Todo por el miedo a perderte

Capítulo 2

—Estás huyendo de mi—me dijo afirmando como intentando entender por qué lo hacía

—No...no es eso—a penas podía hablar, cuál será tu justificación Maddi eso te pasa por ser tan cobarde

—Entiendo que las cosas no van muy y admito que te decepcione pero de verdad te extraño mucho—me dijo con palabras tan sinceras que era prácticamente imposible no creerle

—Está bien, te perdono. Yo también te extraño—se acercó a mí y me dio un abrazo, no recuerdo la última vez que lo hizo

El día se volvió de soleado y hermoso a nublado en un instante, tenía que llegar a mi casa y revisar mi celular a ver si tenía algún mensaje de Jou. Creo que nuestro chat ya tiene telarañas. Me despedí de Mal la cual perdoné y me fui a casa antes de que lloviera, que pensaban? Que había sido Jou el que me detuvo? Al menos soñar es gratis.

Al llegar a mi casa mientras me duchaba pensé en todas las cosas que había pasado y si de verdad fui feliz, no voy a negar que sentí cosas increíbles al principio de todo me pareció un sueño porque no había experimentado esas cosas. Pero me vi atrapada en mis propias mentiras que cada vez eran más y más, toda esa locura de saber que se siente hacer las cosas que solo pensaba que pasaban en las películas me ha llevado a ser una chica infeliz.

Terminé mi ducha, me cambie y abrí la ventana para sentir la suave brisa y olor a lluvia que se aproximaba por el nublado del cielo. Sentaba en la ventana tomé mi celular y vi que tenía 1 mensaje de Jou (genial solo uno) pensé si verlo o no pero no podía seguir huyendo de el para siempre, tarde o temprano tenía que dar la cara. Después de todo aún somos novios.

—Maddi bonita, estuve en la escuela y te busqué por todos lados. ¿Dónde estabas?

Lo dejé en visto varios minutos, por todos lados Jou? Si estabas muy a gusto con tus amiguitos en la cafetería. Cuando le conteste recibí su respuesta en seguida.

—Lo siento me fui más temprano

—Quiero verte, por qué no vienes hoy?

—Y qué le diré a mi mamá?

—Que vendrás a casa de tu madrina

—No puedo decirle eso, ella está de viaje

—Vale pues invéntate algo, eres experta en eso. Te espero aquí baby

—Está bien. Hasta pronto

En eso el tenía razón, me había vuelto una experta en mentirle a mis padres para verlo. Cada vez que veo a mi madre y le miento acerca de donde iré me siento culpable pero hoy lo haré una vez más, hablare con el y le diré como me siento al respecto de la situación.

Me puse unos jeans acompañado de una blusa azul y una chaqueta negra por si llovía estar abrigada. Bajé las escaleras y busque a mi madre en la cocina para pedirle permiso.

—Mamá—trague saliva—Iré a casa de Mal, vuelvo más tarde

—A casa de Mal? Hace mucho que no vas, pensé que ya no se hablaban—dijo fijando su mirada en mi. Rayos Maddi ahora sí estoy perdida

—Si... es que nosotras... yo—no me salía en habla

—Esta bien ve—se limitó a decir—llévate la sombrilla, el día está nublado

—Esta bien mamá. Nos vemos

Tome la sombrilla que estaba al lado de la puerta y salí rumbo a casa de Jou, tome un bus fijándome que nadie conocido me viera y me senté esta vez delante, nunca me ha gustado ir delante pero hoy era prácticamente imposible estar en mis 5 sentidos. Toda esta situación me tenía loca, así que hoy debía tomar una decisión si o si.

Hundida en mis pensamiento llegue a la parada en la esquina de la calle donde vive Jou y camine por debajo de los grandes árboles que estaban en la calle para que si alguien que estuviese en la casa de mi madrina no me viera. Hasta que llegue a la gran casa de Jou, no vi el carro de sus padres así que supuse que el se encontraba solo.

Esa idea me puso aún más nerviosa, pensé el irme y no tocar el timbre pero mi dedo involuntariamente lo hizo. Pasaron varios minutos antes de que alguien saliera así que rápidamente bajé los escalones del porche de la casa para irme, pero escuche detrás cuando la puerta se abrió.

—Maddi a dónde vas—era la voz de Jou ansiosa

—Tenemos que hablar—le dije actuando involuntariamente otra vez