Capítulo 28

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No sabía que decir en ese momento, solo entré y mire atrás para ver a Vid quien me seguía muy calmado, al igual que Hil que estaba detrás de mi madre por lo que no sabía que ella le había dicho, así que traté de calmarme lo más que podía y le sonreí pero aún nadie había dicho nada. Parecíamos una caricatura en pausa, mi madre tenía puesto el uniforme del trabajo y traía una funda de farmacia en mano, supongo que mis pastillas.

—Estas en serio problemas Maddi, y tú también Vid... Lo saben verdad—dijo pensativa extendiéndome la funda con medicamentos—No puedo creer que haya hecho esa gran fila en la farmacia por comprar tus antibióticos cuando ya ustedes estaban comprándolos

Hil me guiñó el ojo para que siguiera la corriente y entendí que ella le había dicho a mi madre que había ido con Vid a comprarlos y que por eso no me había encontrado en casa.

—Lo siento señora, tiene razón—dijo Vid sonriendo tomando la funda por mí ya que había dejado a mi madre con la mano extendida—Justo el que compramos... Maddi debiste avisarle a tu madre

—Si mamá perdón por no avisarte lo olvidé pero descuida que ya me tome mi antibiótico de hoy y estoy como nueva—contesté siendo los más natural posible, así como lo era Vid y mi cómplice que me hacía muecas detrás de mi madre

—Bueno guarda estos para mañana y ya vámonos a casa—Maddi te espero en el carro—dijo mi madre y empezó a caminar el dirección a la cera—Chicos un gusto verlos y gracias

Estaba realmente sorprendida por la actitud que tuvo mi madre, tiempo atrás me habría llevado a la fuerza y encerrado en mí casa, o hacerme la vida de cuadritos como cuando estuve con Jou. Supongo que al igual que yo todos habíamos pasado por cambios en nuestras vidas y mejorando actitudes para ser mejores personas cada día... Bueno realmente aun me faltaba más por mejorar pero poco a poco iba avanzando. Respecto a mi madre ya veremos si no tiene algo bajo la manga mientras estemos solas porque siendo realistas, ella nunca deja pasar algo por alto.

—Hil que le dijiste—le pregunté rápidamente antes de que mi madre diera la vuelta en el carro

—Que te había dolido un poco el pie y como mi padre no estaba aquí para ir a la farmacia llamamos a Vid que tenía un carro y no vivía tan lejos—dijo que apenas se le entendía lo que decía

—Excelente, seguro le cause buena impresión a tu madre por mi disposición de llevarte a la farmacia—dijo Vid de manera jocosa guiñándome el ojo

—Ambos me deben una—Hil sonrió como si disfrutara de mis locas historias

—Gracias, los amo a ambos. Nos vemos en la escuela mañana—quería darle un beso a mi novio pero no pude hacerlo por mi madre

Ambos me dijeron adiós y me subí en el asiento del copiloto junto a mi madre y nos fuimos rumbo a la casa, tenía muchas ganas de llegar y leer alguno de los escritos que el me había dedicado, además no quiero pasar un momento incómodo con mi madre ni que me hiciera preguntas pero sabía que tarde o temprano tenia que decirle las cosas de frente. Aunque pensándolo bien... Por qué debía esperar que ella diera el primer paso.

—Mamá puedes darme un consejo?

—Claro Maddi—dijo al instante mientras conducía sin quitar la mirada del camino

A pesar de que contestó de buena manera pude notar su cara de sorpresa, la última vez que me acerque a ella así fue cuando le conté lo de Jou y la primer vez fue cuando le conté que me había llegado por primera vez mi ciclo menstrual, pero las madres sabían perfectamente que a esta edad cuando nos acercábamos a ellas de esta manera es porque era un tema muy personal y de urgencia o se trataba de chicos, a excepción de las chicas que siempre han mantenido buena relación con sus madres y le contaban toda su vida.

Todo por el miedo a perderteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora