Hice que me bajara después de mucho escándalo y cuando las personas empezaron a darse cuenta de que me estaba llevando la fuerza no tuvo más opción que bajarme para obligarme a caminar. Todavía no tenía idea Hacia dónde nos dirigíamos solo lo seguía mientras tiraba de mi mano con delicadeza, la verdad no podría decir que me estaba obligando a caminar, pues en el fondo yo quería aclarar las cosas con el y terminan con esos rumores de una vez por todas.
Nos acercamos a un auto, un honda no más del 2013 y la alarma sonó, cuando lo vi como una llave en la mano le dije automáticamente que no como una expresión de odio, ni loca iba a subirme con el al auto. Ni siquiera sé si tiene licencia o si sabe conducir moderadamente puesto que se conduce igual que como actúa estaríamos perdidos.
Pero la adrenalina y la curiosidad eran más fuertes que mi miedo de chocar con el, así que me subí, noté todas las miradas de los que salían de la escuela en nosotros y no le di importancia, ya habían hablado lo suficiente. Apuesto que esto es una razón más para seguir con sus rumores, que otra cosa van a pensar los demás si me vieron subir a un auto con la persona que hace unos días dijeron que había tenido supuestamente relaciones aquella noche de la fiesta.
Vid se puso el cinturón, una buena señal de que quizás no conducía tan mal. Encendió el auto y cuando íbamos saliendo de la calle de la escuela bajó el vidrio y gritó a un grupo de chicos.
—Esto es para que hablen con gusto desgraciados—les sacó el dedo mayor y volvió a subir el cristal riendo a carcajadas
—Estas loco verdad, a ti no te importa. Ahora si es verdad que hablarán de nosotros—le dije atónita—Claro es fácil para ti porque estas acostumbrados a estar en la boca de todos
—Deberías relajarte, acaso vives de la opinión de los demás—lo que dijo tenía un poco de lógica—Princesa cada quien tiene una vida y solo es una
—Tienes razón, pero no me digas princesa como le dices a todas—le dije riendo sarcásticamente
—Solo le digo así a mi sobrina, siéntete afortunada—me miró de reojo, no tenia idea a dónde íbamos pero sentía segura a su lado. Estaba poseída por su locura, sonrisa y misterio—Ya conozco esa cara, descuida no te voy a secuestrar solo iremos por un helado, a menos que quieras ir a mi casa
—Ya quisieras tu—dije mirando los rayos del sol a través de la ventana—No sabia que tenias un auto
—Hay muchas cosas que no sabes de mi—nos miramos y me guiñó el ojo—Llegamos
Luego de parquear su auto, subimos a la plaza era la misma en la que me encontraba el otro día cuando lo vi a el, nos sentamos exactamente en la misma mesa en donde habíamos estado aquella vez en donde habíamos empezado hablar.
Recuerdo verlo del otro lado sentado con sus amigos y mi corazón latía muy fuerte en cada intercambio de miradas pero aún más cuando vi que el se acercó, como olvidar ese día en que mi amiga nos dejó solos, no sabía qué hacer ni qué decir cómo comportarme ante una persona como el, pero ahora las cosas eran diferentes. Ya teníamos un poco más de confianza y las cosas entre nosotros fluían mejor.
Permanecimos un rato en silencio y ninguno de los dos dijo nada mientras yo miraba a las personas en la plaza caminar con sus bolsas de compras o chateando con el celular. Sentí algo en mis manos y eran sus dedos, me espanté y lo miré de reojo cuando vi que no quitó su mano le mire fijamente en señal de que lo hiciera más pero el solo sonrió y me dijo.
—Cómo pudiste creer que yo inventé ese rumor, jamás le haría eso a alguien como tu
—¿Alguien como yo?—pregunté confusa
—Distinta—no entendía nada, acaso yo era una extraterrestre para el—Osea tu vives en tu mundo, no te importa lo que pasa al rededor con la vida de los demás y a nadie le importa la tuya
—Discúlpame por no ser tan popular como tu y que nadie le importe mi vida—me levanté de la silla—Quizás no lo eres tanto porque yo no sabía de tu existencia hasta hace poco
—Pero Maddi no lo malinterpretes... a dónde vas
Empecé a caminar rápidamente hacía las de las escaleras en busca de la salida más cercana, cada vez que pensaba que las cosas iban bien entre nosotros y me olvidaba de todos los problemas algo siempre me hace aterrizar a la realidad y pasaba justamente esto, al parecer no podíamos tener un segundo de paz... Acaso era yo la del problema?.
Cuando iba por el pasillo el seguía llamándome pero yo no le hice caso hasta que sentía su voz cada vez más y más cerca de mí hasta que me tiró de la mano y me atrajo hacía el, no pude decir nada, me quedé mirándolo fijamente a los ojos mientras el acomodaba sus manos fuertes sobre mi cintura.
Yo estaba aferrada a el como un bebé con la respiración agitada, no sé si por caminar tan rápido o por la adrenalina del momento, se acercó a mí y nuestros labios se encontraron, ni siquiera fue planeado ni en una cita simplemente pasó. Sentía el calor recorrer mi cuerpo libere mi mano y la pasé sobre su nuca acariciando su pelo rizado, el nunca movió sus manos en mi cintura pero yo tenía ganas de acariciara mi cara y que este momento nunca acabara, fue sin duda un beso fuera de este mundo como si nuestros labios encajaran a la perfección, no quería que estos segundos se acabaran cuando el se separó de mí quedamos frente a frente recuperando el aliento por el apasionado beso.
—Viéndote así tan cerca de mi—me dijo entre susurros—Pareces un ángel
—El ángel que vino a salvarte de tu infierno
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Me pasé todo el camino a casa ruborizada y no volvimos a decir una palabra, luego de que pasara el momento pensé que si las cosas habían sido demasiado rápido o si habría parecido una lanzada, ya saben, todo ese remordimiento que viene cuando la realidad golpea.
Le dije que me dejara una esquina antes de mi casa para que mi madre no me vaya a ver llegando en un auto con un chico extraño, a el parquearse su celular sonó al instante, hice que estaba organizando mi mochila para quedarme a escuchar, además no sería de buena educación si me fuera sin darle las gracias por haberme traído así que me quedé escuchando.
—Qué sucede bro—dijo al contestar con una sonrisa que desapareció al instante...—Estás seguro?—preguntó apretando la mandíbula... De acuerdo
—Todo bien?—Pregunté cuando colgó
—Ya se quien expandió el rumor—dijo enojado—Creo que deberías de entrar a casa, tengo un asunto que resolver
—Calmate, dime quién es—dije intentando calmar su ira, por qué le había causado tanto enojo saber el nombre de un simple chismoso
—Maddi—se limitó a decir y abrí los ojos de par en par
No dije nada más y salir el auto, al cerrar la puerta arrancó como un cohete y a los pocos segundos ya no se veía, se fue a toda velocidad y mi corazón latía muy fuerte tenía un horrible presentimiento y cada vez que sentía estar de presión en el pecho algo malo pasaba... algo muy malo.
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Todo por el miedo a perderte
RomanceBASADA EN HECHOS REALES SEGUNDA PARTE DE TODO POR SER MAYOR ( disponible en mi perfil) ******************************************* Historia original mía, queda prohibido cualquier copia. #2 en experiencias