29

656 72 4
                                    


– Querida, está despertando.

– Apártate un poco, quizás necesite algo de espacio. Volveré en un momento.

Te removiste incomoda por varios segundos hasta que pudiste abrir tus ojos poco a poco. Agradeciste que por alguna razón no hubiera tanta luz dentro de la habitación en la que estabas; de hecho, si no fuera por la pequeña vela a tu izquierda estarías en absoluta oscuridad. Tus ojos recayeron en una figura humana que se asomaba por la puerta, no diferenciabas su rostro debido a que la luz que ingresaba desde el exterior formaba una sombra en su cuerpo. Intentaste levantarte.

– Oh, no, no, no. – dijo aquella figura acercándose a ti he impidiendo que te levantaras. Cuando estuvo lo suficientemente cerca pudiste ver que se trataba de un Ómnico. – En tu situación evitaría moverme, estas un poco delicada ahora. – hablo con calma, tomándote de los hombros y haciendo que volvieras a recostarte. Otra voz se hizo presente en la habitación.

– Mi nombre el Nora – hablo la otra persona, acercándose a un extremo de la habitación para presionar algo, la habitación se ilumino por completo provocando que te cegaras por un momento más no llego a ser doloroso como otra veces. Reconociste a la voz femenina como una chica rubia que se acercó al donde estaba el Ómnico, quien se había alejado un poco de ti. –, él es Cloud. – te sonrió un poco señalando a su costado – Cloud te encontró herida entre los contenedores en la madrugada.

– Pensé que ya habías muerto al notar lo baja que estaba la temperatura de tu cuerpo pero mis sensores me decían lo contrario. – termino de hablar él.

– Gracias. – respondiste mirándolo a ambos, viendo cómo se juntaban en un pequeño abrazo; rápidamente entendiste que eran pareja lo que te resulto curioso pero te limitaste a omitirlo y levantar el guardacamisa que traías, (Te habían cambiado por completo de ropa), para ver como tu torso estaba cubierto ahora por vendas. No sentías dolor alguno. – ¿Cómo es que sabían tratar mi herida? – preguntaste ahora, viéndolos nuevamente.

– Yo... soy estudiante de enfermería avanzada. – respondió Nora – Cuando llegaste solo tuve que sacar la bala y cerrar la herida, afortunadamente solo fue leve.

– ¿Y por qué simplemente no me llevaron a un hospital? – no querías sonar malagradecida ni nada de eso pero te inquietaba saberlo. Estabas segura de que cualquier otro en su lugar te hubiera dejado en el hospital, pero ellos dos te llevaron a su casa y te trataron.

– Eres (Tn) – comenzó a hablar Cloud, frunciste el ceño al escucharlo pronunciar tu nombre tensándote un poco. –, eres una de los ex agentes de Overwatch, te conozco por las noticias, si te dejábamos en el hospital llamarían a la policía y te apresarían como acuerdan las leyes de Petras. – relajaste te cuerpo ahora que sabias sus razones para dejarte estar en su vivienda.

– Nuevamente les agradezco – dijiste, moviendo tus pies a un lado para levantarte por completo antes de que alguno te volviera a detener. Te observaron con atención, seguramente confundidos ante tu estabilidad. –, pero no es seguro para ustedes que yo esté en su hogar. Debo marcharme lo antes posible.

– Pero tú estás herida... – comento Nora, mostrando completa preocupación por tu estado, lo cual te recordó un poco a Ángela. Negaste lentamente y mirando en la habitación donde pudiera estar tu ropa, aunque dudabas sobre que estuviera seca para poder utilizarla.

– No te preocupes por esa herida. – te acercaste más a ambos. – Por favor entiéndalo, si me quedo aquí más tiempo ustedes podrían correr peligro. – miraste a ambos por varios segundos hasta que finalmente accedieron en silencio.

Luego Cloud salió la habitación y a los pocos segundos volvió tu pantalón junto con el resto de las prenda completamente seco y lavado, te explico que la camisa había quedado rota y manchada de sangre por la bala así que Nora en su lugar se ofreció a darte otra camisa pero negaste conformándote con el guarda camisa. Al final te devolvieron tu arma, ahora un poco malograda seguramente por la caída. Agradeciste una vez por su ayuda y saliste de su hogar rumbo a tu departamento, al llegar no esperaste ver mucho más además de que todo el agua de la lluvia se había metido adentro al dejar la puerta abierta durante la persecución. Te asomaste en cada zona del apartamento terminando en tu habitación. No se habían llegado o movido algo, ni siquiera los informes que habías dejado en tu cama.

Suspiraste pensando como conseguirías algo para comunicarte con Winston sin el dispositivo, puesto que Reaper lo había destruido anoche, y por supuesto que él no tenía un celular al cual llamarlo. Tampoco tenías ni la más remota idea de alguna otra forma de contactarlo. Ya se te ocurriría alguna idea, en algún momento.

(...)

No esperabas durar tanto para sacar el agua del apartamento pero ahora que lo habías logrado te sentías más a gusto, te descolocaste un poco cuando al mirar el reloj notaste que ni siquiera era medio día. Dejaste todo en su lugar y caminaste hasta el baño, para quedar frente al espejo. Retiraste las vendas que te puso Nora y tocaste la pequeña cicatriz que aún quedaba.

– Me advirtió. – susurraste sin poder creértelo, a pesar de haberlo vivido al rojo vivo. Recordaste el sonido de la detonación luego de caer sobre los contenedores y levantaste la camisa viendo de cerca una pequeña hinchazón por encima del esternón. Como un piquete. Suspiraste frustrada y guardaste las vendas en el cajón del baño, realmente no tenías intensiones de entender las acciones de Reaper. Seguramente no quería más que confundirte para luego clavar un cuchillo en tu pecho.

Un recuerdo vago del cuartel de Overwatch entre a tus pensamientos. Y ese pensamientos solo termino de irritarte hasta un punto inexplicable en el que casi golpeaste la pared al lado de espejo de frente. Alcanzaste a detener tu mano a unos centímetros. ¿Por qué advertirte sobre el disparo de uno de sus compañeros? ¿Y dos veces? ¡No tenía sentido!

Abriste sus ojos hasta donde daban por completo, ¿Cómo habías olvidado tal cosa? Corriste fuera del baño hasta tu habitación abriendo la maleta que habías guardado bajo la cama para que no estorbara. Rebuscaste entre las cosas que aún estaban guardabas y rodaste los ojos al tomar con tus manos una caja pequeña; revelando un auricular pequeño. Habías olvidado por completo que Winston te lo había entregado junto con el comunicador holográfico. Lo colocaste en tu oreja y moviste la diminuta perilla hasta que dejaste de oír absoluta estática, supiste que era la frecuencia correcta cuando escuchaste la voz de Athena pidiendo tu identificación. Poco después la voz de Winston se hizo presente.

– Reaper dio conmigo. – ni siquiera le diste tiempo a que te saludara como de costumbre.

Sujeto 2 8 9| Overwatch Y TuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora