Capítulo 35

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Fue un momento de mucha adrenalina, conociendo a Vid se que quería golpearlo y ponerlo en su lugar, pero sé que se contenía porque sabía lo importante que es este día para mi y no quería arruinarlo, a diferencia de Jou que estaba medio borracho.

No podía creer que esta era la persona que años atrás me había regalado tantas sonrisas y momentos inolvidables que pensaba que iban a ser para siempre pero me equivoqué. Por eso es que hoy encuentro el significado del dicho que dice que uno nunca termina de conocer a las personas y que tienen dos caras. Si alguien me hubiese dicho que Jou tenía esta, en aquel entonces no lo habría creído.

Estaba detrás de Vid atonita con ganas de ser yo misma quien golpeara a Jou, los demás chicos seguían tomando ron, al parecer no se habían percatado de lo que estaba pasando.  En ese momento Hil me tomó de la mano y me dijo furiosa que nos fuéramos pero yo no podía dejar aquí a mi novio o permitir que estos dos se pelearan por mi culpa.

—¡Basta ya! no vinimos a buscar problemas, sino a pasarla bien—dijo Yen agarrando a Jou por los hombros, al parecer el era el mas sobrio de aquel polémico trío

—Claro, lo haré cuando el me diga cuál es su problema—dijo Vid con voz tranquila pero con los puños apretados, toqué su espalda y el estaba tenso. Jou seguía sin decir nada—Ya te arrepentiste?—volvió a decir

—Vámonos ya amor—le susurro por la espalda mientras veo a una profesora que nos está mirando como notando algo extraño—Está borracho y no sabe lo que dice, vamos a disfrutar de esta maravillosa noche

Pero Vid no me escuchaba, su espalda estaba tensa y apretaba los puños con mirada fija y desafiante hacia Jou.

—Maddi vámonos—me toma Hil de la mano otra vez pero me suelto enseguida

—No puedo dejar que se peleen por mi culpa—le repito

Miro para todos lados desesperada, estos chicos se miraban fijamente como si estuvieran a punto de matarse. Mientras que los demás seguían tomando ajenos a la situación que se estaba presentando frente a ellos, sólo les importa beber sus tragos de ron sin que nadie los viera. Noto que una profesora en la esquina nos estaba mirando como si notara algo extraño, me asusté y le susurro a mi amiga discretamente para que mirara disimuladamente a la profesora.

Aunque a pesar de todo ya estábamos graduados y tenemos nuestros diplomas, así que ya no pueden expulsarnos de la escuela. Lo más que puede pasar es que echen de la fiesta y que las generaciones que vienen nos recuerden como el grupo de chicos locos que sacaron de la fiesta, no podía darme el lujo de permitir eso ya que al fin y al cabo la pelea que estaba a punto de darse era por mi.

—Por favor distrae a la maestra mientras intento evitar la pelea—le dije en secreto a Hil quien me miró con desaprobación pero terminó aceptando y se alejó en dirección a la maestra

Me acerco a Vid e intento persuadirlo de todas las maneras posibles pero él seguía con la mirada desafiante hacia Jou, le comienzo a susurrar que no quería que la noche más importante de mi vida se arruinara y que quería que nos fuéramos a otro lado, hasta su espalda se relajó poco a poco. Él me tomó de la mano y nos fuimos del grupo sin decir una sola palabra dejando a Jou plantado, cuya mirada sentí como un puñal en la espalda hasta que salimos del salón.

Cuando salimos del salón y nos alejamos de la música, sentí paz. Fue cuando me di cuenta de lo hermosa que era la noche, el cielo estaba despejado y el patio de la escuela lucía hermoso iluminado por la luz de la luna, era una noche calurosa, de esas en la que no sopla la brisa, de esas en que su misterio te hace erizar la piel.

Me senté en un banco junto a Vid mientras yo acariciaba mi cabello y lo ponía a un lado de mi cuello para no sentir tanto calor, me recosté de su hombro y sentí su respiración.

—Casi arruino tu noche—comenzó a decir—En serio quería golpear a ese tipo y darle una lección, pero sabes luego pensé que en verdad no merecía el disgusto—el hizo una pequeña y no dije nada hasta que el terminara de hablar, disfrutaba escuchar su voz—Es un borracho resentido, aunque yo estaría igual si hubiese dejado ir a una chica como tú, pero a diferencia de él, se cuando estorbo

—El parecía ser una buena persona antes, no sé cómo llegó hasta este punto, estoy tan arrepentida de haber estado con el—dije con un nudo en la garganta

—No digas eso, gracias a ese error, eres la persona que eres ahora. Las malas experiencias te hacen más fuerte—me dio un cálido beso en la frente y me abrazó como una muñeca—Eres una chica increíble Maddi, nunca pierdas tu esencia por nadie

—Gracias por ser tú, te amo tanto—le susurré

—Yo te amo más—me contestó

Sonreí y me puse de pie de golpe

—La noche apenas comienza y aún no he bailado, quiero bailar hasta que meduelan los pies—grité

—Tienes razón—dijo Vid—Vamos a bailar

— ¿Ahora?

—¡Claro!

Me tomó por la cintura y tratamos seguir el ritmo de la poca música que se escuchaba del salón mientras reíamos como locos. Bailar en pareja es la unión de dos cuerpos que se dejan llevar por el movimiento, penetrando en el espacio de su compañero, sintiendo muy de cerca la respiración y los latidos de su corazón. Por un instante sentí que dejamos de ser dos para convertirnos en un mismo ser, sin esperar nada a cambio y nos poseemos mutuamente.

El calor de la noche aumentó y pasó de ser un calor desesperante a satisfactorio, el sudor caía sobre su cara iluminada con la luna y se veía hermoso, era un momento mágico, y me di cuenta de lo mucho que lo amo, y que no quería alejarme de el nunca.  

Bailamos y nos besamos por muchi tiempo. Finalmente entramos al salón otra vez porque quería despedirme de mi amiga, sin embargo no la encontré, el salón estaba empezando a vaciarse, gran parte de los chicos estaban comenzando a despedirse e irse. Tomé mi celular y le marco a Hil pero salía el buzón.

Le dije a Vid que lo mejor era irnos ya pero no quería llegar a mi casa todavía, no quería que esta noche con el terminara nunca.

—¿Tienes hambre?, podemos ir a comprar algo—me preguntó Vid mientras nos dirigimos al auto que su madre le había prestado

—Si, pero podemos ir a mi casa antes?—dije como una niña emocionada

—¿Por qué?—preguntó curioso mientras encendió el auto rumbo a mi casa

—Llegó el momento de contarle a mi familia que somos novios

El me miró y me dio un rápido beso y me tomó con una mano mientras conducía con otra.

Comenzaron a verse estrellas en la noche y la brisa ya se sentía entrando por la ventana, penetrando mi piel, me sentí mas viva y feliz que nunca a su lado. Estaba lista para dejar de mentir y afrontar mis miedos, hoy nace una nueva Maddi.

Al llegar a casa estaban las luces apagadas pero la televisión de la habitación de mis padres se escuchaba encendida. Le di un abrazo a Vid antes de subir a buscar a mi madre, el me dijo que todo iba a estar bien.

—Mamá—dije en voz baja al entrar a su habitación

—Maddi qué sucede... ¿Todo bien?—dijo sentándose en la cama lentamente para no despertar a mi padre

—Vid está abajo, tenemos algo que decirte

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A solo un capítulo del gran final de la historia que comenzó con el libro de Todo por ser mayor.

¿Cuáles son tus predicciones para el final, cómo te gustaría que acabe esta gran historia.

Todo por el miedo a perderteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora