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Sentí un enorme alivio cuando llegué a la calle donde estaba mi casa.

Si por mi hubiera sido, hubiera entrado directamente a mi casa para tratar de entender de quien o por qué oía voces y sentía que alguien me seguía.

Pero el señor Edward apareció a medio camino y me hizo caer.

Señor Edward: Mil disculpas, señorita Darling- dijo afligido y me ayudó a levantarme- ¿Se lastimó?

Cuando llueve se forman charcos de agua así que...

Tratando de cubrir mi trasero negué sonrojada.

______: No se preocupe, con un cambio de ropa estaré bien.

Me sonrió levemente y se aclaró la garganta.

Señor Edward: De nuevo le ofrezco una disculpa y para hacerme perdonar le invito una taza de té.

No supe si negarme o aceptar pero como no quería quedarme sola al final lo invité a pasar a mi casa.

Se suponía que tenía que ser al revés pero quería que él me ayudara con algo.

Baelfire lo recibió con mucha alegría como si lo conociera y yo me apresuré a subir a cambiarme de ropa.

Volví a la planta baja y me encontré conque el señor Edward hablaba con Baelfire seriamente.

No alcancé a oír nada de lo que dijo pero no le di importancia.

______: Pase señor Edward- dije señalando el estudio.

Entró con su taza de té y se sentó frente a la mesa agradeciéndome.

Se estableció un silencio algo incómodo.

Yo ya estaba más tranquila por lo ocurrido antes de chocar con él pero aún así quería saber si podría contestar mis dudas.

______: Señor Edward usted conoció a... mi abuela ¿verdad?

Mi pregunta pareció sorprenderle porque por poco se ahogó al llevar su taza a los labios.

Lo miré fijamente esperando con paciencia su respuesta.

Él le echó un pequeño vistazo al cuadro de Wendy antes de contestar.

Señor Edward: Éramos... grandes amigos, si.

Tomó un sorbo de té.

Hice una mueca e hice lo mismo.

______: Y ¿recuerda el día en el que desapareció?

Señor Edward: La verdad es que no- se apresuró a contestar.

Su actitud no dejaba a duda de que mentía pero para que no se molestara decidí cambiar de tema.

______: Su casa es muy linda y transmite algo de tranquilidad- dije mirando hacia la ventana como quien no quiere la cosa.

Pareció relajarse y soltó una risilla.

Señor Edward: Al volver de la guerra no dudé en comprarla ya que necesitaba algo de calma.

Abrí los ojos sorprendida.

______: ¿Estuvo en la guerra?

Señor Edward: Fue hace mucho tiempo, en ese entonces, mi esposa e hijos temían que no volviera y me rogaron para que no me fuera.

______: Oh, ¿tiene familia? Me gustaría conocerla.

El rostro del señor Edward se ensombreció y bajó la mirada.

Fruncí el ceño y vi que sus ojos se empañaron.

Señor Edward: Murieron todos- contestó débilmente.

Al darme cuenta de mi error traté de repararlo.

______: Lo siento muchísimo señor, yo...

Señor Edward: No se preocupe, señorita- sacó un pañuelo y se limpió la mejilla por la cual resbaló una pequeña lágrima- Al final todos correremos el mismo destino.

Volvió a sonreírme y yo se la devolví incómoda.

Señor Edward: Señorita Darling, sé que acepto mi oferta del té y me invitó a pasar porque quiere preguntarme algo.

Suspiré y asentí como una niña que acaba de ser descubierta por una travesura.

______: Quería enseñarle esto.

Aún no estaba segura de que fuese una buena idea pero no se me ocurría a nadie más para enseñar la nota que Wendy escondió.

Abrí el cajón donde la guardaba y se la mostré.

Se puso sus lentes y la leyó con detenimiento.

______: Encontré eso en el cuadro cuando lo moví de la sala hasta acá- comencé a decir- Por la fecha al parecer fue el día en el que me dejó en el orfanato y el día en el que desapareció así que...

Señor Edward: No le dé su corazón a nadie, señorita Darling- dijo devolviéndome la nota- O correrá la misma suerte que ella.

Silencio.

¿A qué se refería con eso?

______: ¿De qué habla?- pregunté extrañada por sus palabras- ¿Por qué dice eso?

No usó un tono amenazador como en las películas de miedo si no uno preocupado.

Pero eso no hizo que me inspirara confianza.

Señor Edward: Escuche- se levantó y caminó hasta el cuadro señalándolo- Usted sabe perfectamente qué tiene que hacer aunque le dé miedo- abrí la boca para hablar pero me interrumpió- Lo necesita a "él"- señaló la nota- Tal vez si su abuela no hubiera tenido miedo usted y ella estarían juntas pero solo quiso protegerla- se acercó a mi- Sé que habló como un loco y que tal vez crea que lo soy pero no puedo decir más para que entienda.

No sabía qué decir ni qué hacer.

Sentía que él quería decirme muchas más cosas pero algo se lo impedía.

______: No entiendo...- murmuré si dejar de mirarlo.

Me besó la cabeza después de dudar un momento en hacerlo.

Señor Edward: Haga lo que le digo y todos estaremos bien.

Y se fue dejándome más confundida que nunca antes en mi vida.

"El Chico En Mi Ventana" Peter Pan / Robbie Kay Y TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora