Todo por el miedo a perderte

Capítulo 14

Pasaron 3 días y no habían vuelto a ver ni hablar con Vid, nos olvidamos del pequeño detalle de anotar nuestros números.

Cada día al salir de la escuela caminaba cerca del otro centro, tenía la esperanza de encontrarme accidentalmente con el pero nunca lo vi. Era como si hubiese desaparecido.

Al fin es viernes, era la última hora de clases y casi no había hablado con Hil, me la pasé chateando con Fry quien me contaba como me iba en la universidad y de su nueva novia, nos habíamos vuelto buenos amigos e incluso me pedía consejos. Pensé en contarle sobre Vid pero me acordé de lo que me contó de Jou y decidí no hacerlo.

Ya estaba resignada a no volver a ver a Vid hasta que Hil interrumpió mis pensamientos con una propuesta que me iluminó la mente.

-Hay una reunión Maddi. Tenemos que ir -me susurró Hil emocionada mostrándome una publicación de una invitación -Mira, es esta noche anda di que si

-De qué hablas, de quién es la reunión -pregunté emocionada

-Es en el malecón, es un junte de populares e invitaron a todos-me mostró la foto de un chico que me resultaba familiar -Es el cumpleaños de Arturo, y quiere conocer personas nuevas-explicó Hil

-Quién es el-pregunté curiosa

-Es el mejor amigo de Vida respondió pícara

-Ni lo sueñes, mi madre no me dejará ir al malecón, esta frente al mar un poco lejos por si no lo sabes-a quién quería engañar, moría por ir

-Y quién te dijo que le dirás a tu mamá que irás al malecón? Estarás en mi casa viendo películas conmigo -dijo guiñando el ojo

En serio Maddi... De vuelta a las mentiras.

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Le dije a mi madre que Hil organizaría una pijamada, Aunque lo pensó varias veces finalmente pude convencerla de que me diera el permiso, aunque en el fondo no podía evitar no sentirme culpable porque otra vez había vuelto a lo que dije que no volvería, a lo mismo de hace dos años cuando Jou y yo aún estábamos juntos y tenía que mentirle a mi madre para verlo.

Al menos esta vez no me veré con un chico sino que iré con mi amiga a una fiesta a conocer personas... Vamos Maddi a quién quieres engañar si sabes que irás para verlo para ver cómo es con las demás personas para ver si a ti te trata igual, qué te hace pensar que eres especial para el?.

-Maddi ya vinieron por ti-gritó madre desde la cocina

-Ya voy!-tomé mi bolso y mire una vez mas a ver si todo estaba en orden y cerré mi habitación

Bajé las escaleras con las manos sudorosas, me despedí de mi mamá y me subí al auto con Hil y su padre.

-Estas bonita -dije echándole un vistazo a Hil que traía un hermoso vestido rosa

-Gracias, ahora que pasemos por mi casa a buscar algo que olvidé aprovechas y te cambias

-Esta bien-contesté nerviosa

Llegamos a la casa de Hil y mientras ella iba rápidamente a buscar algo que se le había quedado yo me cambié en su habitación. Me puse un vestido morado en forma de top y mi cabello suelto.

-Cuando Vid te vea va a enloquecer Maddi

-Creo que la que enloquecerá soy yo-contesté sonriendo

De camino al malecón pensaba en todas las posibilidades de que mi madre se enterase donde estaba.-No debo salir en ninguna foto-pensé, así nadie de mi familia vería por accidente, o qué pasa si uno de mis primos es amigo de Vid? O de algunos de sus amigos.

Estaba tan aturdida en mis pensamientos que ni me di cuenta que habíamos llegado, el papá de Hil dijo que vendría por nosotras más tarde. Al desmontarnos la brisa del mar me puso los pelos de punta.

Nos acercamos a la orilla en donde habían muchos asientos y jóvenes compartiendo. Se escuchaba una fuerte música de las bocinas de un auto que estaba aparcado cerca. Hil y yo buscamos un lugar para sentarnos y empecé a sentirme como una tonta.

-Maddi mira a Vid, vamos a felicitar a su amigo-me dijo Hil tomandome de la mano

-Esta bien, vamos -asentí con una seguridad que no sabía que tenía

Nos acercamos al grupo en donde estaban y Vid estaba de espaldas, Hil se acercó a felicitar al chico pero yo me acerque primero a Vid.

-Ya ves que no soy tan antisocial -le dije por la espalda mientas le topé

Vid se volteó de golpe y sonrió de oreja a oreja mientras me miraba de arriba a abajo. Tenias razón Hil.