Para entender a un poeta, debes sufrir de amor, sentir una pérdida, despojarte de algo; debes saber lo que es el dolor, el adiós, la mentira, la verdad, el amor. Debes ver con los ojos del alma el mundo entero.
Para entender una canción, debes pasar por lo que dice: si menciona el arrepentimiento y perdón a alguna falla, tú debes saber lo que es dañar a alguien, o lo que es cometer un error; si dice que extraña a esa persona especial, debiste alejar a aquel que te amó; si habla de no perder a su media naranja, quizá tú ya la encontraste y no piensas dejarla ir, quieres hacer todo por tu persona.
Para entender el arte, debes saber lo que es ser libre y preso a la vez; debes saber lo divino que es plasmar una idea en papel, o esculpiendolo, o usar colores, o actuar para que los demás la conozcan. Pero también debes entender que eres preso en la sociedad y preso de ti mismo; estamos tan arrinconados que debemos expresarnos de maneras diferentes, y las ideas que das a entender, tal vez no sean las mismas para todos.
Para entender a un niño, debes imaginar y tener curiosidad de todo. Un niño te pregunta algo porque a penas esta descubriendo el universo, y si le explicas, su cabeza empieza a imaginar lo que le dices; debes jugar y ser lo que sea sin necesidad de dinero u objetos caros, sólo necesitas imaginarlo, y tal vez compartirlo.
Para entender a un aficionado de la ciencia, debes entender que es un niño tratando de descubrir el por qué funciona y/o existe. Debes preguntarte por qué la Luna sólo se ve ciertos días y en la noche, o por qué la piel es de diferentes tonalidades y aún así somos iguales, o por qué existe el frío.
Para entender a un filósofo, debes sabes que siempre busca el sentido de la vida, y que quiere que todo aquel que se acerque llegue a ser feliz. Nunca habrá dos filósofos que piensen igual, porque ellos saben que nadie lo es, y eso es lo primero que debes aprender.
Para entender a un alcohólico, debes pensar que él no decidió ese camino: debes pensar que algo lo impulsó a perder su juicio, que hubo un problema del que no puede salir sólo y que nadie le ha ayudado a superar; debes comprender que no se acerca por a ayuda por temor, y que no mide las consecuencias.
Para entender a un doctor, debes saber que su prioridad es salvar la vida; ya sea médico o veterinario o botánico, su debes es salvar ese ser vivo que pide una oportunidad de seguir adelante, que no se ha rendido y dejado caer en las garras de la muerte. Debes entender que él cuida y vela por su paciente, y llora si es que no logra salvarlo; tiene toda la intención del mundo de valorar a cada uno por lo que es.
Para entender a un psicólogo, debes comprender que quiere ayudar a que todos se sientan bien consigo mismos y con los demás; que busca así que los demás salgan adelante y que busquen el cambio interior. Debes reconocer que todos necesitamos ayuda, pero hay quienes no logran auto-ayudarse, sino que los buscan para sentirse mejor.
Para entender a un violador o asesino, debes viajar a su pasado; tal vez eso fue lo que le fomentaron, o alguna experiencia lo ha dejado con esa idea. Debes comprender que el mal nace del dolor, la pérdida y la desgracia; debes entender que en una ciclo que a veces no tiene fin hasta que algo lo interviene, que es una cadena que te ata a esos actos, y lo seguirás haciendo hasta que alguien te libere de ellas.
Para entender a un demente, debes preguntarte qué lo habrá impulsado a ello: habrá sido una pérdida, o una idea, tal vez una voz en la cabeza. Debes saber que todos estamos locos de cierta manera, y quienes no logran controlar la locura o llevan sus diferencias a lo máximo, son únicos y especiales. Debes reconocer que necesitan apoyo y cuidados, pero no son monstruos.
Para entender a tu familia, primero debes hablar; el diálogo es la única forma de comunicación asertiva de resolver conflictos y conocerse entre seres humanos. Debes recordar que son la única familia en tu vida, y que no sabes si mañana los volverás a ver. Debes amar, comprender, cuidar, apoyar, ayudar y apreciar con todo tu ser; y saber que la familia es pieza fundamental en el descubrimiento de tu persona.
Para entenderse a ti mismo, debes entender que el mundo es exterior, y te formas de todo aquello que te rodea; debes saber que te conformas por lo que te enseñan, lo que te gusta, lo que aprendes; debes saber expresarte para los demás, y debes saber comprender las expresiones de tu alrededor. Debes saber que nadie te comprenderá mejor que tu mismo.