficiente esta noche...- Murmuró con calma, casi cómo un arrullo al oído del otro.

Con esas palabras Velkan soltó sin cuidado a la víbora, entregándose por completo a los pedidos de su Omega, dejando a Ariel jadeando y tosiendo en el suelo buscando dar aire en sus pulmones.

Marshall se acercó al padre de Velkan para hacer algo parecido con él. Velkan solo los miró  pasando a atrapar a Sabone entre sus brazos con una mueca de maña por todo lo ocurrido.

Por momentos solo se escuchó la desesperación del pelirrojo en recuperar el aire. Hasta que la voz del padre de Velkan se hizo notar:
-Bueno, mi fiesta fue todo un éxito -Comentó sentando a Marshall sobre su regazo:- Cuida a mi hijo muchacho. Bienvenido a la família. -Sentenció sin problemas fijándose en los ojos rojos de Sabone.

-¡Están locos!.- Exclamó Ariel escapando con un torpe corretear del lugar.

Sabone no podía creer lo que oía: ¿¡Después de todo el desastre que había causado el padre de Velkan le estaba aceptando!?. Sus ojos se abrieron algo grandes sonriendo con toda la alegría que podía sentir inundando su cuerpo, inclinando la cabeza a modo de sumisión: -¡Muchas gracias! ¡Lamento mucho los percances! ¡Prometo que daré mi vida de ser necesaria por Velkan!- Exclamó sin mirar. Tenía ganas de llorar de la felicidad, pero debía mantenerse firme, ser fuerte, ser digno para su Alfa. Alzandose nuevamente se volteó para poder abrazarlo sin reparos, apretandole con toda la fuerza que sus amoratados brazos se lo permitían.

Velkan hundió su nariz en los cabellos de Sab. Llenándose de el mientras Marsall se acercaba al dúo:- ¿Podemos hablar un momento jovencito?.- preguntó con una sonrisa al ojos de carmesí, mientras Velkan miraba a ambos sin querer soltar a Sabone.

-Vamos, Vel~ ve a hablar con tu viejo. -le indicó Marshall buscando tomar a Sabone del brazo.

Cuando logró separar al Alfa del Omega. Marshall sujetó firme al peliblanco del brazo y caminaron hasta llegar al patio donde parte de la fiesta aún quedaba en pie.

-¿Ya mejor? Estar frente a los Alfas es terrible pero... -Corrió su cabello largo dejando ver su marca en el cuello:- Es de familia al parecer...el morder sin pensarlo ¿No?, soy el secreto mejor guardado de Razvan. Así que me alegro mucho que tu seas fuerte como el Omega de mi Hijo...-Confesó cerrando sus ojos.

El Coste de la Sangre // OMEGAVERSEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora