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Todos alrededor están impacientes.

La fogata ya es lo suficientemente alta y lo único que falta es el grito de Pan para comenzar con la celebración.

Yo lo miro impaciente al igual que los demás mientras él a su vez nos mira con malicia.

Me dirige una última mirada antes de gritar:

Pan: ¡Vamos muchachos!

Todos gritan de alegría y comienzan a bailar alrededor de la fogata al ritmo de la música que produce la flauta de Pan.

No recordaba lo dulce que se escuchaba.

Es casi mágica e hipnotizante.

Félix me contó minutos antes que solo los niños que se sentían solos y sin amor podían oírla.

Como yo.

Sonreí tristemente al darme cuenta de que esa era la razón por la cual podía escuchar la música y también por qué sentía que Nuncajamás era el hogar al que pertenecía.

No sé si fue mi cara de cordero degollado o que no me animaba a bailar con los demás pero poco a poco Pan se acercó a mi y sin dejar de tocar me hizo una seña para que me les uniera.

Negué tímidamente con la cabeza y un Niño Perdido al ver esto se acercó y me tomó de la mano invitándome a bailar con todos ellos.

Miré a Pan en busca de ayuda para que me dejara estar sentada pero la única respuesta que recibí fue un guiño.

Al final todos me animaron para bailar y terminé haciéndolo.

Jamás me había divertido tanto como en aquel momento.

Hasta el pequeño Baelfire parecía estar divirtiéndose corriendo alrededor de todos.

En muy poco tiempo me había vuelto parte de su pequeño grupo o familia o mundo y eso me hacía sentir por primera vez en mi vida que no estaba sola.

En cierto momento de la fiesta noté que la Sombra se había instalado al lado de Pan y parecía hablarle de algo sin que él dejara de tocar o cambiara su expresión.

Y también vi que la Sombra no me quitaba la vista de encima.

Esa forma de mirarme me recordaba al Thomas que yo conocí y no a la sombra farsante que me engañó para traerme a un lugar desconocido.

Decidí ignorar a ambos y concentrarme en seguir bailando con mis nuevos amigos.

No sé en qué momento Pan dejó de tocar pero lo único que sabía era que esperaba volver a oírle tocar de nuevo aquella melodía dulce pero a la vez triste por su significado.

...

Era una noche lluviosa y oscura.

Lo único que se oía era el sonido de la lluvia y los relámpagos.

Hasta que un nuevo ruido se instala alrededor.

Pisadas.

Dos pares de pies pisan los charcos de agua que se han formado y corren como si estuvieran huyendo de algo o alguien.

Se detienen y la dueña de un par de esos pies carga a la otra y la abraza fuertemente antes de dejarla frente a un orfanato y correr de nuevo para perderse entre las sombras de la noche.

...

Me despierto sobresaltada ante ese sueño.

Aún no sé por qué  sueño ese tipo de cosas y siento haberlas vivido ya.

Eso no me sucedía antes y ahora si pero ¿por qué?

En el fondo siento que Pan podría contestarme esa pregunta.

Lo que me recuerda que hoy quedé con él en la playa para comenzar a convivir como lo acordamos con el trato.

Salgo de mi tienda y me encuentro con un Félix sonriente que me tiende algo de ropa.

Sonrío  al verlo.

______: Hola, ¿qué es eso?

Félix: Algo de ropa que me dió Pan para ti y tranquila que ya está de tu talla- dice con una risa al ver la ropa gigante que me había dado antes.

Suelto una risa sarcástica mientras tomo la ropa y le agradezco.

Me meto de nuevo a mi tienda y me pongo la nueva ropa.

Esta vez me queda bien y sin que me vea en algún lugar para comprobar cómo me veo me siento linda.

Antes de salir me arreglo el cabello y me dirijo a la playa para reunirme con Pan.

"El Chico En Mi Ventana" Peter Pan / Robbie Kay Y TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora