Sujeto 2 8 9| Overwatch Y Tu

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Escuchaste una risa provenir de McCree al ver la manera rara en la que caminabas debido a pasar tanto tiempo sentada en la montura; admitías que se te había hecho sumamente difícil acostumbrarte a llevar las riendas del caballo y a pasar los nervios causados por la idea de que el animal saliera corriendo sin control contigo encima. Aunque tu dominio sobre las riendas no duro mucho cuando dado un punto no supiste cómo hacer que anduviera. ¡No te hacía ningún caso ese animal! McCree termino hartándose de tus quejas hacia el caballo y ato las riendas a su silla, haciendo que ambos animales formaran una especie de caravana. Se la paso burlándose el resto de camino hasta que anocheció y pararon a pasar la noche cerca de unas especies de montañas rojizas. Agradeciste que antes de partir McCree hubiera empacado lo necesario para pasar la noche y que te hubiera dado tiempo para recoger algunas cosas de tu maleta; como el arma de pulso y una chaqueta que lograba ayudarte a soportar el frío.

– Oye Jesse, dime algo. – esperaste un sonido o respuesta de su parte mientras observabas como pinchaba con insistencia los pocos troncos que habían conseguido por el camino que utilizaron para encender una fogata. Continuaste el escuchar un sonido salir de su garganta. – ¿Por qué dejaste Overwatch?

– ¿Por qué? – repitió luego de ti, mirándote por un momento, luego volvió su atención al fuego. – Pensé que Reyes te lo habría dicho. – notaste cierto resentimiento al escucharlo pronunciar el apellido del difundo jefe de Blackwatch lo que aumento tu curiosidad en el tema.

– Gabriel no me digo nada, incluso le pregunte al comandante Morrison y ni él pudo darme una razón; dijo que simplemente presentaste tu renuncia y te fuiste. – dijiste moderando tu tono. Más no recibiste mucha respuesta del castaño aun pasado varios minutos. Lo observaste tensarse. – ¿Jesse?

– Escucha (Tn), te diré las cosas hasta donde yo sé. – esperaste paciente la respuesta. Por supuesto querías saber su razón y mucho más ahora. – Yo conocía a Gabriel lo bastante como para saber que le molestaba que Morrison diera la cara. Cuando Overwatch comenzó a perder la fe del público las cosas se pusieron más tensas entre Morrison y Reyes. – frunciste el ceño, ¿Más tensas? – Desde antes de que las cosas se pusieran feas, estaba resentido con él porque luego de la rebelión lo degradaron de comandante a líder de Blackwatch.

– Wow. – suspiraste procesando la información que te había dicho. Jamás imaginaste que ellos tuvieran problemas, sí, a veces los veías discutir pero asumías que era por algún comentario de Gabriel que sacaba de quicio a Morrison, ¿pero rencor? Eso jamás habría surcado tu mente. Dejaste que el castaño siguiera hablando volviendo tú atención hacia él.

– Overwatch perdió influencia y Gabriel pensaba revocar al comandante y a la capitana Ana de sus puestos y tomar control absoluto sobre las operaciones. – un notable espacio se hizo entre tus labios, dejándote una expresión en blanco y balbuceos saliendo de tus labios. Jesse acorto un poco el espacio que quedaba entre ustedes y palmeo tu espalda haciéndote reaccionar.

– Pero..., no creía que Gabriel fuera capaz de tal cosa.

– Yo tampoco lo creía cuando me ofreció ser parte de ese plan. No quería ser parte de tal cosa y no podría volver a mirar a Reyes a la cara si rechazaba y seguía ahí. – miraste a Jesse. Por esa razón se había marchado repentinamente. Te sentiste mal por todas las cosas que habías pensado sobre su retirada, pero también consternada ante lo que había dicho de Gabriel. – El odio y el resentimiento pueden cambiar a las personas (Tn)...

– Lo sé – respondiste agachando un poco tu cabeza. –, el día en el que escape del cuartel te disloque el hombro por estar cegada de tanto odio y rabia, lamento eso. – el castaño sacudió ligeramente tu hombro dándote una pequeña sonrisa.

– Míralo de esta forma; desde ese día me hiciste ver que necesitaba mejorar mis técnicas. – una carcajada salió de tus labios.

– Pero igual sigues siendo terrible, Jesse. – levantaste tu mirada viendo la cantidad de estrellas que habían. Diste un ligero golpe atrayendo la atención del castaño – Sera mejor que vayas a dormir, yo hare guardia.

– ¿Y por qué yo? – respondió de vuelta mirándote con el ceño fruncido.

– Porque hasta donde te conozco sé que no pasas despierto luego de las 2. – McCree aparto la mirada, culposo. No mentías con respecto a sus horarios de sueño; lo habías aprendido en unas cuantas misiones que requerían acampar, él jamás pasada de las 2 de la madrugada incluso cuando le tocaba hacer guardia, una que otra tomaste su puesto solo porque tú ya estabas acostumbrada al desvelo por el insomnio. – Además se te nota en la – giraste tu cabeza solo para encontrarte con la imagen del castaño apoyado el rostro sobre su mano, dormido. –...cara. Ay, Jesse.

Sonreíste para comenzar a sacudir el hombre del vaquero para que se despertara y acostara correctamente. Esa noche distrajiste tu mente divagando entre los recuerdos que forjaste en el cuartel de Overwatch. Intentaste no darle vuelta a lo que te había dicho Jesse pero terminaste aceptándolo y una pregunta se quedó en tu cabeza; ¿Por qué Reyes no te menciono nada entonces? Por supuesto que si te lo habértelo propuesto no hubieras aceptado, jamás apuñalarías la confianza de los agentes que te acogieron de tal manera, las únicas respuestas que te creías eran que Gabriel no te considerara acta para tal cosa. Y la otra era que él no quisiera meterte en eso por decisión personal y no por bien de la revuelta. Aunque de cualquier manera ya no había razón para darle atención; el cuartel había sido destruido por un fallo y él y Morrison estaban sepultados en Norteamérica.

Pero aun así algo te picaba la conciencia. Como si supieras que nada era lo que había ocurrido. Era una sensación sofocante y la habías comenzado a sentir luego de que aquel llamado Reaper intento llevarte consigo y que Winston te enseñara los archivos donde mencionaban las muertes y la explosión; en definitiva ocurría algo por debajo de la alfombra y presentías que Talon sabía algo.