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Luego de haber impendido por completo la toma de la capital de reino unido y haber sido aturdida por una granada regresaste junto con los demás al cuartel en suiza, pero a pesar de la victoria el ambiente se mantenía decaído debido a las múltiples bajas. Pasaste mucho tiempo poniendo banderas de Overwatch sobre cada ataúd puesto en una de las muchas filas que había. Era algo deprimente para cualquiera, pero a este punto hasta para una ex mercenaria tan resultaba desalentador, más mantenías tu cabeza en alto hasta que esto pasara. O al menos planeabas eso.

Luego de haber terminado de cubrir los ataúdes te dirigiste hacia el interior del cuartel con la esperanza de dormir un poco. Realmente estabas exhausta, pasar más de doce horas en movimiento no era lo mejor del mundo pero sabias que era necesario. Necesario para evitar que todo cayera en corrupción y muerte. Pasaste al lado de la sala de conferencia y detuviste tu andar al ver luz procedente de la habitación seguido de sonidos, murmullos para ser más claros. Abriste la puerta con intención de ver que sucedía solo un poco, dejándote ver a los agentes sentados observando un video que corría en una de las pantallas holografías enormes.

Quisiste desmayarte al figar tu vista en dicha pantalla, era un video de seguridad en las cámaras de tortura; tú cámara de tortura. Las secuencias mostraban sin reproducir audio las momentos en los que asesinabas sin pensar a cualquier que te ordenaban matar. Mientras las secuencias se reproducían los agentes comenzaban a murmurar con rostros reprimidos. Ellos no saben nada, no saben lo que tuve que pasar. Estuviste presionando la manija de la puerta hasta que harta desenfundaste tu arma corta y disparaste sin dudar al reproductor holográfico, dando por terminado el video.

– ¿De dónde sacaron eso? – preguntaste de pie en el marco de la puerta, bajando el arma. Sentías tu rostro hervir en rabia por sus expresiones de espanto. Una vez más ellos te temían, como tenían al ver un monstruo frente a sus cuerpos. Apretaste sus dientes quitando con tu uniforme el hilo de sangre que ya había comenzado a bajar por tu nariz. – Ustedes no saben las cosas que tuve que hacer – susurraste entrando en rabia –, las cosas de las que fui capaz solo para... para vivir un día más en ese infierno.

– Lo sabríamos si nos hubieras contado...

– ¡Pero no lo hice Reyes! ¿Sabes por qué? – negó ante tu pregunta. – Por esto – señalaste a todos en la habitación, refiriéndote a sus expresiones. –, para ustedes salvar vidas lo es todo, para eso fueron elegidos. ¿Y cuál es su reacción al encontrarse con alguien que tuvo que matar un inocente al día para vivir hasta el siguiente? Pensar que es un monstruo.

– Más sin embargo antes de eso eras una mercenaria. Eras una asesina. – escuchaste afirmar a Genji – ¿Por qué consternarte con lo que piensen de ti ahora?

– Lo fui. – repetiste. – Mas es diferente. Asesinaba a personas cuyas decisiones afectaban enormemente a otros; me pagaban para deshacerme de personas corruptas.

– ¿Cómo sabes que lo que te pagaban no estaban mintiendo respecto a ellos? ¿Y si solo te encargaban y resultaba que era inocentes igual?

– Me temo que no era así Morrison. – hiciste una mueca. – Mi trabajo como mercenaria consistía en informarme antes de atacar; saber sus horarios de entrada y salida, a que se dicaban, TODO. Eso me dejaba ver claramente sus trabajos... yo..., yo me convertí en uno de ellos al matar a todas esas personas. – el sentimiento de culpa se hizo más grande en tu pecho, haciendo que te quebraras y cayeras lentamente al suelo. Apoyándote en tus rodillas para comenzar a llorar sin remedio alguno. – Soy un monstruo.

– Bien. Eres un monstruo – los agentes miraron mal Reyes, reprochándole en silencio. Mei, Ángela y Reinhardt se acercaron a consolarte. – Pero que necios, ni siquiera me dejaron terminar. Escucha (Tn) – levantaste un poco tu cabeza hacia el moreno, quien parecía estar un tanto incomodo –, si ser un monstruo significa arriesgar toda una operación para salvar a un grupo de extraños en riesgo entonces sí, lo eres. Así que no vuelvas a pensar que por ser eso no te queremos aquí... Dios, nunca había dicho algo tan cursi.

– Si ese es el caso entonces un monstruo evito que saliera herido por un fallo en un proyecto – Afirmo ahora Winston, dando un paso hacia adelante y sonriendo un poco.

– Yo me hice amigo de un monstruo, y puedo decir que es la persona más buena que he conocido hasta ahora. – sonreíste ante las palabras de McCree, a la par que él se acercaba y se sentaba a tu altura pasando un brazo por tus hombros y atrayéndote hacia su pecho y consolándote.

Cada uno de los agentes fueron diciendo cada experiencia con ese monstruo, detallándolo de la manera más preciada que tenían y a su propio juicio. Incluso Genji, la persona con la que casi nunca tratabas resalto cosas buenas. En resumen te habían devuelto un poco de confianza en tu persona de una manera muy agradable para algo que comenzó de manera horrible. Aunque el pensamiento seguía ahí. Te aseguraste de limpiar el resto de las lágrimas antes de levantarte del suelo.

– ¿Quién envió esa grabación? – preguntaste ahora con calma, empezando a sentir culpa por haber quebrado el reproductor.

– Estaba en el sistema cuando revise el computador – contesto el canoso. –, intente rastrear el lugar de donde vino pero no he podido. Está bien asegurado.

– Si enviaron esa grabación deben saber que afectara al grupo.

– Eso está más que claro, lo que me preocupa realmente saber cómo es que lograron enviar eso al sistema.

– Reforzare el sistema cuando siga intentando dar con la dirección del video. – concluyo finalmente el canoso. Volviendo a sentarse en su escritorio y teclear la pantalla. Algunos agentes se marcharon de la habitación dándote un abrazo o palmeando tu hombro. Decidiste quedarte en la habitación a esperar un sermón por parte de Morrison, así era él después de todo. – Acércate.

Señalo el asiento frente a su escritorio y obedeciste. Toco algo en su pantalla que hizo que el video se reprodujera frente a tus ojos, tragaste saliva al ver las secuencias.

– (Tn), nosotros estamos aquí no solo para combatir amenazas, estamos aquí para dar apoyo a personas y eso te incluye. – comento, manteniendo un tono sereno, luego el video desapareció. – Es comprensible que decidieras ocultarnos esto por pensar que te trataríamos diferente. No todos son perfectos aquí.

– ¿No lo son? – preguntaste extrañada, ¿Intentaba decir que no todos los agentes poseían un pasado limpio de culpa?

– Así es, no debería contarlo yo pero igual lo haré para aclararte la mente, o al menos el intento. – sonrió ante su propio comentario. – Jesse pertenecía a una banda criminal, la desmantelamos y le dimos una oportunidad para redimirse aquí en Overwatch. Como él también hay muchos más que entraron para cambiar y no significa que tú no puedas hacerlo. Eres parte de Overwatch ahora (Tn). 

Sujeto 2 8 9| Overwatch Y TuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora