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Esperaste a que uno de los guardias pasara de largo y te escabulliste a sus espaldas por el pasillo asegurándote de no hacer ruido siendo seguida de cerca por McCree, agradecías que él supiera algo sobre la estructura interna del edificio; te había comentado que una vez llego a hacer negocios con uno de sus hombres, aunque para ese entonces no sabría que proveía armas a Talon. De cualquier manera era algo sumamente útil.

Tu cuerpo fue jalado por el castaño hasta detrás que una cargas, estabas a punto de reclamar pero cubrió tu boca con su mano enguantada haciendo una seña para guardar silencio. Observaste por el pasillo hasta que un grupo de hombres hablando se detuvo justo a unos pasos de ustedes dejándolos oír de lo que hablaban.

– La mujer que Talon busca ha sido avistada en Santa fe, señor. – informo uno de los sujetos.

– ¿La que Talon busca? ¿Qué no había muerto ya? Lleva nueve años sin dar señal. – hablo otro, parecía ser el jefe aquí. El proveedor.

– Según lo que comentan las fuentes señor, parece que solo estaba criogenizada. Se han desplegado varios grupos de búsqueda ya. – escuchaste al sujeto reír un poco.

– Perfecto. Si esa mujer sigue viva significa que Talon querrá más equipo, lo cual significa más plata. Retírate.

Escuchaste atenta y retiraste la mano de Jesse cuando te aseguraste de que ambos se habían ido ya.

– Ese es a quién buscamos. – afirmaste intentando levantarte pero el castallo volvió a detenerte.

– No te apresures mujer. No recuerdo que el sujeto fuera tan delgado y paliducho. – dijo mirando sobre las cajas hacia el pasillo con el arma alzada. – No es ese tipo.

– Quizás adelgazo. – rodaste los ojos ante la expresión incrédula que te daba. – Solo muévete.

Escapaste lejos de las manos de Jesse y seguiste avanzando con cuidado por los pasillos nuevamente; viendo de lejos las sujeto entrar a una habitación apartada. Se escondieron de una patrulla más y te acercaste a la puerta posicionándote en un lado y el castaño en otro. Diste una seña y él abrió la puerta con cuidado para luego lanzar una de sus granadas cegadoras que te dio la oportunidad de pasar tus manos por su cuello y sujetarlo contra el escritorio golpeando su cabeza en este.

– ¡Oh Dios mío! ¡Eres tú!

Detallaste la sorpresa de su rostro pasar al miedo en segundos y pusiste una mordaza de tela en su boca antes de que gritara para luego esposarlo y sentarlo en la silla de escritorio. Jesse se encargó de asegurar que las ventanas estuvieran cubiertas y cerro las persianas de la puerta. Te acercaste al tipo.

– Seré directa, ¿Eres el proveedor de armas de Talon? – preguntaste mirando por un momento a McCree. Querías sacarte esa posibilidad de la mente.

Retirarte la mordaza de su boca.

– ¡No! Yo soy el que lleva las cuentas y pedidos. ¡Lo juro!

Estabas satisfecha con la cooperación del tipo, no querías tener que torturarlo. Quitaria tiempo. McCree te dedico una mirada victoriosa por lo que solo negaste con la cabeza volviendo tu atención al tipo.

– ¿Dónde está tu jefe?

– Él n-no está en el país; fue hasta Hanamura.

– Correcto, ¿Y dónde están los documentos con el control de envíos sobre las armas?

Sujeto 2 8 9| Overwatch Y TuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora