Todo por el miedo a perderte

Capítulo 4

Todo el día se la había pasado lloviendo y no pudimos salir al patio para el recreo. Todos se quedaron en los húmedos y largos pasillos, algunos en las esquinas del piso y otros amontonaos en la escalera.

Me senté con Hil junto con los demás chicos en la escalera, miraba la lluvia caer mientras ellos hablaban. En un momento busque a Fry con la mirada y me pregunté por qué no había bajado a socializar ¿Será que prefiere estar en la tercera planta? Aclaro, el está en su tercer año de la escuela y esos están en la última planta, yo en la segunda.

Ni siquiera estando en la escalera pude verlo. Hasta que bajó lentamente, deje de mirarlo de una vez así que hice de cuenta que escuchaba con concentración la conversación que los chicos tenían establecida.

—Hola chicos—dijo Fry sentándose con nosotros unos dos escalones por encima de mi

—Tu bajando? Es un milagro, jamás lo haces—dijo uno de sus amigos riendo a carcajadas pero sorprendido

—Es momento de socializar—otra vez mostró esa tierna sonrisa. Los demás siguieron hablando y yo recostada del pasamano lo miraba de reojo—Hola Maddi

—Hola, ¿Qué tal?—dije pareciendo toda una chica sociable, no es que soy muy buena que digamos en eso de hacer nuevos amigos o hablar en grupo pero sentía una curiosidad por conocerlo

—Todo bien—dijo tímidamente

—¿Llegaste bien ayer? Otra vez mil gracias por llevarme—le dije recordando cómo me llevó a la casa con su sombrilla

—Si, el bus paso de una vez por suerte

—El bus? Pensé que vivías por ahí—dije sorprendida

—No, solo paseaba es que el parque es lindo—me dijo mientras miraba la lluvia y vi de perfil sus ojos

—Si solía serlo para mí—dije al recordar mi primera cita con Jou en aquel parque—Pero ya no lo es

—¿Por qué?—clavó su mirada en mí y me puso los pelos de punta

—Porque...—sonó el timbre—Debo entrar a clases—dije nerviosa y bajando las escaleras lo más rápido posible—Te veo a la salida

Entre al aula nerviosa y empecé a escribir en mi cuaderno de notas muy de prisa la tarea que había en la pizarra. Hasta que el maestro entró, Hil que se sienta detrás de mí aún no me había hablado.

El tiempo pasó volando y ya era hora de la salida, ya sé que dije que lo veré en la salida pero ahora estoy tan nerviosa que no sé si hacerlo. Teniendo un supuesto novio no es correcto que hable con otros chicos pero... es solo un amigo ¿No? Con toda la osadía posible lo espere en las escaleras hasta que bajo, cada escalón era una mirada más cerca que el me daba.

Me sonrió y se acercó a mí, tenía los cabellos mojados y rizados y un suéter rojo con azul.

—Hola Maddi—me sonrió, como me gustaba su sonrisa—Nos vamos?

—Creo que no será posible—le dije señalándole la fuerte lluvia que había con tinieblas

—Al perecer nos quedaremos aquí por más tiempo—dijo intentando escucharse serio pero había picardía en sus palabras—Y... que quieres hacer?

—Traes tu sombrilla salvadora?—pregunté algo ansiosa

—Creo que la deje en el aula—dijo mirando hacia arriba en la tercera planta—Vamos? Acompáñame a buscarla

—No lo sé, nunca he subido

—Es eso o esperar una hora a que deje de llover

—Qué tan malo sería esperar un poco más?—me miró, sonrió y tiro de mi mano